¿Qué puede pasar si Finlandia y Suecia entran en la OTAN?

Analizamos con tres expertos las claves más importantes de un movimiento histórico

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Los reservistas  de la Brigada de Carèlia haciendo practicas de defensa local a Taipalsaari, Finlandia

BarcelonaEl presidente y la primera ministra de Finlandia han dejado claro este jueves que pedirán la adhesión del país a la OTAN y que quieren que el proceso sea rápido. En Suecia, el debate político se encuentra en la recta final y se espera que el gobierno haga un anuncio en la misma línea durante los próximos días. ¿Qué suponen estos movimientos? Lo hemos preguntado a varios expertos.

¿Cómo de importante es esta decisión?

La entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN supondría un cambio radical en la política exterior y de defensa de estos dos países, que hasta ahora se habían mantenido fuera de cualquier alianza militar. "Es el cambio más grande desde el 2004, cuando los estados bálticos se unieron a la OTAN", dice Juha Pyykönen, militar finlandés retirado y analista de seguridad. En clave interna, la metamorfosis es mucho más acusada en Suecia. "Es histórico –asegura Malena Britz, politóloga de la Universidad de Defensa de Suecia–. La idea que Suecia es un país neutral está muy interiorizada en la sociedad; es parte de la identidad sueca". Con todo, no es cierto que Suecia sea neutral, porque ya hace años que coopera con la Alianza Atlántica, igual que Finlandia. Los dos países, además, están sujetos al tratado de defensa colectiva de la UE, como resalta Pol Morillas, director del Cidob.

Moscú ha amenazado con represalias. ¿Crece el riesgo de tensiones en la zona o de un ataque militar?

Según los tres expertos, todo lo contrario: la entrada en la OTAN supone un muro de contención crucial para Finlandia y Suecia. "Rusia sabe que su frontera de ataque es la OTAN. Precisamente es la existencia de la OTAN lo que ha hecho poner el freno a Putin", afirma Morillas. "Estos países han concluido que es la única alianza que los puede proteger ante una amenaza tan severa", dice. "Justamente, la razón principal de este movimiento es reducir el riesgo, viendo cómo se está comportando Rusia", coincide Pyykönen. "Antes de este ataque más grande y extendido contra Ucrania, la opinión más popular era que nosotros solo podíamos hacer frente a Rusia, pero la guerra ha cambiado esta opinión de la noche a la mañana. Ahora, la visión general es que Rusia es un país en quien no se puede confiar, imprevisible y demasiado fuerte para que Finlandia pueda sobrevivir sola", añade el analista finlandés. Con todo, Britz admite que, "obviamente, los rusos reaccionarán de alguna manera". "La suposición general es que militarmente ahora no tienen capacidad, más allá quizás de alguna acción con las fuerzas aéreas. Pero lo que se prevé es que habrá amenazas híbridas, como ciberataques", dice.

¿Qué ganan con ello Finlandia y Suecia?

"Su seguridad está mejor garantizada estando dentro de la OTAN que fuera", asevera Morillas. "Supone recibir una seguridad adicional fiable e inmediata", añade Pyykönen, que subraya que el cambio más importante es que pasarán a estar protegidos por el artículo 5 de la Alianza Atlántica, que establece que si un estado miembro es atacado, todos los otros contribuirán en su defensa.

¿Qué ganan con ello Europa y la OTAN?

"Es claramente un win-win", afirma Pyykönen, que destaca que Finlandia tiene el ejército más grande de todos los países nórdicos, muy potente en cuanto a fuerzas terrestres, con 285.000 soldados (entre en activos y reservistas), más del doble que Suecia, Dinamarca y Noruega juntas –Islandia no tiene ejército propio–. Además, a finales del año pasado, el país cerró un acuerdo para adquirir 64 aviones de combate F-35 en los Estados Unidos en la mayor transacción de defensa de su historia. "Realmente esto es un valor añadido a la seguridad general de la Alianza", dice el analista finlandés. Morillas también considera que Finlandia y Suecia pueden aportar conocimiento y experiencia en cuanto a las amenazas híbridas por parte de Rusia, como la utilización de la población migratoria como elemento de presión, la desinformación y los ataques cibernéticos. "Estos países lo conocen bien y esto ayudará a reforzar ciertas capacidades de la OTAN", asegura.

¿Puede ser que las solicitudes de adhesión sean rechazadas?

Después de que Finlandia y Suecia hagan la petición formal, cada uno de los 30 miembros actuales de la OTAN tendrán que ratificar la aceptación. Esto hace pensar que países más cercanos al Kremlin, como Hungría, puedan rechazarlo. "Está claro que es posible, pero muy poco probable", responde Pyykönen. Malena Britz también lo descarta: "Stoltenberg [el secretario general de la OTAN] ha sido muy claro afirmando que será un proceso rápido. Esto quiere decir que ya ha preparado el terreno".

¿Qué suponen Finlandia y Suecia para Rusia?

Finlandia comparte 1.340 kilómetros de frontera con Rusia, que siempre ha sido un vecino incómodo. "En los poco más de 100 años de soberanía de Finlandia, hemos luchado tres guerras contra los rusos. Hemos tenido los ojos puestos en Rusia como parte de nuestra vida", dice Pyykönen. Se refiere a la Guerra Civil del 1918, la Guerra de Invierno del 1939, y la Guerra de Continuación, del 1941 al 1944. Para evitar la ocupación, Finlandia acabó perdiendo un 10% de su territorio en favor de Rusia. Durante la Guerra Fría, Finlandia mantuvo una postura conocida como finlandización, es decir, una neutralidad militar para mantener tanto su independencia como unas relaciones pacíficas con la Unión Soviética. Suecia, en cambio, no comparte frontera con Rusia, pero la isla de Gotland, en el mar Báltico, se considera el punto más vulnerable por la proximidad con el enclave ruso de Kaliningrad.

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