Alemania abre el debate sobre la imposición de restricciones a los no vacunados

Miles de personas se manifiestan en Francia e Italia contra el pasaporte sanitario

Manifestación en Francia contra el pasaporte sanitario impulsado por el presidente Emmanuel Macron, el 24 de julio de 2021.
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BarcelonaLas palabras de un ministro del gobierno alemán han abierto un debate en el país sobre si habría que imponer restricciones a las personas no vacunadas de covid-19. “Los vacunados tendrán más libertades que los no vacunados. Esto puede significar que determinadas ofertas como visitas a restaurantes, al cine o a los estadios no sean posibles para los no vacunados, aunque tengan un test negativo, porque el riesgo sería demasiado grande”, ha dicho al diario dominical Bild am Sonntag el ministro de la cancillería, Helge Braun. Pero la propuesta ha sido rebatida enseguida por miembros de la misma coalición de gobierno e incluso por el presidente de su partido, la CDU, Armin Laschet, que ha querido recalcar que “hasta ahora ha regido el principio que los vacunados, las personas con un test negativo y las que tienen certificado de haber pasado la enfermedad tienen el mismo trato para acceder a determinados actos”.

También el jefe del grupo parlamentario del Partido Socialdemócrata (SPD), Rolf Mützenich, ha puesto en entredicho la constitucionalidad de la propuesta de Braun, y ha advertido de que “con amenazas no cambiaremos la actitud de algunas personas ante las vacunas”. El 49% de los alemanes están vacunados completamente y el 60% tienen al menos una dosis. Pero, igual que en el resto de países ricos, una parte de la población no vacunada lo es por voluntad propia. En Estados Unidos, por ejemplo, el mismo presidente Joe Biden remarcó la semana pasada que su país tiene ahora “una pandemia solo entre los no vacunados”. El mapa de la nueva expansión del virus –debido a la variante delta, más contagiosa– coincide con el de los estados republicanos que han rechazado siempre las medidas anticovid. Las nuevas hospitalizaciones y muertes se concentran también en las zonas menos vacunadas. 

Protestas por el pasaporte sanitario

En Francia, el Senado ha aprobado esta madrugada el proyecto de ley de Emmanuel Macron que impondrá el certificado sanitario para acceder a bares, cafés, restaurantes y transportes de largo recorrido. En este caso, el certificado puede ser tanto de vacunación como de haber pasado la enfermedad o haber dado negativo en un test durante las 48 horas anteriores. Pero aun así más de 160.000 personas se manifestaron el sábado por la tarde en todo el país para protestar contra la ley, bajo los lemas Por la Libertad y Contra la dictadura sanitaria. Según las encuestas, sin embargo, el 76% de los franceses están de acuerdo con la medida. La movilización, que tenía el apoyo del partido de Marine Le Pen, acabó con algunos disturbios y la policía detuvo a 68 personas.

Al mismo tiempo que en Francia, y también en contra del pasaporte sanitario, se manifestaron en Italia miles de personas. El lema era muy similar: Basta de dictadura. No green pass. A pesar de que el líder de La Lega, Matteo Salvini, había apoyado la marcha, el ultraderechista fue blanco de las críticas de los manifestantes, que lo consideran “cómplice de la dictadura, como todos los partidos que están en el Parlamento”, decía un testigo al Corriere della Sera. De hecho, a la movilización se habían adherido partidos más a la derecha de La Lega, como Forza Nuova.

Y en la otra punta del mundo, en Australia, el regreso de las restricciones impuestas por una nueva oleada de covid-19 desencadenó también violentas protestas l sábado por la tarde, que acabaron con 51 detenciones y 500 personas multadas. La llegada de la variante delta ha cogido al país desprevenido, con una tasa muy baja de vacunación y una población muy confiada por la poca incidencia que ha tenido la pandemia hasta ahora. Con todo, las cifras son todavía bajas, con unos 140 casos diarios, pero el gobierno ha impuesto restricciones en buena parte del país.

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