El fantasma de Shakespeare persigue a Boris Johnson

El 'premier' no encuentra ni el tiempo ni un escritor en la sombra para terminar un estudio por el que ya ha cobrado 580.000 euros

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Boris Johnson, en una imagen de julio del año pasado, cuando fue escogido líder  conservador

LondresA mediados de 2015, el estrafalario alcalde de Londres cabalgaba a las espaldas de la fama de los Juegos Olímpicos que habían tenido lugar tres años antes. Fue entonces cuando Boris Johnson firmó un contrato con la editorial Hodder & Stoughton para escribir un estudio sobre William Shakespeare. La prensa publicó que el ahora primero ministro pactó un anticipo de 580.000 euros por lo que sería “una celebración del británico [sic] más conocido de todos los tiempos”; un estudio sobre “el sexo ilícito, las luchas por el poder, el fratricidio, el matricidio, el racismo, los celos y la corrupción política” en la obra del gigante de las letras inglesas.

Que un año antes el mismo Johnson hubiera publicado un volumen sobre su admirado Winston Churchill, The Churchill factor, el político con quien se quiere comparar, y que se vendiera bastante bien, fue clave a la hora de llevarse un contrato que solo está al alcance del grandes autores de bestsellers internacionales. El libro sobre Shakespeare se tenía que haber publicado coincidiendo con los 400 años de la muerte del dramaturgo, en 2016. Cinco años después, sin embargo, todavía se espera su llegada a las librerías.

Recientemente, un diario digital, el Stradford-Upon-Avon Herald, publicó algunas novedades en relación con los compromisos editoriales del jefe de gobierno. La noticia, y las que la precedieron y siguieron en los diarios editados en Londres, como por ejemplo The Times y The Guardian, dice bastante sobre la personalidad del líder conservador. Y demuestra, una vez más, la proverbial falta de seriedad de Johnson, sobre la que dejó suficientes ejemplos durante los años como periodista, entre finales de los 80 y principios de los 2000, tanto en el Times como, después de que fuera despedido por haberse inventado citas, en el Telegraph. "Les especulaciones sobre The riddle of genius (El enigma del genio), título provisional del libro, se han esparcido después de las revelaciones de su exayudante Dominic Cummings, según las que el primer ministro estuvo trabajando en el libro cuando tendría que haber asistido a las [cinco] reuniones cruciales del comité Cobra [de análisis de crisis] en febrero de 2020", donde se tenía que discutir qué había que hacer ante la amenaza creciente de la pandemia de covid, según publicaba el Stradford-Upon-Avon Herald. De hecho, el rumor que afirma que Johnson faltó a sus obligaciones para irse de vacaciones, o bien para escribir un libro que tenía que entregar, y con el dinero del cual pagaría el divorcio de su segunda mujer, sobrevuela por Westminster desde hace más de un año.

A raíz de la publicación de este primer artículo, el Herald aseguraba que uno de los principales expertos sobre Shakespeare informó al diario que un representante del primer ministro le pidió a finales de 2015 que le “semidictara” el contenido del libro. El académico, que rehusó un ofrecimiento que implicaba estar disponible prácticamente las 24 horas del día para atender los requerimientos de Johnson, y que no aparecería en ninguna parte en los créditos, ha querido mantener el anonimato. "La originalidad y la brillantez, me aseguró su agente, estarían en la elección de las preguntas que haría Johnson y en la manera inimitable de redactar las respuestas que recibiría de los expertos", dijo el especialista en Shakespeare al Stradford-Upon-Avon Herald. "El agente sugirió que tendría que estar permanentemente disponible con breve aviso de tiempo para venir a reunirme con Johnson en los agujeros que encontrara en su agenda. Que yo ya tenga un trabajo a tiempo completo, y que lo haga muy lejos de Westminster, no parecía que les hubiera pasado por la cabeza", añadía.

Llueve sobre mojado

No es la primera vez que Boris Johnson actúa de este modo. La revista literaria The Fence informaba recientemente que el historiador Warren Dockter "actuó como una especie de guía a través de la escritura y los hechos de The Churchill factor". El experiodista Johnson se llevó toda la gloria. Según la información, "Johnson grababa él mismo escenas improvisadas de la vida de Churchill hasta muy entrada la noche", y enviaba borradores de capítulos a Dockter antes de las 5 de la madrugada cada día para que los revisara. Dockter, reconocido en el libro como “ayudante de investigación”, solo es mencionado en los agradecimientos.

Todo ello ha espoleado la curiosidad de The Guardian. Así, el diario contactó con diferentes especialistas en Shakespeare para ver si alguno de ellos había recibido la visita del enviado de Johnson. La más interesante fue la respuesta de Jonathan Bate, autor del volumen The genius of Shakespeare, publicado en 2016, que lo aprovechó para dar algunos consejos al primer ministro: “No pierda el tiempo con una biografía secundaria basada en investigaciones de segunda mano. Escriba un libro más personal sobre aquello que Shakespeare le ha enseñado sobre las cosas importantes en su vida, como por ejemplo el sexo, la ambición y la traición. Tiene muchas cosas a decir sobre estos grandes temas".

El libro fantasma de Johnson aparece ahora programado para marzo de 2022 por la editorial norteamericana Riverhead. Pero el editor británico asegura que no hay fecha y no la habrá en un futuro próximo. En un comunicado, Hodder & Stoughton reconoció que los problemas para entregar el original empezaron cuando “Boris Johnson se convirtió en ministro de Asuntos Exteriores”, en julio de 2016. El cargo, sin embargo, solo le duró dos años. Desde entonces, más que escribir o fusilar el trabajo de otros sobre William Shakespeare, lo que se dedicó a hacer fue repasar sus obras para ver cómo lo haría para entrar finalmente en el número 10 de Downing Street, lo que finalmente consiguió en julio de 2019. Shakespeare enseña mucho sobre el poder y cómo llegar a él.

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