Estados Unidos

Trump se declara inocente de haber conspirado para sabotear las elecciones del 2020

El expresidente, que denuncia una "persecución política", se entrega a la justicia, ahora acusado de alentar el asalto al Capitolio para obstruir el traspaso de poder a Biden

El expresidente Donald Trump saliendo de su comparecencia
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WashingtonA Donald Trump, el único expresidente imputado en la historia de Estados Unidos, le han leído esta tarde los cargos más graves de todos los que pesan sobre él: cuatro delitos de conspiración y obstrucción por su papel protagonista en uno de los capítulos más oscuros de la democracia estadounidense, el asalto al Capitolio, que podrían llevarle a pasar el resto de su vida en prisión.

Ante la juez, Moxila Upadhyaya, el magnate se ha declarado inocente de la acusación, que se remonta a los hechos ocurridos entre el 3 de noviembre de 2020, cuando perdió las elecciones presidenciales, y el 6 de enero de 2021, cuando hizo todo lo posible para anular su resultado alentando a sus seguidores más radicales a tomar el edificio federal y exigiendo a su vicepresidente, Mike Pence, que detuviera la certificación de Joe Biden como nuevo inquilino de la Casa Blanca. Upadhyaya ha decidido dejarle en libertad, pero ha fijado la próxima vista para el 28 de agosto. "Es una persecución política", ha dicho Trump a los periodistas desde el aeropuerto Ronald Reagan, ya después de su comparecencia. "Y se supone que esto nunca debería ocurrir en Estados Unidos", ha añadido.

En el interior del tribunal federal del Distrito de Columbia, por tercera vez en cuatro meses le han quitado las huellas dactilares y le han leído el acta de acusación. Tal y como ocurrió en sus dos procesamientos anteriores, en Nueva York y en Miami, no le han detenido ni esposado, ni le han hecho una foto de cara y de perfil para la ficha policial, teniendo en cuenta su relevancia pública.

La juez que lleva el caso, Moxila Upadhyaya, que ha presidido en el mismo juzgado decenas de juicios a trumpistas que asaltaron el 6 de enero la sede del poder legislativo, ha procedido a leer al protagonista de estos hechos los cuatro cargos que pesan sobre él: conspiración para defraudar al gobierno estadounidense, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento legal y conspiración para violar derechos civiles.

Máxima seguridad para una audiencia histórica

El expresidente, que podría haber comparecido de forma virtual, ha elegido hacerlo presencialmente, buscando un nuevo baño de masas, esta vez, en la capital del país. A media tarde, salió de su club de golf en Bedminster (Nueva Jersey) y se desplazó en jet privado hacia Washington.

Allí le esperaban decenas de sus seguidores, con pancartas y disfraces, megáfonos y altavoces, gritando consignas a favor del expresidente. La mayoría siguen convencidos de que Trump ganó las elecciones del 2020 y está siendo víctima de una "caza de brujas". Sin embargo, eran muchos menos de los que le recibieron en sus imputaciones en Nueva York y Miami, en parte porque el Distrito de Columbia es un lugar de abrumadora mayoría demócrata, a diferencia de los otros estados donde se juzgará al expresidente. En el exterior del edificio se han producido enfrentamientos dialécticos entre fieles y detractores del magnate, pero ningún altercado que haya impedido su comparecencia en el juzgado.

Pancartas a favor de la candidatura de Donald Trump en las presidenciales del 2024 ondean por las inmediaciones del juzgado donde debía comparecer el expresidente.

La policía de Washington y los Marshals, el servicio responsable de la seguridad en el interior de los tribunales federales, cortaron las calles y escoltaron al exmandatario hasta la puerta del edificio. El despliegue de fuerzas de seguridad que ha rodeado este acto ya se considera entre los mayores que se han llevado a cabo en la historia del país para asegurar un proceso judicial.

Se acumulan los juicios contra el magnate

El fiscal especial que interpuso la acusación a Trump, Jack Smith, también acudió a la cita, como ya hizo en la audiencia de Trump en Miami. Smith fue designado en nombre de la independencia judicial por el fiscal general del estado, Merrick Garland, después de que Trump anunciara su candidatura para las primarias. También fue el fiscal encargado de investigar el caso de los documentos clasificados que el FBI encontró en la residencia privada de Trump en Florida, un caso por el que le imputó 40 delitos.

Todavía no hay fecha para el nuevo juicio que espera al expresidente, que Smith ya ha asegurado que intentará que llegue "rápido", presumiblemente antes de las elecciones. Si fuera el caso, Trump se encontraría con un calendario aún más apretado en la recta final de su campaña electoral.

De momento, ya tiene programado un juicio el 2 de octubre por el caso de fraude en su negocio inmobiliario; otro el 25 de marzo del próximo año por la acusación de falsificación documental por los sobornos a la actriz Stormy Daniels, y el 20 de mayo por los papeles de Mar-a-Lago. Además, en las próximas semanas todavía podría caerle una cuarta imputación, y un quinto juicio por intentar manipular las elecciones presidenciales en el estado de Georgia.

Trump alegará libertad de expresión

El abogado del expresidente, John Lauro, dio este miércoles algunas pistas del camino que tomará su defensa en ese juicio. En declaraciones a la CNN, invocó la Primera Enmienda de la Constitución y aseguró que la imputación "es un ataque directo a la libertad de expresión" y está "políticamente motivada". En otras palabras, considera que las mentiras que expresó reiteradamente Trump antes y después de las elecciones, alegando sin pruebas que había sido víctima de un fraude electoral, y que condujeron al asalto al Capitolio, forman parte de la libertad de expresión.

Una imagen de Donald Trump, previa al asalto al Capitolio.

Para intentar convencer al jurado, se enfrentará a los argumentos del fiscal especial Smith, que alega en el acta de acusación que el expresidente "propagó estas afirmaciones sabiendo que eran mentira". Unas falsedades que "crearon una intensa atmósfera nacional de desconfianza y enfado y erosionaron la fe pública en las elecciones", lo que formó parte de una conspiración para subvertir el orden constitucional.

Un tribunal con historia

En el mismo tribunal que juzgará al magnate han tenido lugar a lo largo de la historia cientos de juicios de gran relevancia política, como el de Mary Surrat, una de las implicadas en el asesinato del presidente Abraham Lincoln, que trató de evitar sin éxito su sentencia de muerte en 1865. O el de Charles Guiteau, también condenado a pena de muerte por el asesinato de un presidente, el republicano James Garfield, en 1882.

También se investigó aquí el caso Watergate, un escándalo surgido en 1970 a raíz del robo de documentos de la sede del Partido Demócrata de Estados Unidos que acabó con el gobierno de Richard Nixon, que trató de encubrir a los responsables. En el tribunal donde se juzgará a Trump fueron condenados cinco de los asesores de este otro expresidente republicano. En el caso que nos ocupa, se procesará también a cinco "coconspiradores", cuyos nombres todavía no han trascendido en el acta de imputación.

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