El asesinato de seis rehenes desata una grave crisis en Israel

Protestas masivas en todo el país contra Netanyahu y convocatoria de una huelga general para este lunes

ARA
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Miles de personas concentradas en Tel-Aviv para reclamar a Netanyahu la inmediata sigantura de un acuerdo por el alto el fuego y el retorno de los rehenes

BarcelonaEl anuncio del ejército israelí de que en la madrugada del domingo había recuperado los cuerpos sin vida de seis rehenes en un túnel en Rafah, en la frontera sur de la franja de Gaza, desató una grave crisis en Israel. El país sufre una nueva ola de protestas, las más numerosas, y se encamina hacia una huelga general para exigir al primer ministro, Benjamin Netanyahu, que cierre un acuerdo por un alto al fuego que permita el regreso de los rehenes. Pese a la presión, que también le llega desde su mismo gobierno, Netanyahu sigue encerrado en banda. "Quien asesina a rehenes no quiere un acuerdo", aseguró Netanyahu, quien asegura estar dispuesto, él sí, a llegar a un acuerdo que devuelva a todos los secuestrados.

Los cuerpos que se han encontrado esta madrugada, que fueron secuestrados por Hamás el pasado 7 de octubre, han sido identificados como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi, Ori Danino y Hersh Goldberg-Polin, que tenía doble nacionalidad israelí y estadounidense. Según el portavoz israelí militar Daniel Hagari, Hamás habría asesinado a los rehenes "poco antes" de que las fuerzas israelíes les encontraran. El túnel donde estaban las víctimas está a muy poca distancia, menos de un kilómetro, de donde este martes el ejército liberó Kaid Farhan Elkadi, un rehén beduino que también estaba secuestrado desde el 7 de octubre. De los 250 rehenes que Hamás secuestró, quedan 97 en la Franja, y 33 de ellos se sabe que han muerto.

Miles de israelíes han salido a las calles de Tel Aviv y Jerusalén a exigir a Netanyahu que cierre un acuerdo por un alto el fuego en Gaza que permita el regreso del resto de rehenes. "Seis de nuestros hermanos han vuelto en bolsas para cadáveres! ¡Cierra el acuerdo ahora!", han clamado los manifestantes. Las concentraciones han recibido apoyo especialmente de las asociaciones de familiares de rehenes, que denuncian que "lleva más de dos meses un acuerdo sobre la mesa" y que, si no fuera por los "retrasos, el sabotaje y las excusas", los rehenes que se han encontrado este domingo "aún estarían vivos".

También asistieron a las protestas los principales líderes de la oposición política israelí, como el ex primer ministro Yair Lapid, que pidió la convocatoria del Parlamento israelí este lunes para forzar a Netanyahu a firmar un acuerdo. "El pueblo de Israel ha salido en masa para decir al Gabinete de la Muerte [el gobierno de Netanyahu]: los queremos vivos, en casa. No pueden seguir muriendo allí", ha asegurado Lapid en un tuit.

Precisamente Lapid es uno de los impulsores de la huelga general convocada este lunes por Histradut, la mayor organización intersindical de Israel. Su líder, Arnon Bar-David, ha criticado duramente a Netanyahu: "estamos recibiendo bolsas de cadáveres en lugar de un acuerdo. He llegado a la conclusión de que sólo nuestra intervención podrá mover a quien necesita ser movido", ha asegurado Bar-David , que cree que el gobierno aún no ha firmado ningún alto el fuego por "consideraciones políticas". "Hamás no es el único responsable", concluyó. La huelga afectará a comercios, escuelas y también al aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel-Aviv.

El ministro de finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha pedido esta noche al fiscal general de Israel que presente una demanda para bloquear una huelga general que, según el ministro colono ultraderechista, no tiene ninguna base legal y "solo" busca influir indebidamente en decisiones importantes de algunos políticos en materia de seguridad nacional”. Smotrich forma parte de los ministros ultras, junto al titular de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, que han apoyado la posición de Netanyahu. En un tuit, Smotrich rechazó cualquier "acuerdo de rendición" y afirmó que "el ejército debería avanzar dos kilómetros tierra adentro desde la frontera actual y asolarlo todo a su paso". "Este es un territorio que nunca volverá a manos de los habitantes de Gaza", espetó.

Las voces que claman para que Netanyahu replantee las negociaciones y cierre un acuerdo por el alto el fuego se han multiplicado, también, en su gobierno de coalición. El ministro de defensa israelí, Yoav Gallant, ha hecho un tuit en el que pide "revocar la decisión tomada el jueves", es decir, que Israel renuncie a mantener presencia militar en el corredor Philadephia, en la frontera de Gaza con Egipto, uno de los puntos que Netanyahu exige por un eventual acuerdo. "Ya es demasiado tarde para los rehenes asesinados a sangre fría", lamentó Gallant. También se ha pronunciado el antiguo ministro de Defensa, Benny Gantz, que ha espoleado "el pueblo de Israel a derribar al gobierno"

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