Las previsiones de ingresos por ventas de Pfizer son de 26.000 millones de dólares por 1.600 millones de dosis, es decir, un coste medio por dosis de 13,70 euros (frente a un precio de coste estimado de 0,99 euros). Moderna prevé vender entre 800 y 1.000 millones de dosis a un coste medio de entre 16,20 y 20,25 euros por dosis (frente a los 2,40 euros de coste estimado). La previsión de ingresos por ventas combinada sube a 34.500 millones de dólares sobre el coste de producción estimado. Pfizer/BioNTech y Moderna han recibido entre las dos 6.955 millones de euros de dinero público para el desarrollo de las vacunas.
La carrera entre los países ricos ha quintuplicado el precio de las vacunas
La Unión Europea ha pagado más de 31.000 millones por las dosis de Pfizer y Moderna
LondresLa carrera entre los países ricos para conseguir vacunas no solo les ha perjudicado económicamente sino que, de paso, también ha impactado muy negativamente en los países con muchos menos recursos. El efecto es doblemente catastrófico –económico y sanitario– y, en términos generales, supone "haber multiplicado por cinco" el precio de la inmunización global que, en el mejor de los casos, no se conseguirá antes de 2023, entre otras razones por el monopolio sobre las patentes que se ha querido preservar por parte de las potencias occidentales en foros como la Organización Mundial del Comercio, a pesar las demandas de estados como India y Suráfrica para liberarlas. De hecho, esta misma semana, Alemania, el Reino Unido y casi toda la Unión Europea en bloque –con la excepción de Francia– se han vuelto a manifestar en contra.
La historia de la pandemia es, también, pues, la de la codicia: tanto la de los estados para acaparar dosis de vacunas como la de las farmacéuticas de venderlas a los mejores postores posibles. El precio de venta –que puede ir en aumento todavía más si la necesidad de una dosis de refuerzo se generaliza– en relación con el de coste ha sido y es espectacular. Solo la Unión Europea ha pagado más de 31.000 millones de euros por los productos de Pfizer y Moderna, el 19% del presupuesto comunitario para 2021.
En total, de acuerdo con un informe apenas publicado por la People's Vaccine Alliance (PVA) –grupo que reúne una septuagésima de entidades, entre otras, Oxfam Intermón y Amnistía Internacional–, los estados han pagado ya más de 34.500 millones por encima del precio de coste estimado de las dosis de estos dos fabricantes. No es extraño, por lo tanto, que la proyección de los beneficios de Moderna para este 2021 sea de 16.190 millones de euros, y la de Pfizer, que apenas ha anunciado ganancias netas de 8.845 millones de euros durante el primer semestre de 2021, sea de 21.900 millones.
Sin contar la compra extra de dosis de Pfizer anunciada este viernes en Salamanca por el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, España ya ha pagado 3.213 millones de euros de más, de acuerdo con el mencionado informe. Mucho más todavía han satisfecho Italia (4.154 millones), Francia (4.642) y Alemania (5.757).
¿Cómo se ha calculado? Los análisis de las técnicas de producción hechos por la organización Public Citizen con especialistas del Imperial College de Londres consideran que las vacunas de ARN mensajero producidas por Pfizer/BioNTech y Moderna se podrían haber hecho a gran escala por solo entre 0,99 y 2,40 euros la dosis. Aún así, estas dos vacunas son las más caras del mercado, a un precio de venta de entre 16 euros y 20 euros por dosis, respectivamente, y en algunos casos superan incluso estas cifras.
Para reducir el coste, sin embargo, hacía falta la voluntad política para crear centros regionales de producción, el coste estimado de los cuales ha sido cifrado por los mencionados expertos del Imperial College en 19.200 millones de euros. Lo que no tiene en cuenta el análisis, sin embargo, y que no cuantifica en detalle, es que estos centros no surgen en medio de la nada y que habrían necesitado otra infraestructura para poder ser operativos en el mínimo tiempo posible. La urgencia de combatir la pandemia también ha sido un factor clave a la hora de generar tantos beneficios para las farmacéuticas.
Inversión pública, beneficio privado
En todo caso, en condiciones de trabajo óptimas, sin los monopolios de fabricación de las vacunas, y compradas a precio de coste, los 7.850 millones de euros gastados ya para el programa COVAX habrían podido ser suficientes para vacunar completamente a todas las personas de los países de ingresos bajos y medios. En cambio, hasta ahora COVAX solo ha podido comprar dosis para cubrir el 23% de la población de los países en vías de desarrollo.
Una de las críticas más duras que hace la People's Vaccine Alliance es que los gobiernos de las grandes potencias no se han mostrado firmes a la hora de imponer condiciones a pesar de haber sufragado, en total –no solo a Moderna y Pfizer/BioNTech–, con más de 85.000 millones de euros la investigación, el desarrollo y las compras de materias primas para la fabricación de las vacunas. "Estas condiciones previas podrían haber garantizado que cualquier producto exitoso sería un bien público global", argumenta el análisis, y los poderes públicos habrían podido exigir que se obligara a compartir los derechos de la propiedad intelectual y la tecnología para fabricar cuanto más rápido mejor el número de vacunas necesarias para todo el mundo.
Uno de los problemas de la fiscalización del coste es el secretismo con que se han llevado a cabo las negociaciones entre gobiernos y farmacéuticas. Paradigmático es el caso de la Unión Europea, que si se ha llegado a saber fue porque los filtró en un tuit la ministra belga de Presupuestos, Eva De Bleeker. Según la mesa que De Bleeker publicó (y después borró), el precio de la dosis de Pfizer es de 12 euros y la de Moderna de 14,6. Y la de Oxford/AstraZeneca cuesta 1,78. En ningún caso, sin embargo, las cifras han sido confirmadas.
De donde hay datos disponibles, que no siempre es el caso, Pfizer/BioNTech ha cobrado a los gobiernos entre 6 y 24 veces el coste estimado de producción de su vacuna. El más bajo lo ha facturado en la Unión Africana, a 5,70 euros, y el más alto a Israel, a 23 euros por dosis. Moderna, que se benefició del programa de inversiones del gobierno federal de los Estados Unidos, "habría cobrado entre 4 y 13 veces el precio de coste estimado de su vacuna". El más bajo, a la administración norteamericana, han sido 13,90 euros, mientras que ha vendido a algunos clientes dosis por 31,20 euros. Colombia, de hecho, ha pagado el doble que los Estados Unidos, denuncia la People's Vaccine Alliance.