El primer ministro polaco critica el "chantaje" de la UE con los fondos: "No nos dejaremos intimidar"
Von der Leyen asegura que actuará, pero todavía no activa ninguna represalia
BruselasDesigual frente a frente entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en el hemiciclo de la sede de la Eurocámara en Estrasburgo para abordar el desafío que supone la sentencia del TC polaco que cuestiona los fundamentos jurídicos de la UE. El político ultraconservador se ha plantado en el atril decidido a hablar durante los 35 minutos que ya se le habían denegado, y se ha enfrentado directamente al vicepresidente de la Eurocámara, el socialista Pedro Silva Pereira, que lo ha dejado acabar para que Morawiecki no pueda volver a Varsovia y decir que no lo quisieron escuchar. Pero Silva Pereira ha convertido la anécdota en metáfora acertada del conflicto abierto entre Polonia y las instituciones comunitarias: "Respetar los repartos de los tiempos de la Eurocámara también es una manera de mostrar respeto por la democracia europea".
Como bien ha dicho Von der Leyen, en una intervención de diez minutos, "hemos estado preocupados por la independencia judicial en Polonia durante bastante tiempo" y, a pesar de que Bruselas está a punto para activar el nuevo mecanismo que permitirá congelarles fondos europeos, la mandataria se ha limitado a decir que la Comisión está "profundamente preocupada" y que "actuará" sin anunciar todavía la activación de ningún tipo de represalia. Fue el comisario de Justicia, Didier Reynders, quien en una entrevista a Bloomberg este fin de semana dio por hecho que en cuestión de "días o semanas" se pondrá en marcha esta vía y Morawiecki lo sabe. Por eso, ha acusado a la UE de hacer "chantaje" con los fondos europeos y se ha mostrado firme: "No nos dejaremos intimidar".
El dinero en juego
Efectivamente, sin pulsar el botón, Von der Leyen ha puesto el dinero sobre la mesa: "El gobierno polaco nos tiene que explicar cómo intenta proteger los fondos europeos después de la sentencia de su TC. [...] Si nuestra Unión está invirtiendo más que nunca en avanzar en la recuperación de manera colectiva, tenemos que proteger el dinero de los incumplimientos del estado de derecho". Polonia es uno de los mayores receptores de fondos europeos de la UE. Tiene asignados 106.000 millones de euros del presupuesto común hasta 2027 y además 36.000 millones del fondo de recuperación que todavía no han recibido el visto bueno de la Comisión justamente por este conflicto.
Hasta ahora no se ha llegado nunca al extremo de congelar fondos por deficiencias en los valores democráticos porque la herramienta es nueva. Entró en vigor este año después de una dura negociación precisamente con Hungría y Polonia que acabó recorriendo el mecanismo en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), la misma instancia judicial que el gobierno de Morawiecki cuestiona abiertamente. Se trata de un mecanismo que protege el presupuesto al vincularlo con el respeto al estado de derecho, pero no es un instrumento de sanción directa contra este tipo de vulneraciones, justamente porque esta es la vía legal viable que se encontró dentro de las competencias y los tratados de la Unión.
Ataque a las instituciones
Y aquí es donde el primer ministro polaco ha cargado directamente contra las instituciones y contra otros gobiernos porque sitúa el conflicto en la vulneración de la soberanía de los estados que conforman la UE por parte de Bruselas. "Nuestro país está siendo atacado de manera injusta y parcial", ha remachado antes de asegurar que no hay una "base legal" para activar esta vía: "Es inaceptable hablar de sanciones financieras y hemos tenido todavía un peor lenguaje por parte de algunos gobiernos. Rechazo las amenazas, no permitiré que algunos políticos europeos hagan chantaje a Polonia".
Morawiecki ha defendido encarnizadamente la sentencia de su TC y ha repetido varias veces que "la ley más importante en cada estado es la Constitución", cosa que desde su punto de vista, no topa con la primacía del derecho comunitario que tiene que tener "fronteras" claramente delimitadas. Por eso ha criticado duramente el "centralismo" europeo que dice, quiere convertir los países en "provincias" y "expandir" las competencias de la Unión sin consultar a los estados soberanos. "Las competencias europeas tienen fronteras claras y no nos podemos quedar en silencio cuando se vulneran", ha dicho el mandatario polaco que también ha acusado a las instituciones de negociar de manera cada vez más opaca, sin consultar a la ciudadanía. También ha criticado la doble bara de medir de la UE y ha apuntando indirectamente contra el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, una de las voces más estrictas en este conflicto, también contra Hungría, cuando ha recordado que tener paraísos fiscales dentro de la Unión Europea "no parece alineado tampoco con los valores europeos".
Pero a pesar de la falta inmediata de reacción de Bruselas, Von der Leyen ha dejado clara la mangnitud del problema. "Es la primera vez que un tribunal de un estado miembro detecta que los tratados de la UE son incompatibles con la constitución. [...] No toleraremos que se pongan en riesgo nuestros valores comunes", ha dicho para recordar que los tratados garantizan que en toda la UE los ciudadanos europeos tienen los mismo derechos también ante los tribunales. Para garantizarlo, hay mecanismos como nuevos procesos de infracción, el famoso artículo 7 que puede dejar a Polonia sin derecho a voto y el nuevo mecanismo para congelar fondos. Solo falta que mueva ficha.