Europa

Enviar a los menores conflictivos a un internado: el plan de Macron para poner orden en los institutos

El gobierno francés también quiere condenar a los padres ausentes a trabajos sociales si los hijos cometen faltas o delitos

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El presidente francés Emmanuel Macron, en su visita a una escuela de París este mes.

ParísCon un gobierno cada vez más escorado a la derecha, Francia apuesta por mayor autoridad y disciplina por frenar la violencia entre los jóvenes menores de edad. En sólo un mes, el país ha vivido episodios de gran violencia protagonizados por adolescentes, entre ellos el asesinato junto a su instituto en las afueras de París de un chico de 15 años, apaleado por conocidos de la víctima, y ​​el de la agresión a una niña de 13 años en Montpellier, que quedó en coma. También salía del instituto cuando fue agredida por tres adolescentes, entre ellos una chica que era compañera de clase.

“No debemos tener miedo a decir las cosas claras: hay un problema de violencia entre los jóvenes. Y hacer frente a este problema es una de las grandes prioridades de mi gobierno”, ha destacado este lunes el primer ministro, Gabriel Attal. El presidente de la República, Emmanuel Macron, ya advirtió en enero –tras otro episodio de violencia callejera con la participación de adolescentes muy jóvenes, incluso de once y doce años– que era necesario “devolver el autoridad en la escuela”.

Para frenar la ola de agresiones, Attal ha presentado este lunes un plan contra la violencia que supone "un golpe de autoridad" dentro y fuera del aula con algunas medidas polémicas, aplaudidas por la extrema derecha y criticadas por partidos de izquierdas y sindicatos educativos. Una de las propuestas es la posibilidad de enviar a los adolescentes problemáticos y conflictivos a un internado, siempre con el consentimiento de los padres. Según los datos del ejecutivo, existen unas 50.000 plazas de internado libres actualmente en Francia.

Padres desbordados

"Sabemos que hay muchos padres que están desbordados y que podrían estar interesados", ha afirmado el primer ministro. La estancia, que podría ser un año entero o limitada a los períodos de vacaciones, estaría total o parcialmente financiada por el Estado.

El gobierno francés considera que es una medida “de prevención”, para evitar que los adolescentes conflictivos acaben siendo “delincuentes”. "Prefiero gastar dinero en internados que impiden que los jóvenes se pierdan y se conviertan en delincuentes en lugar de tener que gastar mucho más para hacer frente a la delincuencia", ha afirmado Gabriel Attal en unas declaraciones que ha hecho en la visita de un internado en Niza que participa en una prueba piloto. Un grupo de adolescentes pasará estas vacaciones –algunas regiones francesas comienzan hoy vacaciones escolares de dos semanas–, en el internado en vez de estar en casa con su familia.

Obligados a ir al internado

Attal y el ministro de Justicia han intercambiado algunas palabras con los niños y adolescentes que participan en la prueba piloto que han dado lugar a situaciones incómodas por los miembros del gobierno. "Macron es malo", le espetó uno de los más jóvenes, un niño de unos 10 o 11 años. Otro se ha quejado de que participaba en la prueba piloto obligado por su familia: "Mi madre me ha forzado a venir", le ha dicho a Attal. Los niños y adolescentes pasarán dos semanas realizando actividades culturales, talleres para hablar de drogas o de los valores de la República y visitarán un antiguo campo de internamiento y deportación de la Segunda Guerra Mundial. También aprenderán a cantar La marsellesa.

Los sindicatos creen que la medida no es la solución. "Me cuesta imaginar que un joven que es violento fuera, que no hace caso a sus padres, pueda, de repente, porque está en un internado, transformarse", ha advertido a France Info la portavoz del Sindicato Nacional de Personal Directivo de Centros de educación (SNPDEN), Dominique Gobetti.

Otra propuesta del gobierno dirigida a los institutos de barrios conflictivos es que las puertas de los centros educativos de secundaria estén abiertas de 8h a 18h, para evitar que los adolescentes estén toda la tarde en la calle. En el instituto podrán desayunar antes de empezar las clases y por la tarde, cuando acabe el horario lectivo, podrán realizar actividades deportivas y culturales. La idea es la misma que la de los internados: alejar a los adolescentes de las calles y de entornos conflictivos para que no acaben siendo delincuentes.

Condena para los padres

El plan incluye otras medidas sorprendentes encaminadas a responsabilizar a los padres de los actos cometidos por sus hijos, como la posibilidad de que los padres y madres “ausentes”, aquellos que no cumplen su deber como progenitores, sean condenados a trabajos sociales si sus hijos cometen delitos o faltas. También podrían enfrentarse a sanciones económicas si no comparecen ante el juez cuando éste les cite. Y el ejecutivo advierte que la medida también se aplicará a los progenitores que no vivan con sus hijos, por ejemplo en casos de familias donde los menores vivan sólo con su madre porque su padre se ha desentendido. "No es sólo el progenitor que viva con el niño quien debe pagar", advierte el ejecutivo.

En materia de derecho, el gobierno también quiere agilizar las condenas para los menores de edad, para permitir sanciones “inmediatas”. En cuanto a la autoridad en la escuela, el primer ministro propone que los niños de primaria se pongan de pie cuando entre su maestro. En muchas escuelas públicas francesas, ya es habitual que los alumnos se levanten al entrar personas adultas en señal de respeto. A principios de año, el presidente Macron también se mostró favorable a que todas las escuelas enseñen el himno nacional de Francia, La marsellesa.

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