Europa

"El gobierno odia al islam": críticas a la prohibición de la abaya en los institutos de Francia

La polémica decisión del ejecutivo de Macron tensa la relación con la comunidad musulmana

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Una mujer, vestida con la abaya, anda por una calle de París.

ParísDos semanas después del inicio del curso escolar, la prohibición de la abaya y el qamis –las túnicas tradicionales de los países musulmanes– en los institutos y escuelas ha provocado revuelo en Francia, con tensiones en los centros escolares y un enfrentamiento entre la comunidad musulmana y el gobierno. El nuevo ministro de Educación, Gabriel Attal, uno de los discípulos del presidente Emmanuel Macron, anunció justo antes de iniciarse las clases que quedaban prohibidas en todos los centros escolares públicos las dos prendas, consideradas –como el velo, las quipá o cualquier tipo de símbolo o ropa de vestir que manifieste una pertenencia religiosa– ataques a la laicidad.

La decisión, pese a estar avalada por el Consejo de Estado francés, se ha enfrentado a la incomprensión de la comunidad musulmana, ha levantado críticas de expertos y cuenta con el rechazo de una parte de la comunidad educativa. En las entradas de escuelas e institutos, sobre todo en los de la banlieue de París, donde se concentran buena parte de los alumnos musulmanes de la capital, la prohibición de la abaya ha monopolizado las conversaciones de padres y alumnos en sus primeros días de curso.

"La norma es totalmente ridícula: hay chicas que estos días no han podido entrar en clase llevando una camisa larga con pantalones debajo o un kimono, prendas que se compran en tiendas normales como Zara", se queja Sanaa, madre de dos chicas adolescentes. Sanaa es de origen marroquí y va vestida con velo y abaya. "El gobierno odia al islam. Y los musulmanes nos sentimos discriminados", afirma contundente.

Incidentes en los institutos

El primer día de curso casi 300 alumnos llegaron a clase con una de las túnicas prohibidas, la mayoría chicas de 15 años o más. La mayoría de los estudiantes accedieron a cambiar la abaya o el qamis por otra prenda, pero 67 alumnos se negaron y tuvieron que volver a casa. El caso es que en algunos centros escolares han obligado a cambiarse de ropa a chicas que llevaban vestidos largos o ropa ancha sin que fuera, en rigor, una abaya. "Es una discriminación: si hay una persona que parece musulmana y lleva un vestido largo, no se le permitirá entrar, y si no es musulmana, no le dirán nada", asegura Sanaa.

En las dos primeras semanas de curso escolar se han producido algunos incidentes, como la detención del padre de una alumna de un instituto de Clermont-Ferrand, por haber amenazado con degollar al director por haber prohibido la entrada a su hija, vestida con abaya.

Decidir qué es una abaya y qué no, queda en manos de los centros escolares, lo que puede llevar a decisiones arbitrarias. La asociación Acción por los Derechos de los Musulmanes (ADM), organismo que denunció la prohibición ante el Consejo de Estado, también cree que la norma "lleva al personal escolar a señalar injustamente a chicas en función de sus orígenes étnicos árabes o africanos". La asociación denuncia un "atentado contra los derechos de los niños porque la normativa se dirige principalmente a niños que se supone son musulmanes, creando así un riesgo de perfil étnico en la escuela".

Una madre y su hija vistiendo la abaya en Le Bourget, Francia.

Policía de la vestimenta

Si bien la prohibición se inscribe en ley de la laicidad de 2004, que cuenta con un amplio apoyo social, también ha provocado la crítica de una parte de la comunidad educativa. En un instituto del municipio de Stain, en la banlieue de París, el personal educativo hizo huelga el primer miércoles de curso para protestar contra "la política islamófoba" del gobierno de Macron. "No debemos ejercer de policía de la vestimenta. Rechazamos estigmatizar a los alumnos que llevan una abaya o un qamis", decía el comunicado que hicieron público los profesores.

Partidos de izquierdas y algunos expertos en sociología e integración han criticado la medida porque –aseguran– puede ser contraproducente y hacer que los jóvenes musulmanes se sientan rechazados por el estado francés. En una tribuna publicada en Le Monde, la socióloga Agnès De Féo, especializada en el mundo árabe y musulmán, advierte de que la norma puede tener un "efecto boomerang" y provocar que los alumnos musulmanes se integren menos. De Féo advierte de que vestir la ropa prohibida en las escuelas públicas se ha convertido en un acto de desobediencia civil. "La abaya es ya un objeto de deseo por su dimensión subversiva. Las chicas que la utilizan expresan su orgullo de ser musulmanas contra la obsesión social de borrarlas del espacio público", escribe la socióloga.

Desafiar la prohibición

En TikTok, jóvenes musulmanas francesas han criticado duramente la prohibición y han apelado a la desobediencia. Radia, una de las principales influencers francesas de la llamada modest fashion (moda púdica), llamó "a todas las mujeres", sean musulmanas o no, a llevar vestidos largos al instituto a pesar de que esté prohibido. Otra influencer de la moda púdica, S-CallOfBeauty, aseguró que las chicas musulmanas en Francia deben hacer frente "a la discriminación, a la segregación pura y simple". En el mismo vídeo, visionado miles de veces, denuncia que las mujeres que llevan velo "tienen una vida muy dura" en el país.

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