Jean Pierre Filiu, un historiador en Gaza: "Es el laboratorio de un mundo sin derecho"

BarcelonaJean Pierre Filiu ha llegado esta mañana al Cidob vestido con una sudadera verde caqui donde se leía "Fight like ukranianos(Lucha como los ucranianos) para hablar de Gaza. La sala estaba llena hasta los topes para escuchar a uno de los pocos (probablemente el único) intelectual europeo que ha pisado la Franja de Gaza en los últimos dos años. Historiador y arabista, ya se había jugado el físico en la guerra de Siria, y logró incorporarse Franja.

Con esta experiencia de un mes y medio sobre el terreno, ha escrito Un historien en Gaza (Un historiador en Gaza), que lidera la venta de ensayo en Francia. "Es mucho peor de todo lo que podáis imaginar", resumió. "Cuando estás dentro te desmayarías, y si aguantas de pie es para dar el testimonio: una parte de mí continúa en Gaza". Gaza, dice Filiu, se ha convertido en el "laboratorio de un mundo sin derecho: el mundo de las bestias en las que se impone la ley del más fuerte". Con una larga carrera diplomática y perspectiva histórica, Filiu las ha visto de todos colores (se jugó la piel más de una vez viajando a Siria en plena guerra), y no esconde su desconcierto: "La deshumanización de los palestinos ha alcanzado un nivel de atrocidad que me choca".

Lo que está ocurriendo en Gaza, dice el historiador, no es un conflicto local ni regional, sino planetario. En el mundo de hoy todo está conectado y Filiu lo ha querido expresar con su indumentaria. "Cuando hablo de Gaza pienso en Ucrania y viceversa". Con su tono de catedrático de historia de Oriente Medio en la facultad parisina de Sciences Po, el exdiplomático francés ha constatado lo que todo el mundo ve y muy pocos responsables políticos europeos están dispuestos a admitir: "Putin y Netanyahu hicieron todo lo que estaba en sus manos para llevar Trump de nuevo a la Casa Blanca- y ahora está en la Casa Blanca- y ahogando a Europa, donde la extrema derecha crece sin parar". Y la extrema derecha europea no acaba de ponerse del todo de acuerdo sobre Putin, pero sí cierra filas a la hora de apoyar a Netanyahu cuando materializa su plan de exterminio de los palestinos.

Filiu asegura que Europa sólo puede escapar de ese triángulo que la tenaza poniendo fin al bloqueo de Gaza y buscando, no un alto el fuego, sino lo que considera "el camino de la paz real": un estado palestino junto a Israel. Invocar la solución de ambos estados provoca dudas entre la audiencia porque el estado palestino ha sido borrado del mapa y hoy parece una quimera en boca de líderes internacionales que no parecen tener mucho interés en encontrar soluciones reales. Pero Filiu insiste: "Igual que un día se decide establecer una colonia, se puede decidir retirarla, es un problema de voluntad política".

El arabista habla claro y está convencido de que ni Netanyahu –un "astuto" animal político– ni Trump tienen ningún interés en poner fin a la guerra en Gaza: "Si es necesario, bombardearán los cadáveres". Y en el horizonte de Israel, por ahora, solo están las elecciones del 2026. Para Filiu, el único actor con capacidad para cambiar las cosas es Europa. Pero Europa no está y nadie le espera, y menos aún como "espacio de derecho". "Europa no existe en Gaza. Hay Israel, Estados Unidos, la ONU, algunos países árabes y los actores humanitarios. Pero de Europa, ni rastro".

El historiador francés evoca la geopolítica: Palestina es el cruce de Europa, Asia y África, y eso en Washington se ve más claro, desde la distancia, que en Bruselas. Palestina es el centro geopolítico y Gaza es el centro de Palestina. Gaza es el centro y no la periferia, algo que ni los líderes de la Autoridad Palestina ni los de los países árabes y las grandes potencias occidentales han sabido entender. Esto se entiende mejor desde la mirada larga de un historiador: Gaza, que como ha recordado Filiu ya era Gaza en la era de los faraones, ocupa el centro. No es Jerusalén, es Gaza. Como sentencia Filiu, "todo comienza y todo termina en Gaza".

Borrell no se muerde la lengua

Tras escucharle, el exjefe de la diplomacia Europea y actual presidente del Cidob, Josep Borrell, ha cerrado el acto con el tono de los veteranos que se han librado de responsabilidades institucionales. Reiteró que Netanyahu contribuyó al crecimiento de Hamás: "He visto al secretario general de la ONU explicando a los líderes europeos cómo prohibió que los camiones de la UNRWA transportaran sacos llenos de billetes procedentes de Qatar para Hamás, con la autorización de Israel". El político socialista ha dicho que echar comida a Gaza con paracaídas, como han hecho varios gobiernos árabes y europeos, entre ellos el español, es "hacer comedia".

Borrell ha criticado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por "esperar a que hubiera 40.000 muertes más en Gaza por plantearse suspender las relaciones comerciales con Israel, una "respuesta blanda". Y ha recordado la responsabilidad histórica de Europa en el desastre:" y un pueblo sin tierra, y esto no era verdad. Éste es el origen profundo del mal que nos negamos a aceptar. ¿Qué hacemos con este pueblo?" Y aún ha recomendado a los alemanes que "vayan al psiquiatra para descargarse del complejo de culpa: a los judíos les mataron ustedes, no a los palestinos".