El ataque ruso a Ucrania

Las "bombas sucias", la última amenaza en la guerra de Ucrania

Las autoridades pro-rusas crean una milicia para defender Jerson mientras continúa la evacuación de civiles

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Un edificio destruido a Balakliia, en la región ucraniana de Khàrkiv, este lunes

BarcelonaRusia ha introducido un nuevo concepto en el diccionario de la guerra de Ucrania, las "bombas sucias". El gobierno de Vladímir Putin ha alertado de la posibilidad de que Kiev utilice este tipo de explosivos, cargados con material radiactivo, en su propio territorio para culpar a Moscú de utilizar armas de destrucción masiva. Pero tanto Ucrania como los aliados occidentales han rechazado las acusaciones y han avisado de que puede ser una estrategia de Moscú para preparar el terreno para una operación de falsa bandera.

Igor Kirillov, el jefe de las fuerzas de defensa radiológica, química y biológica del ejército ruso, ha asegurado este lunes que Ucrania tiene un stock abundante de residuos radiactivos acumulados en sus plantas nucleares, como también el conocimiento necesario para construir bombas sucias. Ayer, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ya trasladó estas acusaciones a sus homólogos de los Estados Unidos, Francia y Reino Unido, que este lunes han dejado claro el compromiso de mantener el apoyo a Kiev "tanto tiempo como haga falta".

Los tres países occidentales han acusado a Rusia de conspirar para utilizar la amenaza de este tipo de bombas como pretexto para hacer escalar la guerra en Ucrania. Kiev ha desmentido la información y también ha apuntado a la idea de que Moscú esté diseñando una "operación de falsa bandera" –es decir, que sea el ejército ruso quien lance estas bombas, pero que acuse de ello a Ucrania–, según ha afirmado el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitró Kuleba, después de hablar con su homólogo norteamericano, Antony Blinken.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también se ha manifestado en la misma línea: "Los aliados de la OTAN rechazan esta acusación. Rusia no tiene que utilizarlo como pretexto para la escalada. Nos mantenemos inalterables en nuestro apoyo a Ucrania".

Kuleba también ha explicado que ha pedido al director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, que envíe expertos a las instalaciones nucleares del país para desmentir las acusaciones. Según ha afirmado en Twitter, Grossi ha aceptado "mandar urgentemente a expertos". Con todo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha insistido: "El hecho de que haya desconfianza con la información proporcionada por la parte rusa no quiere decir que la amenaza del uso de bombas sucias no exista. La amenaza es real".

Pero, ¿qué son las bombas sucias? Se trata de una mezcla de explosivos convencionales, como la dinamita, y material radiactivo, que hasta ahora no se ha acreditado en ningún conflicto. En el momento de la explosión, el polvo o los perdigones radiactivos se dispersan y afectan a los alrededores. No se tienen que confundir con las bombas atómicas, que requieren una compleja reacción nuclear de fusión y que liberan una cantidad enorme de energía, con una capacidad de destrucción muy superior. La capacidad destructiva de las bombas sucias no es muy superior a la del armamento convencional, pero el riesgo añadido es la contaminación radiactiva que puede causar en la zona afectada.

Batalla en Jerson

Todo esto tiene lugar mientras la batalla en la región de Jerson continúa. Menos de un mes después de anexionarse ilegalmente esta provincia ucraniana, los últimos movimientos de Moscú parecen constatar la debilidad de sus fuerzas. Este lunes las autoridades pro-rusas han anunciado la creación de una milicia local para tratar de frenar el adelanto de las tropas ucranianas y han ofrecido a todos los hombres que decidan quedarse en la ciudad de Jerson unirse a este batallón.

En una comunicación a través de Telegram, la administración títere de Jerson ha subrayado que era una "oportunidad" y, por lo tanto, una decisión voluntaria, a pesar de que en las últimas horas se han intensificado los llamamientos a evacuar la ciudad por "la tensa situación en el frente". "Es vital que salvéis la vida", dijo el domingo el ministro de Educación ruso, Serguéi Kravtsov, en un mensaje de vídeo.

Las autoridades pro-rusas revelaron el pasado miércoles que la intención era trasladar a unos 60.000 civiles al otro lado del río Dniéper y, según la agencia Interfax, unas 25.000 personas ya habían salido. El think tank norteamericano Institute for the Study of War considera que este llamamiento urgente a salir de Jerson puede buscar despoblar la región para "afectar su viabilidad económica y social a largo plazo". Según el ministerio de Defensa ucraniano, sus tropas han liberado hasta ahora 90 localidades de la provincia, donde viven más de 12.000 personas.

Civiles evacuados de Jerson

Por otro lado, este lunes Vladímir Rogov, líder del movimiento Juntos con Rusia en Zaporiyia, otra de las provincias anexionadas, ha avisado de que el ejército ucraniano se está preparando para lanzar una ofensiva. "Están enviando tanques y vehículos de combate de infantería", ha dicho Rogov a la agencia rusa Tass. Rogov ha añadido que no descartaba la posibilidad de que las fuerzas ucranianas intenten destruir las centrales hidroeléctricas de Dniéper y Kajkovka con el objetivo de inutilizar la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso.

Llamamiento a "ahogar" y "quemar" niños

El ministro de Exteriores ucraniano ha pedido que todos los países que no lo hayan hecho todavía prohíban el canal ruso RT, después de que un presentador llamara a "ahogar" y "quemar" a niños ucranianos, una salida de tono que ha forzado a la dirección de la cadena a suspenderlo. "Ni yo ni el colectivo de RT podemos permitir que a nadie se le pase por la cabeza que alguien de nosotros pueda compartir esta salvajada", ha argumentado este lunes la directora de la cadena, Margarita Simonian, en una publicación en Telegram.

"Se tendrían que ahogar en el río Tisina. Ahogad a estas criaturas", dijo Anton Krasovski en un programa emitido el jueves, refiriéndose a niños ucranianos que en los 80 veían la Rusia soviética como ocupante. Krasovski ha pedido perdón y ha asegurado que estaba "muy avergonzado". "Bueno, estas cosas pasan. Estás en directo, te dejas llevar y no puedes parar. Pido perdón a todos los que quedaron aturdidos".

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