Mariupol se enfrenta ahora a un brote de cólera

Los cadáveres en descomposición, el calor y la falta de agua potable han propagado enfermedades infecciosas, según el alcalde

ARA
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Efectos de los bombardeos a una calle de Mariúpol

BarcelonaLa acumulación de cadáveres en las calles de Mariupol, las elevadas temperaturas de la primavera avanzada y la destrucción de la red de agua potable han provocado un brote de cólera en la ciudad portuaria del sur de Ucrania ocupada por el ejército ruso.

El alcalde, Vadym Boichenko, que se ha refugiado fuera de la ciudad en territorio ucraniano, alertaba este viernes que los pozos de agua se han contaminado con los cadáveres abandonados en la calle después de semanas de asedio y bombardeos del ejército ruso. “Hay un brote de cólera y disentería. Lamentablemente, nuestros médicos lo han constatado: después de que la guerra se haya llevado a más de 20.000 vecinos, ahora las infecciones matarán a muchos más”, ha dicho en la televisión estatal. Boichenko se ha referido al cólera, la disentería y otras enfermedades infecciosas, que se transmiten a través del agua contaminada.

“Las tropas rusas no han retirado los cuerpos de todos los muertos en los bombardeos y muchos continúan bajo los escombros. Tampoco funciona la recogida de basura desde febrero”, ha añadido el alcalde. Las elevadas temperaturas y las lluvias, que han removido las precarias fosas donde la gente había enterrado a sus familiares y vecinos muertos en los ataques rusos empeoran la situación. Todo esto en una ciudad donde no funcionan ni el suministro de agua potable ni la red de alcantarillado.

“Los líquidos acaban fluyendo hacia los ríos y los pozos, las únicas fuentes de agua para la gente. Los ocupantes han traído agua potable, pero no suficiente, y la gente tiene que beber agua contaminada, que ya se ha esparcido por toda la ciudad”, ha denunciado Boichenko. El alcalde ha explicado que “es una infección que se propaga muy rápido y no hay medios para pararla: ni médicos, ni hospitales, porque están muertos y destruidos”.

Confinados

Las autoridades ucranianas han anunciado que harán pruebas del cólera a todo el mundo que salga de Mariupol. Según el alcalde, las tropas rusas han confinado a los 100.000 residentes que continúan en la ciudad (que antes de la invasión rusa tenía una población de 430.000 personas). El alcalde ha calificado de “gueto medieval” el estado en el que ha quedado Mariupol y ha vuelto a reclamar a la ONU y la Cruz Roja que organicen un corredor humanitario para evacuar a la gente que continúa atrapada.

Según otro asesor municipal, Petró Andrusenko, las fuerzas ocupantes rusas ya han empezado a “cerrar en secreto la ciudad” ante la inminencia del brote. Pero no es el único que ha levantado la voz de alarma: la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó el mes pasado del riesgo de un brote de cólera en Maruúpol. Y el ministerio de Defensa británico, en su informe de inteligencia diario, también ha advertido este viernes que se han detectado casos aislados de cólera en la ciudad desde mayo y que los servicios sanitarios están “cerca del colapso”, mientras que las autoridades de ocupación rusas tienen dificultades para garantizar los servicios básicos.

Mariupol -una ciudad costera que antes de la invasión rusa florecía en la costa del mar de Azov, dentro del Donbás bajo control ucraniano- cayó en manso de las tropas rusas el 18 de mayo, después de semanas de intensos bombardeos y un asedio que consiguieron acabar con la última bolsa de resistencia en la planta siderúrgica de Azovstal.

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