Bélgica

El 'pipigate' salpica al ministro de Justicia belga: noche de borrachera y orinadas en el furgón policial

Vincent Van Quickenborne defiende que no imitó el gesto de orinar en el vehículo de la policía, sino que tocaba una guitarra imaginaria

2 min
El Ministro de Justicia en relación con el incidente, conocido como Pipigate ocurrido el 14 de agosto de 2023 en una fiesta privada para el Viceprimer Ministro y Ministro de Justicia y del Mar del Norte. fotografiado el 07 de SEPTIEMBRE de 2023 en Bruselas, Bélgica.

BruselasEn el país de la famosa estatuilla del Manneken Pis ha estallado un escándalo relacionado precisamente con orinar. El ya bautizado como pipigate salpica directamente al ministro de Justicia belga, Vincent Van Quickenborne. Los hechos ocurrieron hace unas tres semanas, pero han trascendido a los medios ahora. La televisión pública flamenca tuvo acceso a un vídeo donde asegura que se ven a tres de los invitados en la fiesta del quincuagésimo aniversario que el ministro celebró en su casa orinando en el furgón policial —sin nadie dentro, en ese momento— que vigilaba el edificio.

La misma televisión apunta a que Van Quickenborne, que siempre va escoltado porque ha recibido amenazas de grupos de narcotraficantes, se reía mientras sus amigos rociaban el vehículo. El ministro lo ha negado en sesión parlamentaria. Sencillamente, defendió, había salido a despedirse amistosamente de uno de los amigos antes de que se marchara.

El ministro también ha desmentido que, tal y como aseguran los medios, hizo el gesto de orinar imitando a sus invitados y alegó que seguramente hacía ver que tocaba una guitarra eléctrica imaginaria. "Soy aficionado a la guitarra, me gusta el heavy metal, puede ser", se excusó Van Quickenborne, que hizo reír a algunos de sus compañeros parlamentarios y presentadores de televisión que seguían la comparecencia en directo. También dijo que abrió y cerró la puerta del furgón policial "porque no estaba bien cerrada".

Van Quickenborne mantiene que no recuerda demasiado qué pasó esa noche de borrachera —"Hacer cincuenta años es un momento importante, quise celebrarlo como cuando era joven", se justificó— y describió su reacción a los diputados del Parlament belga: "Les llamé, les insulté y les dije que debían presentarse ante la Fiscalía". "Sentí vergüenza de la gente que invité y que orinaron sobre un furgón policial. Y no una vez, no, sino hasta tres veces. Es inadmisible".

Por último, también pidió disculpas "a todos los agentes de policía que se desplazan a diario con furgón policial como el que estaba aparcado" en la puerta de su casa, en el pueblo de Kortrijk, y remarcó que en ningún caso quería faltar al respecto en los cuerpos policiales. Pese a las disculpas, varios líderes políticos de la oposición, sobre todo de la extrema derecha, insisten en pedir su dimisión.

stats