Francia

Macron, el boxeador: en busca de su protagonismo internacional

El presidente multiplica los desplazamientos, sube el tono contra Putin y publica dos fotografías inéditas

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ParísEl diario francés Liberación afirmaba en un artículo de opinión firmado por su corresponsal en Bruselas, Jean Quatremer, que "no hay ningún ejemplo, en ninguna democracia, de un líder respetado y escuchado en la escena internacional y al mismo tiempo desprestigiado en su propio país ". El artículo era una advertencia clara y directa al presidente de la República, Emmanuel Macron, pero el inquilino del Elíseo no parece haberse dado por aludido. Ante los problemas domésticos que acumula –la revuelta de los agricultores, las protestas de los funcionarios de cara a los Juegos Olímpicos o los insultos entre ministros aireados por la prensa–, su estrategia pasa por hacerse fuerte en la escena internacional, el escenario que mejor domina y Macron se siente más cómodo.

Quizás por este motivo no sorprende mucho que el presidente de Francia lleve días proclamando que tarde o temprano habrá que enviar tropas aliadas a Ucrania para evitar que Rusia gane la guerra. "Es una posibilidad que no puede descartarse", advierte. La idea que Macron ha puesto sobre la mesa ha sido recibida con críticas por parte de la mayoría de aliados, pero ha ocupado titulares en toda Europa y ha vuelto a dar protagonismo al presidente de la República. Mientras, en Francia el gobierno intenta evitar que haya huelgas durante los Juegos Olímpicos y la policía aguanta la respiración para que no se desencadene una nueva ola de violencia en la banlieue de París por la muerte de un joven que chocó contra un vehículo policial que le estaba persiguiendo.

El presidente de Francia siempre ha jugado mejor que nadie el papel de mediador internacional y ha apostado por la multilateralidad para intentar resolver los problemas del mundo. Y, pese a lo que le recordaba Liberación, Macron busca el protagonismo internacional para ganarse el respeto y la influencia que a menudo le falta en su casa. En Francia la popularidad de Macron va de baja y el presidente apuesta por recuperar su liderazgo europeo y mundial en un momento de profundas tensiones internacionales por los conflictos en Ucrania y en Gaza.

Viaje a Ucrania

En febrero convocó una cumbre casi de un día para otro para hablar sobre la guerra en Ucrania que reunió a una veintena de líderes políticos, y tiene previsto viajar a Kiiv en los próximos días para apoyar al gobierno ucraniano, a pesar de que no hay fecha concreta. El viaje fue aplazado en más de una ocasión por motivos que el Elíseo no concretó, pero el propio presidente afirmó hace pocos días que iría a Ucrania "en las próximas semanas". Macron también ha multiplicado los desplazamientos fuera del Hexágono. Desde principios de año ha viajado a Berlín, Suecia, República Checa y Davos. Este domingo comienza un viaje a Brasil y en mayo recibirá en París al presidente de China, Xi Jinping.

El presidente de la República también ha puesto en marcha una sutil campaña de comunicación política con dos fotografías inéditas publicadas en la cuenta de Instagram de su fotógrafa oficial, Soazig de La Moissonnière. En las imágenes se ve Macron sudado, con una camiseta negra que deja ver sus bíceps, apretando los dientes y dando puñetazos a un saco de boxeo. En las redes sociales han surgido todo tipo de mems sobre las fotografías, que han sido muy comentadas en las tertulias políticas de las televisiones y radios de Francia pero que también han sido criticadas por los partidos de la oposición de izquierdas, que reprochan al presidente que apueste por un enfoque machista de la comunicación.

Mensaje para Putin

Más allá de la polémica, los analistas políticos franceses consideran que ambas fotografías, donde se ve un Macron agresivo dando un puñetazo, son un mensaje dirigido al presidente ruso, Vladimir Putin, en plena escalada de tensión entre París y Moscú. "El uso del deporte en la imagen del presidente de la República normalmente no es agresivo. Aquí es una elección consciente, para demostrar que estamos en una batalla, en un combate. Es un mensaje para Putin", explica el experto en comunicación política Philippe Moreau-Chevrolet en Le Parisien.

Por ahora la estrategia de mostrarse fuerte frente a Putin y de recuperar su protagonismo en la escena internacional no le está acabando de funcionar en la cabeza del estado francés. Según una encuesta de la cadena BFMTV publicada la semana pasada, el 57% de los franceses considera que Macron se ha equivocado levantando el tono contra Rusia y asegurando que no se puede descartar que los aliados envíen tropas a Ucrania. Los franceses creen que las declaraciones del presidente –reiteradas en más de una ocasión– han provocado tensiones entre los países de la OTAN y entre París y Moscú. A menos de tres meses de las elecciones europeas, el sondeo no habrá hecho mucha gracia al Elíseo, que ve cómo la extrema derecha de Marine Le Pen lidera todas las encuestas de los comicios europeos de junio.

No ser popular

Otra encuesta publicada el domingo por Le Journal du Dimanche (JDD) revela que sólo el 28% de los franceses están satisfechos con la gestión del presidente de la República. "Dirigir actualmente una democracia, sea del país que sea, es aceptar no ser popular", aseguraba Emmanuel Macron en el 2019, cuando terminaba la crisis de los chalecos amarillos. La frase, si nos fiamos de las encuestas, sigue de actualidad.

A Macron aún le queda la carta de los Juegos Olímpicos para darle la vuelta a la situación. A partir del 27 de julio, los ojos de todo el mundo se fijarán en Francia, lo que es una oportunidad de oro para el presidente, que ejercerá de anfitrión de un evento mundial deportivo amable y festivo.

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