Trump no quiere que el FBI compruebe a los antecedentes de sus candidatos a formar parte del gobierno

La decisión llega en medio de la polémica en torno a la investigación del comité de ética del Congreso sobre el candidato a fiscal general

El candidato a fiscal general nombrado por Donald Trump, Matt Gaetz.
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WashingtonDonald Trump quiere evitar las verificaciones de antecedentes que el FBI suele realizar una vez el presidente electo nombra quién formará parte de su gabinete. Para evitarlo, el equipo de transición del presidente electo está utilizando empresas privadas para realizar investigaciones sobre los candidatos a los cargos de la administración entrante. Trump y sus aliados están eludiendo el tradicional proceso del FBI, según explican a la CNN personas cercanas al plan, argumentando que los federales tardan mucho y siguen un procedimiento lleno de problemas que podría obstaculizar el plan del republicano de empezar a aplicar la su agenda desde el primer día.

Los más críticos también argumentan que la inspección por parte del FBI podría revelar información que después se podría utilizar contra los propios candidatos. La oposición de Trump a las verificaciones de los antecedentes coincide con la polémica que existe en torno a su elección del congresista Matt Gaetz como fiscal general. Gaetz no sólo es conocido por su perfil ultra y su carácter beligerante en el Congreso, donde ha llegado a interrumpir varias sesiones de la cámara baja, sino que también pesa sobre él una investigación por abuso de menores. El Comité de Ética del Congreso tiene abierto un proceso de revisión sobre Gaetz por conducta sexual inapropiada, consumo de drogas ilícitas, aceptar regalos inadecuados e intentar obstruir investigaciones gubernamentales sobre su conducta.

En relación al caso del comité, en el 2021 el departamento de Justicia abrió una investigación en Gaetz por tráfico sexual. El caso se centraba en determinar si el congresista de Florida tuvo una relación sexual con una chica de 17 años y le pagó para que viajara con él. Justicia cerró el proceso sin consecuencias penales. Ahora Trump quiere que Gaetz ocupe uno de los cargos más importantes dentro del sistema judicial estadounidense, donde tendrá la competencia para desestimar los dos casos federales que están abiertos contra el expresidente y podrá ordenar abrir investigaciones allá donde las considere necesarias.

Aunque el protocolo establezca que es el FBI quien debe realizar la verificación de los antecedentes, la última palabra sobre los miembros del nuevo gabinete o con quien se comparte la información depende del presidente electo. Evitar las comprobaciones por parte del FBI supone también ir en contra de una norma afincada en Washington desde hace mucho tiempo. Aunque no sería la primera tradición que Trump rompe: ya lo hizo en el 2020 cuando no invitó a Joe Biden a la Casa Blanca para escenificar el traspaso de poder entre el presidente saliente y el presidente entrante. Tampoco estuvo presente durante la toma de posesión de Biden en enero. En su lugar, Trump alimentó las teorías de fraude electoral e instigó aasalto al Capitolio el 6 de enero para intentar revocar la certificación de los resultados de los comicios.

Desconfianza en las instituciones

Los recelos de Trump hacia el FBI ponen de relieve una vez más la desconfianza del magnate con las instituciones y las estructuras de Estado, las cuales ha criticado severamente y ha tildado de ser el "deep state". Negarse a dejar que el FBI compruebe los antecedentes de sus candidatos y controlar el proceso vía empresas privadas, aún genera mayor desconfianza respecto a la polémica elección de Gaetz como fiscal general.

Dentro de las filas republicanas, muchos congresistas quedó atónitos ante la decisión. Gaetz se ha ganado a pulso a muchos enemigos en los pasillos del Capitolio, incluida gente de su propio partido. Su cargo, al igual que otros muchos miembros de la administración entrante, debe ser certificado por el Senado. Aunque los republicanos controlan la cámara alta, tienen una mayoría muy estrecha y ya hay senadores que se han mostrado críticos con su elección.

Gaetz dimitió como congresista el miércoles, poco antes de que saliera a relucir el informe sobre la relación sexual con la menor. Al renunciar al acta de diputado, el comité ya no puede publicar su investigación sobre Gaetz. Mientras algunos congresistas han insistido en que lo haga público igualmente, este viernes l'speaker de la Cámara de los Representantes, el republicano Mike Johnson, ha anunciado que solicitará "firmemente" al comité que no publique el documento.

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