Kamala Harris ya logra superar a Trump en las encuestas

La euforia para la candidata surte efecto y, de momento, otorga el control sobre Pensilvania, el estado indispensable para llegar a la Casa Blanca

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Kamala Harris se convierte en la candidata demócrata a la presidencia de EE.UU.

WashingtonLa asistencia multitudinaria de los mítines de Kamala Harris ya se refleja en las encuestas. Tres semanas después de que Joe Biden renunciara a la candidatura demócrata, Harris ha logrado superar a Donald Trump en las encuestas. La remontada ya no sólo es un sentimiento, sino que se puede cuantificar: la vicepresidenta logra el liderazgo en tres estados clave, entre ellos Pensilvania, según la encuesta publicada este sábado por New York Times.

De los siete swing states que existe este año, Pensilvania se dibuja como la llave que abre las puertas del Despacho Oval. Este año reparte 19 votos electorales (uno menos que en 2020) y el objetivo de los demócratas es asegurar este estado de cara al 5 de noviembre. El 2020 fue decisivo para que Biden pudiera llegar a la Casa Blanca y ganó por un margen muy estrecho. Hasta ahora, las encuestas situaban a Trump líder en este estado, pero desde que Harris encabeza el ticket demócrata los datos han ido mejorando. Los sondeos anteriores ya dibujaban Pensilvania como un terreno donde ambos candidatos estaban codo a codo; ahora que la demócrata ha logrado imponerse, tendrá que trabajar para mantener el liderazgo los tres meses que quedan.

Los otros dos estados clave donde Harris ha logrado superar a Trump son Wisconsin y Michigan. En los tres estados Harris, según el sondeo del New York Times, se sitúa por delante de su rival con un 50% de los apoyos frente al 46%. En la misma línea, el pasado viernes la página FiveThirtyEight de análisis de encuestas ya situaba a Harris por delante de Trump a escala nacional. Cuando Biden se retiró el pasado 21 de julio, Trump iba por delante en el conjunto del país con un 43,5% frente a un 40,2% del actual presidente. El 9 de agosto, Harris logró girar la tortilla y superar al candidato republicano con 2,1 puntos porcentuales de ventaja. Este cambio de tendencia se consolidaba cuatro días después del multitudinario mitin en Filadelfia (Pensilvania) donde Harris presentó a Tim Walz, gobernador de Minnesota, como su candidato a la vicepresidencia.

Trump y la obsesión por las multitudes

El fichaje de Walz como compañero de ticket ha acabado de consolidar el regreso de la alegría dentro del partido y la energía que desprenden los últimos mítines de Harris recuerda mucho a las campañas de Obama. La ola ha adquirido tal magnitud que los republicanos parecen estar paralizados mientras intentan recalibrar su estrategia para confrontar a Harris. Los datos han gustado tan poco a Trump que publicó en Truth Social que le está yendo "muy bien en la carrera presidencial, liderando casi todas las encuestas REALES". La afirmación del expresidente no sólo ataca la encuesta del New York Times, sino que vuelve a alimentar el discurso en torno a la idea de que le robaron las elecciones.

La falsa creencia de que los demócratas robaron la victoria del 2020 en Trump sigue bien presente entre sus seguidores. En Milwaukee, ante la pregunta sobre qué ocurriría si los republicanos perdían las elecciones, una de las respuestas era que no dejarían que les volvieran "a robar las elecciones". Que el expresidente señale las encuestas que no le dan cifras favorables como falsas sigue alimentando esta retórica de que las bases más trumpistas se creen fielmente.

La inquietud por el cambio de escenario está haciendo que Trump pierda el foco y se enrede en sus propios ataques: el último ha sido acusar a Harris de utilizar la inteligencia artificial para llamar las fotografías del asistencia a sus mítines. La acusación es falsa.

Trump, acostumbrado a ser la estrella del rock de las campañas con grandes cifras de asistencia, no lleva bien que Harris le esté disputando el puesto. El expresidente siempre ha dado importancia a los datos, no sólo desde que dio el salto a la política en el 2015, sino antes, cuando ya era conocido como estrella televisiva: cuando aparecía en el programa donde simulaba ser un exitoso presentador, siempre se obsesionaba con los índices de audiencia.

Ahora bien, pese a que la euforia demócrata haya noqueado a los republicanos, todavía hay puntos débiles que el tándem Harris-Walz debe solucionar. Internamente, todavía existen las críticas entre las bases y el sector más progresista sobre la guerra de Gaza. Externamente, la encuesta del New York Times seguía mostrando cómo la economía y la inmigración siguen siendo los dos puntos débiles de la candidatura demócrata. En estas dos áreas, los votantes siguen prefiriendo a Trump para gestionar ambas cuestiones.

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