Europa mira a Gaza a través del espejo del Mediterráneo

Representantes de Exteriores que forman parte de la Unión por el Mediterráneo adaptan la hoja de ruta a los nuevos retos de la región

La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, junto al secretario general de la Unión por el Mediterráneo, Nasser Kamel, en Barcelona.
28/11/2025
4 min

BarcelonaUn silencio se cernía sobre el Palacio de Pedralbes de Barcelona este viernes antes del encuentro de ministros de Exteriores de la Unión por el Mediterráneo (UpM). Desde que a mediados de octubre se selló el plan de paz auspiciado por Donald Trump en Gaza, Europa ha abandonado la contundencia con la que en verano condenaba el genocidio en Gaza y esconde la cabeza bajo el ala mientras Israel incumple el alto el fuego en el enclave. Pero la reunión ministerial del 10º Foro Regional de la organización ha puesto a los jefes de la diplomacia europeos frente al espejo con sus homólogos de la cuenca sur del Mediterráneo, que han denunciado la impunidad de Israel y han reivindicado una solución política duradera en la Franja.

Entre los asistentes estaba una representante israelí y otro palestino, en el único organismo internacional que puede hacer gala de sentar a ambos al mismo nivel. Era la primera vez, desde 2023, que Tel-Aviv volvía a estar presente en un encuentro de la UpM. Pero ha evitado enviar al dirigente de mayor grado invitado, el ministro de exteriores Gideon Saar, que en septiembre calificó a Pedro Sánchez de "antisemita y mentiroso" después de que el presidente español pidiera la expulsión de Israel de todas las competiciones deportivas. En su lugar asistió Dana Erlich, la encargada de negocios de Israel en España que, según fuentes presentes en la reunión, declinó intervenir y desaprobó las intervenciones en referencia a Gaza.

La reunión de este viernes era el décimo foro regional de la UpM y se enmarcaba en el 30 aniversario del proceso de Barcelona. "Los cumpleaños sirven para reflexionar", apuntaba el secretario general de la organización, el egipcio Nasse Kamel. Y la constatación ha sido diáfana: el Mediterráneo de hoy nada tiene que ver con el de hace tres décadas: los desafíos climáticos, bélicos, geopolíticos y migratorios han convertido esta cuna de la civilización en un cementerio. Con estos cambios en mente, los dirigentes han convenido en la necesidad de trazar una nueva estrategia que tenga en cuenta las nuevas necesidades y las nuevas prioridades. Si hace treinta años los representantes reunidos en Barcelona sellaban el pacto hablando de diálogo, cooperación, democracia y paz, hoy han puesto en marcha la nueva hoja de ruta bajo un lema más pragmático: "conectando a personas, conectando países, conectando economías".

"No nací en el Mediterráneo"

El alta representante de la Unión Europea, Kaja Kallas, ha querido guiñar un ojo a los anfitriones y ha abierto su intervención con una cita del cantante catalán Joan Manel Serrat: "No nací en el Mediterráneo sino en el mar Báltico", ha dicho. Una confesión que, irónicamente, ilustra las prioridades de defensa y seguridad de la UE, preocupada por cómo protege su frontera oriental también en el plano diplomático. "Queremos que la guerra [de Ucrania] se acabe, pero de la forma en que se acaba importa", ha subrayado Kallas, que ha destacado que hay que apoyar a Kiiv en las negociaciones con Trump, ya que en el caso de Ucrania es evidente que "tenemos un agresor y un agredido". Sin embargo, la dirigente estonia ha hablado de Gaza al admitir que el alto el fuego sigue siendo "frágil" y, en un aviso poco habitual, ha condenado la violencia de los colonos en Cisjordania: "Estos ataques deben detenerse y juzgar a los responsables", ha advertido.

El ministro de Exteriores jordano y copresidente de la organización, Ayman Safadi, ha recogido el guante de Kallas y ha aprovechado los términos "agresor" y "agredido" para denunciar el empleo israelí y, de paso, reivindicar el doble cobijo de Bruselas con los conflictos. Safadi recordó que "los derechos de los palestinos siguen siendo vulnerados" al otro lado del Mediterráneo y denunció que, mientras la comunidad internacional se concentra en dar cumplimiento al pacto, en la Franja "no llega la ayuda humanitaria" que se acumula en su país, a la espera del permiso de Israel.

También fue contundente la intervención del ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, quien denunció que "la paz, la estabilidad y la seguridad de la región están en juego", en referencia a Gaza, y puso de manifiesto que garantizar la estabilidad del Mediterráneo pasa por "avanzar en la formación de consensos para". En este sentido, ha defendido que espacios como este foro demuestran que "el diálogo y el entendimiento son más fuertes que el conflicto". Albares aseguró que "Barcelona es la capital diplomática del Mediterráneo" y anunció un aumento de la contribución de España a la organización. Paralelamente, ha formalizado con el secretario general de la UpM un acuerdo para convertir a Barcelona en su sede permanente.

Una silla para la Siria de Al Sharaa

Otra novedad del foro ha sido la representación de Siria. Era la primera vez que el ministro de Exteriores del gobierno de Ahmed al-Sharaa asistía a una cumbre de la UpM, ya que los representantes del régimen de Bashar el Asad habían sido vetados. Coincidiendo con los ataques que Israel ha lanzado hoy contra la localidad siria de Beit Jinn, la asamblea se ha mostrado firme con la necesidad de respetar el derecho internacional en plena crisis del multilateralismo, ha celebrado las lecciones que se podrán aprender de Siria -Kallas ha puesto de ejemplo las armas que Rusia probó con ella antes de probar con ella esfuerzos de reconstrucción del país.

La Unión Europea ha aprovechado la cita para escenificar la puesta en marcha del nuevo Pacto por el Mediterráneo. Bruselas se ha comprometido a desplegar más de 100 iniciativas "que beneficiarán a la gente y la región", en los ámbitos de la seguridad energética, las telecomunicaciones y la formación de los jóvenes para fortalecer las economías. "Los jóvenes deben poder elegir su futuro antes de ser empujados a emigrar por necesidad", ha declarado la jefa de la diplomacia europea. Y, en este sentido, la recientemente nombrada comisaria europea para el Mediterráneo, Dubravka Suica, ha subrayado la creación de una Universidad Mediterránea y de un programa de intercambios Erasmus que debería extenderse para universidades de la cuenca.

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