Von der Leyen y Michel, una pareja que se ha hecho la puñeta hasta el final

La presidenta de la Comisión Europea y el presidente del Consejo Europeo han mantenido una mala relación durante toda la legislatura que ahora termina

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Von der Leyen y Michel en la rueda de prensa del último Consejo Europeo.

BruselasCharles Michel y Ursula von der Leyen no tenían ningún problema antes de ser elegidos presidente del Consejo Europeo y presidenta de la Comisión Europea. Ahora bien, la convivencia es complicada y más cuando los dos miembros, en vez de mirar para el buen funcionamiento de las instituciones comunitarias, compiten por erigirse en líder indiscutible del blog. Por eso, pronto la relación se empezó a torcer y los dos mandatarios se han hecho constantemente la zancadilla hasta el último día, en que Michel quiso dificultar y aplazar la candidatura de Von der Leyen a revalidar el mandato al frente del ejecutivo comunitario, aunque ya estaba casi acordada.

El último episodio de esta mala relación se vivió en el último Consejo Europeo, cuando se consensuaron los próximos altos cargos de la UE. El liberal belga propuso a los líderes de los Estados miembros dejar fuera a la conservadora alemana de las negociaciones porque era una de las potenciales candidatas, algo que los Veintisiete no entendieron y evitaron que ocurriera. De hecho, desde que se eligen a los dirigentes comunitarios por este sistema no se excluye a nadie de la reunión, aunque sea uno de los nombres que están sobre la mesa para revalidar mandato.

No propuso lo mismo, sin embargo, con la primera ministra de Estonia, la liberal Kaja Kallas, que fue apuntalada como jefe de la diplomacia europea, el cargo que ocupa ahora el socialista Josep Borrell. Por este motivo, los Estados miembros se negaron y distintas fuentes diplomáticas consideraron que era un movimiento discriminatorio de Michel y lo atribuyeron a su animadversión personal con Von der Leyen.

Además, el político belga también quiso retrasar la elección de la conservadora alemana en ese mismo Consejo Europeo. Los nombres ya estaban preacordados y sólo hacía falta la ratificación oficial de los jefes de estado y gobierno de la UE, pero Michel quiso ligar la votación con la de la agenda estratégica de la UE de los próximos cinco años, que generaba más división . Por último, ambas carpetas se cerraron separadamente y con menos de 24 horas, si bien normalmente estas cumbres se alargan mucho más.

Todo esto no sorprende a nadie teniendo en cuenta los precedentes. Al menos públicamente, el fin de la teórica buena relación entre el liberal belga y la conservadora alemana empezó con el llamado Sofagate. En abril del 2021, en un encuentro en Ankara, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan relegó a Von der Leyen a un sofá más bajo y alejado de las dos butacas que había preparado para Michel y él mismo. La alemana se mostró visiblemente molesta y el belga no hizo ningún gesto.

La imagen de la polémica: Erdogan y Michel ocupan los asientos centrales y Von der Leyen se sienta en el sofá.

Tras ese incidente, los dos líderes comunitarios se reunieron para aclarar el lío y tratar de reconducir la relación, pero salieron de la reunión al igual que habían entrado: con una pose muy fría y separadamente. Desde entonces han cortado del todo el contacto: ni ellos ni sus equipos se hablan ni se coordinan, evitando coincidir en actos y hacer ruedas de prensa conjuntas.

La relación con António Costa

Tras la mala relación con Michel, ahora será el turno del próximo presidente del Consejo Europeo, el socialista portugués António Costa. En la primera rueda de prensa conjunta, aunque el ex primer ministro de Portugal compareció por videoconferencia, el ambiente era mucho más distendido, se deshicieron en elogios y se comprometieron a trabajar juntos. De hecho, el perfil de Michel y Costa es diferente.

Michel tiene fama de poco carismático y de complicar el entendimiento entre los líderes de la UE más que de propiciarlo, aunque es su principal trabajo. En cambio, Costa es un hombre de consenso que pasa por tranquilo y dialogante y que tiene el apoyo de la gran mayoría de jefes de estado y de gobierno de los Veintisiete, aunque estén en las antípodas ideológicas. Incluso el primer ministro de Hungría, el húngaro ultraderechista Viktor Orbán, votó sorprendentemente a favor de su candidatura por motivos personales.

En este sentido, cabe destacar que Michel no es el único que critica a Von der Leyen por querer abarcar competencias que no son suyas. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, o distintos comisarios se han quejado en numerosas ocasiones que la conservadora alemana les pisa la cartera y de querer apropiarse de méritos que no son solo suyos. También le acusan de tener un liderazgo muy personalista y no consultar las decisiones con el resto del ejecutivo, sólo con su equipo más cercano.

En este sentido, habrá que ver hasta qué punto Von der Leyen querrá mantenerse como la gran líder de la UE y representarla a escala internacional, aunque es competencia del presidente del Consejo Europeo o del jefe de la diplomacia europea. Y, por otra parte, hasta qué punto Costa se dejará pisar territorio o conseguirá protégelo sin acabar reñido con la presidenta de la Comisión Europea, como ha ocurrido con Michel y Von der Leyen hasta el final de la legislatura.

Salvo salida de la nueva legislatura en el Parlamento Europeo

El primer pleno del Parlamento Europeo se celebra este martes, en el que se votará al nuevo presidente de la misma cámara y sus vicepresidentes. Se prevé que la conservadora maltesa revalide mandato al frente de la Eurocámara y el eurodiputado catalán Javi López (PSC) sea uno de los vicepresidentes. Entre otros, el jueves debe votarse la candidatura de Ursula von der Leyen a liderar la Comisión Europea cinco años más y una declaración de compromiso a seguir enviando apoyo humanitario y armamentístico a Ucrania.

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