Oriente Próximo

Los hospitales palestinos al límite, mientras Israel tira vacunas

Los médicos alertan del colapso sanitario en Cisjordania y Gaza, donde solo se ha vacunado a un 4% de la población

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Hospital Palestí

Barcelona"Mis padres son diabéticos e hipertensos, pero para las autoridades no es prioritario vacunarles", lamenta una joven palestina de 25 años que prefiere no decir su nombre por miedo a represalias. La madre fue la primera en caer enferma: empezó a tener tos, febrícula y dolor de cabeza y después fue el padre quién empezó a mostrar síntomas. A pesar de que él no quería hacerse la prueba de covid, la chica les arrastró hasta el hospital. Los dos eran positivos, empeoraron y la madre tuvo que ingresar en el Hospital de Dura, cerca de Hebrón, en la Cisjordania ocupada. La chica se tuvo que ocupar de sus padres y de sus dos hermanos pequeños, de 7 y 10 años, con las escuelas cerradas por la pandemia. "Oímos muchas cosas sobre el covid en nuestros vecinos, en la televisión y en los médicos. La situación es muy complicada y nadie sabe qué pasará. Mucha gente joven se está contagiando y las nuevas variantes son más peligrosas: esto es lo que da más miedo", explica al ARA la joven. Su testimonio contrasta con el día a día de Israel, líder mundial en vacunación, con el 60% de la población que ha recibido al menos una dosis (todos los mayores de 60 años ya están inmunizados) y dónde han empezado a vacunar a los adolescentes. Incluso –según reconoció hace unas semanas el jefe de relaciones internacionales del ministerio de Salud israelí, Asher Salmon, en una intervención en el Parlamento – Israel tira cada día centenares de dosis de las vacunas de Pfizer. Son las que corresponden a ciudadanos israelíes que no se presentan a la cita.

Shalmon argumentaba que sin vacunar a los palestinos de Gaza y de Cisjordania los israelíes no se liberarán del virus, y que antes de que tirar las dosis se tendrían que hacer llegar a la Autoridad Palestina, que apenas ahora ha empezado a recibir algunos miles de vacunas. Contando los 100.000 trabajadores árabes que cada día cruzan los controles para trabajar en Israel (que Netanyahu finalmente accedió a vacunar en marzo), apenas se han podido vacunar un 4% de los 5 millones de palestinos que viven en los territorios ocupados: la campaña de vacunación de la Autoridad Palestina empezó hace tres semanas.

Sin embargo, el miembro del Likud, el partido del primer ministro Benjamin Netanyahu, en la comisión, le ponía en marcha: "No sé qué es una unidad epidemiológica, pero sí que sé que formamos una unidad cuando nos lanzan misiles desde Gaza". De hecho, incluso la decisión de Netanyahu de hacer llegar cinco mil dosis de vacunas a la Autoridad Palestina levantó polvareda política. Tampoco hay vacunas para las miles de sudanesas o eritrees que trabajan sin papeles en el servicio doméstico en Israel, pero en cambio sí para los países dispuestos a conceder la soberanía israelí de Jerusalén –contra lo que prevén las resoluciones de la ONU– abriendo una embajada: ya lo han hecho Guatemala, Honduras y la República Checa.

Hospitales desbordados

Mientras tanto, los hospitales de Cisjordania están totalmente desbordados por la pandemia. "Estamos en una situación crítica. No tenemos camas para todos los enfermos que llegan en un estado muy grave. Se está haciendo todo lo posible para abrir nuevos espacios pero no hay suficiente personal", explica por teléfono desde el Hospital de Dura en Hebrón Juan Pablo Nahuel Sánchez, intensivista, que forma parte del equipo de Médicos Sin Fronteras destacado en este centro de Cisjordania, que se abrió para hacer frente al covid-19 y ahora está al límite de su capacidad. "Hasta ahora hemos podido atender a todo el mundo y hemos derivado algunos pacientes a centros privados, pero tenemos más enfermos que nunca". En Dura disponen de suficiente material y medicamentos, a diferencia de los hospitales de Gaza, que debido al bloqueo económico dictado por Tel Aviv tienen problemas de suministro.

El doctor Mohammad Ali Rabaie, director del Hospital de Dura, explica que se ocupan de los casos más graves. "Aquí tenemos a los enfermos muy críticos que no se han podido recuperar en los otros hospitales. Lamenta que no le envíen más personal y alerta que no todos los médicos y enfermeras del centro –un centenar de profesionales en total– han sido vacunados todavía: "Para acabar con la pandemia tenemos que vacunar a todo el mundo a la vez, pero Israel no lo hace así. Necesitamos ayuda de la OMS", reclama.

Según los datos del ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, los hospitales están al 110% de su capacidad. Hasta ahora se han declarado más de 290.000 casos y casi tres mil muertos. En Gaza la situación es particularmente crítica y se han tenido que cerrar escuelas y universidades. El último informe de la OMS atribuye el incremento reciente de los casos en Cisjordania a las nuevas variantes más infecciosas del virus.

La responsabilidad del ocupante

Pero mientras los hospitales de Cisjordania continúan desbordados, y la Autoridad Palestina sufre retrasos en la llegada de las vacunas, Israel continúa acaparando dosis. Según el Israel Democracy Institute (IDI), Tel Aviv ha comprado 10 millones de dosis de AstraZeneca, ocho millones de Pfizer y seis millones de Moderna, que serían suficiente para vacunar a un total de 12 millones de personas. "Teniendo en cuenta que en Israel la población mayor de 15 años es de unos 6 millones de personas, la cobertura inmunitaria ya está completa", asegura la IDI, que explica que en los próximos meses se acumularán en los almacenes israelíes vacunas para inmunizar a seis millones de personas. La población adulta de Gaza y Cisjordania es de 2,5 millones, pero el mismo organismo reconoce que "el gobierno israelí no pretende asignar vacunas a la población no judía de los territorios".

Human Rights Watch recuerda la responsabilidad de Israel de garantizar los suministros médicos a los palestinos, como dicta la Convención de Ginebra para las potencias ocupantes. A pesar de que los Acuerdos de Oslo llevaron a la creación de la Autoridad Palestina, que tiene competencias en materia de Salud, esto "no exime a Israel de sus responsabilidades", apunta el organismo. Hasta ahora Tel Aviv solo ha vacunado a los palestinos que trabajan en Israel y ha entregado dosis para una parte del personal médico palestino en lo que califica de "esfuerzo humanitario".

Los israelíes podrán ir por la calle sin mascarilla

Coincidiendo con la celebración del Día de la Independencia de Israel, el ministerio de Salud ha anunciado que a partir del domingo termina la obligación de llevar mascarilla en el espacio público. Solo será necesario cubrirse la boca y la nariz en los espacios cerrados. El ministro explicó que la decisión se ha tomado de acuerdo con el criterio de los profesionales médicos y que es el resultado de la pionera campaña de vacunación, que ha permitido inmunizar a más de la mitad de la población y se ha traducido en una caída drástica de los casos, con menos contagios diarios. También se han eliminado los grupos burbuja en las escuelas, excepto para los alumnos de entre 5 y 9 años.

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