Disturbios en Reino Unido en las protestas ultras por el ataque de Southport
La desinformación sobre el autor del apuñalamiento de tres niñas ha empujado a los grupos de extrema derecha a la calle
BarcelonaReino Unido ha vivido este sábado una jornada inusualmente violenta, con protestas de la extrema derecha en más de 25 ciudades que han recibido más de una veintena de contramanifestaciones en más de una veintena de localidades. La ola de desinformación que se extendió en internet sobre el autor de el ataque múltiple con cuchillo del pasado lunes en Southport, cerca de Liverpool, donde murieron tres niñas de entre seis y nueve años, ha empujado a los círculos ultras británicos a la calle con discursos de odio contra la migración. Los primeros rumores esparcidos apuntaban a que el autor del ataque era un demandante de asilo sirio, aunque después la policía desveló que el único sospechoso de los apuñalamientos es un joven de 17 años, nacido en Cardiff y de origen ruandés.
Los disturbios empezaron el miércoles, cuando algunos ultras se enfrentaron a la policía ante la mezquita de Southport, pero algunos de los altercados más importantes se dieron el viernes por la noche en la ciudad de Sunderland, donde ocho personas fueron detenidas y tres agentes de la policía resultaron heridos. Las protestas en esta ciudad, donde estaban concentrados varios cientos de manifestantes, dejaron un edificio y un coche completamente calcinados. Durante el día del sábado, las manifestaciones se esparcieron por todo el Reino Unido, y en ciudades como Liverpool, Nottingham o Stoke-on-Trent, se vivieron momentos de tensión cuando los protestantes lanzaron ladrillos, botellas y sillas contra agentes del orden. Todos los agentes antidisturbios de Inglaterra y Gales estaban en alerta para este fin de semana, que ya se prevenía convulso.
Las detenciones y heridos se han sucedido durante el día en varios lugares. En Liverpool, seis personas fueron detenidas y dos agentes resultaron heridos. En Stoke-on-Trent cuatro personas fueron detenidas, las mismas que en Hull, donde tres agentes de policía resultaron heridos después de que los manifestantes intentaran atacar a un hotel donde había solicitantes de asilo.
También se han multiplicado este sábado las contramanifestaciones y las muestras de rechazo a las concentraciones de extrema derecha. La organización Stand Up to Racism ha organizado contramanifestaciones en unas 10 ciudades. En algún caso, como el de Nottingham, donde tres manifestantes ultras fueron detenidos, las tensiones entre manifestantes ultras y contramanifestantes necesitaron la intervención de la policía.
Primera crisis de Starmer
La ministra británica del Interior, Yvette Cooper, ha advertido a los manifestantes de que "pagarán" por la violencia en las calles y que la policía tiene el apoyo del gobierno para tomar las medidas que sean necesarias. "El vandalismo no tiene lugar en nuestras calles" y "no podemos tolerar este tipo de violencia o desorden criminal en nuestras calles", afirmó Cooper en una declaración televisada.
En la misma línea se ha pronunciado el premier británico, el laborista Keir Starmer, que afronta su primera crisis al frente del gobierno británico. "La policía tiene el apoyo total" para tomar acciones contra los "extremistas" que quieren "sembrar odio", ha asegurado. Starmer se ha reunido este sábado con varios ministros para hablar de los disturbios, pero aún no ha aclarado si convocará al Parlamento, en estos momentos de vacaciones, para tratar el asunto.