Cumbre de la OTAN

El clima de guerra de bloques se impone en la cumbre de la OTAN

Stoltenberg avisa de que han detectado una campaña de hostilidades de Rusia contra los miembros de la Alianza

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El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

WashingtonMás de dos años después de que estallara la guerra de Ucrania, la OTAN ha concluido su 75 aniversario haciendo un llamamiento a no quedarse atrás en la carrera armamentística contra Rusia. Aunque la prioridad número uno sea frenar el avance de Moscú, la lista de amenazas para la Alianza se ha ampliado con China e Irán. Kiiv se ha convertido en la punta de lanza de una guerra de bloques que cada vez toma más forma, con los aliados acusando a Pekín y Teherán de ayudar a Vladimir Putin en su invasión.

Los países occidentales se han comprometido a enviar 40.000 millones de euros a Kiiv en el próximo año, y cada país miembro empezará a trabajar en casa por reforzar sus capacidades industriales en el ámbito defensivo.

La reciente incorporación de Finlandia y Suecia, que se han estrenado en esta cumbre y han elevado el número países miembros a 32, también es síntoma del clima bélico que sigue esparciéndose por todo el Viejo Continente. Alemania es uno de los países europeos donde más resuena esta militarización: por un lado, Estados Unidos ha anunciado que en 2026 instalarán sistemas de misiles de largo alcance para ampliar el rango de las capacidades balísticas de Europa, y por otra, la OTAN creará una base desde la que coordinar el equipamiento y entrenamiento de las tropas ucranianas. Moscú ya ha reaccionado al despliegue de los misiles de largo alcance amenazando con una "respuesta militar".

Campaña rusa contra Occidente

"Rusia está llevando a cabo una campaña de hostilidades para intimidar a los aliados de la OTAN", ha advertido este jueves el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. El político noruego ha hecho esta declaración en relación con una exclusiva publicada por la CNN que revela que Estados Unidos y Alemania han frustrado un complot ruso para asesinar al director ejecutivo de una fábrica de armas alemana que produce proyectiles y vehículos militares para Ucrania. Stoltenberg no hizo referencia explícita a este caso, pero sí aseguró que han detectado "una campaña organizada por los servicios de seguridad rusos con el objetivo de llevar a cabo acciones hostiles contra los aliados de la OTAN". Stoltenberg aseguró que la intención de Rusia es desalentar el apoyo a Kiiv, aunque está teniendo "el efecto contrario". "Los aliados de la OTAN han salido en defensa de Ucrania", aseguró.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha celebrado el compromiso de la Alianza con su país y el paquete de asistencia militar que se ha aprobado. Aunque a efectos prácticos la inclusión de la palabra irreversible en la declaración de la OTAN sobre la futura adhesión de Ucrania a la Alianza no cambia la realidad inmediata del país, Zelenski lo ha celebrado como un "victoria". El presidente considera que se trata "de un paso más" para su entrada en la OTAN y cree que el próximo movimiento será ya una invitación formal.

Lo que sí Ucrania ha pedido a los socios occidentales ha sido que levanten las restricciones sobre el uso de las armas contra los objetivos rusos. Alemania y Estados Unidos ya lo hicieron, en condiciones, en mayo, cuando autorizaron a Kiiv para que utilizara su armamento para llevar a cabo ataques en territorio ruso. "Si queremos ganar, sobrevivir... necesitamos levantar todas las limitaciones", ha dicho Zelenski.

Otro de los grandes anuncios de esta cumbre ha sido el del envío de varios sistemas de defensa aéreos a Ucrania. Zelenski ha agradecido el envío de los Patriot realizado conjuntamente entre Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Rumanía e Italia, así como los aviones de combate F-16 que ya están volando hacia territorio ucraniano. Los aviones, según ha informado el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, estarán en las bases ucranianas y podrían entrar en funcionamiento este verano. Sullivan ha salido a hacer esta aclaración después de que Rusia acusara a Washington de estar "liderando una mafia bélica" con los acuerdos alcanzados en la cumbre. En su día Putin ya salió a decir que si los F-16 llegaban a utilizarse en aeródromos de terceros países se "convertirían en un objetivo legítimo".

Pekín acusa a la OTAN de "malas intenciones"

Quien tampoco se ha tomado bien los movimientos llevados a cabo en la cumbre de la OTAN ha sido China. Pekín criticó que los miembros de la Alianza le hayan señalado como un agente "facilitador" para las operaciones de Rusia dentro de Ucrania. "En la crisis de Ucrania la OTAN ha exagerado la responsabilidad de China. Esto no tiene sentido y está cargado de malas intenciones", ha asegurado el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jin.

Lin ha asegurado que la declaración de los países aliados "está lleno de la mentalidad de la Guerra Fría y de retórica beligerante, y de un contenido relacionado con China lleno de provocaciones, mentiras, incitaciones y difamaciones".

Por otra parte, China también ha avisado a la OTAN de que su expansión por la zona del Indopacífico perturba la región. Este jueves los líderes de Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia se han reunido también con los miembros de la Alianza para abordar la situación del mar de China Meridional. Estados Unidos ha estado reforzando su presencia militar por contener al gigante asiático, especialmente después de que haya hecho explícito que "la reunificación" de Taiwán es inevitable. Esto sería una línea roja para Washington y, por tanto, para el bloque occidental.

Orbán, la grieta en la unidad

La OTAN se ha centrado toda la cumbre en enviar un mensaje de unidad ante las amenazas. Es decir, contra Rusia, China e Irán. La imagen sería más creíble si no fuera que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se ha estado reuniendo precisamente con sus homólogos Vladimir Putin y Xi Jinping. En la cumbre Hungría ya ha avisado de que no aceptará que la OTAN se convierte en un blog "antiChina". De la misma forma, su ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, afirmó que veía con buenos ojos un segundo mandato de Donald Trump.

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