Atentado en Alemania

La fiscalía alemana investiga el vínculo del atacante de Solingen con el Estado Islámico

Se enciende el debate sobre la acogida de refugiados una semana antes de unas elecciones clave

Laura Ruiz Trullols
3 min
La policía escolta al sospechoso del apuñalamiento de Solingen, en Karlsruhe Un hombre sirio de 26 años, que es el sospechoso detenido por un apuñalamiento en la ciudad de Solingen, en el oeste de Alemania, en el que murieron varias personas.

BerlínUn helicóptero ha trasladado al sirio de veintiséis años que la policía detuvo la noche del sábado en la sede de la Fiscalía Federal alemana en Karlsruhe, donde se encuentra el órgano que se encarga de los casos de terrorismo. Después de que las autoridades hayan determinado que es sospechoso de pertenecer al Estado Islámico, el grupo que se atribuyó el atentado de Solingen, explicaron que la investigación sigue intensivamente.

Issa Al H, de quien no sabemos el apellido, tal y como marca la ley de privacidad alemana, confesó a la patrulla de policía que le perseguía ser el autor de el ataque con cuchillo contra los asistentes de la fiesta de la ciudad de Solingen que provocó tres muertos y cuatro heridos graves. Se terminaban así más de veinticuatro horas de búsqueda frenética en las que se detuvieron a dos hombres del centro de refugiados del centro de Solingen, donde residía el principal sospechoso. El primero es un chico de quince años al que se le acusa de tener conocimiento de las intenciones del atacante y de no haberlo denunciado, y el segundo es un hombre de 36 años, también proveniente de Siria. El Estado Islámico reivindicó el atentado con un comunicado a Telegram en el que reclamaba la autoría del ataque "para vengar a los musulmanes de Palestina y de todas partes". A última hora del domingo, el grupo terrorista ha publicado un vídeo en el que, supuestamente, se ve a Issa Al H empuñando un cuchillo. Sin embargo, el vídeo no se ha podido verificar de forma independiente.

El presunto autor llegó a Alemania en el 2022 y no estaba clasificado como islamista radical. Varios medios alemanes informan que el año pasado se le denegó el estatus de refugiado y que iba a ser deportado a Bulgaria, el primer país de la Unión Europea que pisó. Durante seis meses Issa Al H no estuvo localizable y apareció una vez terminado el plazo fijado por la expulsión y se acogió a una protección subsidiaria que reciben algunos demandantes de asilo que provienen de países en guerra, como Siria.

Esta información ha vuelto a encender el debate sobre la política de acogida de Alemania y añade tensión al ministerio del Interior, que recientemente se ha comprometido a agilizar las expulsiones de personas a las que se les ha denegado el asilo. La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha asegurado que se combatirá el islamismo "con toda la severidad que sea necesaria" y el presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, ha reclamado dotar de mayores competencias a algunas fuerzas de seguridad estatales . También subió el tono el jefe de la oposición alemana, el líder de la CDU Friedrich Merz, quien pidió en una entrevista en la televisión pública no acoger a más refugiados de Siria o Afganistán.

Con las elecciones a la vista

Mientras se acaba de determinar si el hombre actuó en solitario o si contaba con una red de apoyo, este episodio ha debilitado un poco más a los partidos de la coalición del gobierno de Olaf Scholz, que lleva meses en la cuerda floja. Todo ello cuando nos encontramos a una semana de las elecciones en dos estados federados, Turingia y Sajonia, donde la extrema derecha puede tener muy buenos resultados, según las previsiones, y donde dos de los partidos del gobierno, los verdes y los liberales, se pueden quedar sin representación si no alcanzan el límite de voto exigido. El partido de retórica racista Alternativa por Alemania (AfD), que pide deportaciones más rápidas y que aboga por que los procedimientos de asilo se lleven a cabo en terceros países, intentará sacar rédito del caso y ya se han podido leer proclamas como "Höcke (candidato y líder del AfD en Turingia) o Solingen".

Otro de los grandes temas de debate público que ha reavivado es el de la compra y el registro de cuchillos. Hace pocos meses otro ataque con arma blanca acabó con la muerte de un policía y el gobierno anunció la intención de disminuir el tamaño máximo de los cuchillos que pueden llevarse encima. El primer ministro bávaro incluso ha dicho que es partidario de instaurar registros aleatorios, también en zonas con prioridad de peatones.

Mientras tanto, en Solingen, una ciudad del land más industrializado del país, entre Colonia y Düsseldorf, lo que debía ser un domingo de fiesta ha sido de luto. Se han organizado ceremonias de recuerdo a las víctimas y muchos vecinos se acercaban a llevar flores al memorial haciéndose preguntas que quizás nunca tendrán respuesta.

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