El ataque ruso

Moscú admite un "sabotaje" en la explosión de un polvorín en Crimea

Fuentes no oficiales ucranianas atribuyen a fuerzas especiales y partisanos en la segunda acción en una semana en la península, clave en la invasión rusa

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Explosions en un depósito de armas al distrito de Dhankoi, a Crimea.

BarcelonaMoscú lo ha admitido: la resistencia ucraniana está golpeando tras las líneas rusas, dentro de la fortificada península de Crimea. El ministerio de Defensa ruso ha reconocido en un comunicado este martes al mediodía que un depósito de municiones cerca de la localidad de Dzhankói, al norte de Crimea, ha sufrido un "sabotaje" que también ha afectado una línea de tren, una estación eléctrica y edificios de viviendas. Por la mañana, las autoridades locales de la península, anexionada ilegalmente por Rusia el 2014, habían anunciado una gran explosión en un almacén de armas, situado a unos 200 kilómetros del frente, que habría dejado dos civiles heridos y habría obligado a evacuar dos mil personas. La acción es un nuevo golpe contra el ejército ruso, justamente una semana después de que un bombardeo en una base aérea de Crimea destruyera varios aviones de guerra rusos.

Kiev no ha admitido oficialmente la autoría del ataque, pero según el New York Times, un oficial ucraniano que pide el anonimato lo ha atribuido a una unidad militar de élite ucraniana que actúa tras las líneas enemigas. La explosión, que sería compatible con un ataque con dron, ha formado una enorme bola de fuego y una gran columna de humo visible desde la distancia. Un asesor de la presidencia ucraniano, Mijailo Podoliak ha hecho una referencia en Twitter: "Recordatorio: Crimea en un país normal es mar Negro, montañas, ocio y turismo, pero Crimea bajo ocupación rusa es explosiones en depósitos militares, y un alto riesgo de muerto para los invasores y ladrones. Desmilitarización en acción".

Según residentes locales, las autoridades de ocupación rusas han declarado la alerta terrorista de nivel amarillo y están haciendo cacheos en parques y edificios públicos.

Crimea es una base de operaciones clave para el ejército ruso en la invasión a gran escala de Ucrania: de sus bases aéreas salen muchos de los aviones que bombardean ciudades y pueblos, y también desde la base naval de Sebastopol parten los barcos de guerra de la flota rusa que han sometido el país a un bloqueo naval. Hasta hace pocos días Crimea había estado fuera del alcance de la artillería ucraniana y de su aviación, que no podía superar los sistemas antiaéreos rusos. Pero el pasado martes una serie de fuertes explosiones destruyeron varios aviones en la base de Saki, al oeste de la península, que dejaron muy tocado el regimiento 42 de la aviación naval. Aunque Kiev no lo admitió oficialmente y Moscú habló de la negligencia de un soldado que manipulaba explosivos, fuentes no oficiales ucranianas aseguran que aquel ataque fue perpetrado por fuerzas especiales que trabajaban con partisanos locales. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció hace semanas una ofensiva para recuperar el sur del país, centrada en la localidad costera de Jerson, ocupada al inicio de la invasión, pero dejó claro que "la guerra empezó en Crimea y se acabará en Crimea".

Unas horas después de la explosión al depósito de municiones, Moscú ha hablado de nuevas explosiones en la localidad de Simferópol, al sur de Crimea, a unos cien kilómetros de distancia.

Alguns medianos rusos también se hacen eco de explosiones al centro de la penísula, en la base militar de Gvardeyskoye, en infomacions todavía pendientes de confirmación.

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