Asia

Más leña al fuego de Sri Lanka: el primer ministro, escogido presidente

El nuevo jefe de estado prohíbe las protestas, que pedían también su dimisión

Sònia Sánchez
3 min
Una imagen reciente de Ranil Wickremesinghe.

BarcelonaEl Parlamento de Sri Lanka ha escogido este miércoles a Ranil Wickremesinghe, hasta ahora primer ministro, como nuevo presidente del país, en un movimiento que puede incendiar todavía más los ánimos entre la población, que reclamaba también la dimisión de Wickremesinghe y todo su gobierno desde la semana pasada. De hecho, la primera medida que ha tomado el nuevo presidente es la de prohibir las concentraciones de personas.

La revuelta popular provocada por la intensa crisis económica que vive el país provocó, la semana pasada, la dimisión del entonces presidente, Gotabaya Rajapaksa, que huyó del país hacia Arabia Saudí después de que los manifestantes ocuparan la sede del gobierno y también su residencia presidencial, donde utilizaron durante horas la piscina y el gimnasio. Después de la fuga de Rajapaksa, Wickremesinghe fue declarado presidente interino, un movimiento muy criticado desde la calle, puesto que la ciudadanía reclamaba un cambio de gobierno. Este miércoles, sin embargo, el Parlamento de Sri Lanka ha votado a un nuevo presidente, tal como prevé la Constitución en caso de dimisión del jefe de estado, y lo han hecho en una votación secreta que ha dado una mayoría abrumadora a Wickremesinghe, que ha sido escogido por 134 votos de los 225 diputados del Parlamento.

El ex primer ministro y ahora presidente declaró la semana pasada el estado de emergencia por las protestas, y ha tildado los manifestantes de "fascistas". Su elección de hoy augura una represión violenta sobre las manifestaciones, que reclaman un cambio de gobierno y reformas estructurales en el país, que no parecen posibles con el continuismo que representa Wickremesinghe. Menos de una hora después de ser declarado presidente, se ha emitido una orden judicial que prohíbe las congregaciones de personas en un radio de 50 metros de la estatua de Galle Face, en Colombo, la capital del país, justamente la zona donde los manifestantes llevan ya semanas acampados.

En su discurso una vez escogido, Wickremesinghe ha pedido colaboración a los partidos de la oposición. “No hace falta que os diga el estado en el que se encuentra nuestro país. Tenemos que acabar con esta división", ha dicho, y se ha manifestado "dispuesto a dialogar" con los partidos rivales. Sri Lanka vive la peor crisis económica desde su independencia, con escasez de alimentos y de combustible.

Un grupo de manifestantes en el interior de la oficina del primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe.

Sorpresa entre los manifestantes

Después de la elección de Wickremesinghe y la aprobación del decreto que prohíbe las protestas, a penas había ya un centenar de personas en las escaleras de las oficinas de la presidencia, punto clave también de las protestas de la semana pasada. "Estamos muy sorprendidos. [Wickremesinghe] es una persona que hace las cosas con mucha astucia. Nos controlará de forma diferente y como manifestantes, tendríamos que empezar la lucha de nuevo", decía a Reuters este miércoles una de las ciudadanas que mantenía la protesta, Damitha Abeyrathne.

Muchos de los manifestantes, de hecho, ven a Wickremesinghe como un aliado de Rajapaksa y su familia, y temen que su elección querrá decir que no se pedirá ninguna responsabilidad política al expresidente, a quien consideran responsable también de la crisis económica, por su gestión política. Aun así, otros manifestantes veían diferencias. "Al contrario que Rajapaksa, Ranil [Wickremesinghe] no es un populista, se lo conoce por ser un pragmático despiadado", decía Chameera Dedduwage a la misma agencia.

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