La OTAN considera "legítima" la preocupación turca por el ingreso de Suecia y Finlandia
Stoltenberg ve "pasos importantes" de Suecia pero avisa que el proceso se puede alargar más de lo previsto
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha cerrado este lunes un viaje de dos días a Finlandia y Suecia, candidatos a entrar en la alianza militar, y ha dejado claro que el proceso de adhesión puede ser más largo de lo que se especulaba inicialmente. Los dos países nórdicos entregaron su solicitud el 18 de mayo, y se esperaba que la cumbre de la OTAN del 29 y 30 de junio en Madrid sirviera para dar luz verde al ingreso. Hasta que Turquía puso el freno de mano con su oposición a la entrada de los dos países, especialmente de Suecia, por su apoyo al movimiento kurdo y por el embargo de armas a Ankara desde 2019, "preocupaciones legítimas", según ha considerado Stoltenberg.
"La cumbre de Madrid no fue nunca una fecha tope", ha asegurado el líder de la Alianza Atlántica desde Harpsund, la residencia de verano del jefe de gobierno de Suecia, donde se ha reunido con el ejecutivo sueco en pleno. "Estamos trabajando para encontrar una solución tan rápido como sea posible, pero no hay manera de saber exactamente cuándo podremos solucionarlo", ha añadido Stoltenberg en una rueda de prensa conjunta con la primera ministra, Magdalena Andersson, que ha asegurado que el gobierno sueco se toma "muy seriamente" las preocupaciones de Turquía.
Andersson, que ha subrayado la "importancia histórica" de la decisión, ha afirmado que está en marcha un diálogo trilateral con Ankara y Helsinki. Para justificar su oposición, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a Suecia de ser "el hogar de muchas organizaciones terroristas", pero la primera ministra ha asegurado que el país ha endurecido la legislación en los últimos años, y ha apuntado que el 1 de julio entrará en vigor una ley "aún más dura" en la lucha contra el terrorismo.
Suecia (al igual que la OTAN y la UE) considera al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) una organización terrorista, pero no el Partido de la Unión Democrática (PYD) –rama del PKK en Siria–. Además, recientemente, el gobierno de Andersson se ha comprometido a no incluir ninguna otra organización kurda en la lista sueca de grupos terroristas. Este sería, pues, el principal obstáculo para dar respuesta a las exigencias de Turquía, además de la petición de extradición de activistas kurdos residentes en Suecia, a la cual la primera ministra no se ha referido.
Sobre el embargo de la exportación de armas a Turquía, Andersson ha admitido que la entrada en la OTAN probablemente haría cambiar esta postura. "Son dos pasos importantes [...]. Las señales que Suecia ha dado en los últimos días están ayudando y muestran que está preparada para responder de manera concreta a las preocupaciones sobre terrorismo y que está preparada para cooperar con todos los aliados", ha celebrado Stoltenberg. "Estoy contento de que el gobierno de Suecia haya reafirmado que está a punto para abordar las preocupaciones de Turquía como parte de la asunción de las obligaciones de la futura pertenencia a la OTAN", ha añadido.
Con todo, el secretario general de la OTAN ha asegurado que Suecia y Finlandia están en "una posición mejor" que antes de que solicitaran entrar en la alianza militar. Ha hecho referencia a las garantías de seguridad a las que se han comprometido varios aliados, como el Reino Unido y Estados Unidos, durante el periodo de transición entre la petición y la luz verde definitiva. "Si Suecia fuera atacada, es impensable que los aliados no reaccionaran", ha resumido. Además, ha subrayado que la Alianza ha incrementado la presencia en la región, por ejemplo, con más ejercicios en el Báltico.
No sin Suecia
Desde Finlandia, este domingo el máximo dirigente de la OTAN consideró que las preocupaciones de Turquía son "legítimas". "Hemos de recordar que ningún otro aliado ha sufrido más ataques terroristas que Turquía", dijo en una rueda de prensa conjunta con el presidente finlandés, Sauli Niinistö. Stoltenberg remarcó que Turquía es un aliado clave por su posición estratégica en el mar Negro, entre Europa y el Próximo Oriente. Niinistö, sin embargo, se mostró "sorprendido" por el rechazo de Ankara. Explicó que, hasta hace poco, siempre había percibido una "actitud favorable" al ingreso de Finlandia en la Alianza Atlántica, pero también aseguró que está determinado a buscar soluciones.
A pesar de que Erdogan ha manifestado su oposición tanto a la entrada de Suecia como de Finlandia en la alianza, las diferencias son mucho más acusadas con el primero. Aun así, el presidente finlandés ha dejado claro que su país no saldrá adelante con el proceso si Suecia no lo hace. "Vamos codo con codo", manifestó Niinistö este domingo. Finlandia ha liderado este proceso y ha influido en buena parte en el cambio de posición histórico de Suecia, que ha roto con dos siglos de política de no alianza militar.
Armas de destrucción masiva
Tanto Finlandia como Suecia han justificado el giro de 180 grados en su política respecto a la neutralidad militar por la invasión rusa de Ucrania, que consideran que cambia del todo el panorama de seguridad global. Este lunes el presidente finlandés ha subido todavía más el tono contra Rusia, a quien ha acusado de utilizar armas de destrucción masiva contra la población ucraniana. "Rusia ha empezado a utilizar armas muy poderosas, bombas termobáricas, que, de hecho, son armas de destrucción masiva", ha dicho durante las conversaciones de Kultaranta, unos encuentros anuales a la residencia de verano del presidente de Finlandia.
A su vez, sin embargo, Niinistö ha admitido que los países occidentales que apoyan a Kiev (entre ellos, Finlandia) también han empezado a suministrar armamento cada vez más pesando para frenar el avance de las tropas rusas. "La irracionalidad de la situación queda reflejada en el hecho de que tanto la paz como un alto el fuego son considerados un riesgo, una oportunidad para rearmarse", ha admitido.