El acuerdo para un alto el fuego en Gaza, "más cerca que nunca"

Las últimas conversaciones han supuesto un avance significativo, y el pacto podría cerrarse hoy mismo

Edificios destruidos por ataques israelíes en Khan Yunis, en el sur de la franja de Gaza.
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BarcelonaLos equipos que negocian un acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel en la Franja de Gaza se reunieron este martes en Doha para cerrar los últimos detalles pendientes, y se prevé que pueda haber un anuncio de entendimiento en las próximas horas. "Creo que tendremos un alto el fuego", afirmó esta tarde el representante de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en una rueda de prensa en la que aseguró que el acuerdo está a la espera del visto bueno de Hamás. "Tanto si lo conseguimos los días que quedan de nuestra administración como después del 20 de enero, creo que el acuerdo seguirá los términos del acuerdo que el presidente Biden presentó el pasado mayo", ha añadido Blinken.

El portavoz del ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, ha dicho en rueda de prensa que las negociaciones están "en las etapas finales", aunque también ha hecho un llamamiento a la prudencia argumentando que hasta que no haya acuerdo conviene no entusiasmarse en exceso. Explicó que Qatar ha entregado el último borrador del texto a Hamás y al gobierno de Israel. "Estamos en su punto más cercano a un acuerdo de los últimos meses", constató.

Hamás también ha afirmado que las conversaciones han llegado a la fase final y se ha mostrado esperanzado en que esta ronda de negociaciones concluya en un acuerdo "claro e inclusivo". Según la agencia estadounidense Associated Press, el grupo islamista ya ha dado luz verde al borrador. Israel no ha hecho todavía ninguna declaración pública, pero un funcionario del gobierno ha dicho a Reuters que las conversaciones están en un punto "crítico" y que el acuerdo está "cerca", aunque ha remarcado que todavía no se está allí ha llegado.

Según la BBC, un detalle que evidencia un acercamiento de las posturas es el hecho de que, por primera vez en quince meses, los negociadores de Israel y de Hamás están bajo el mismo techo. No se han reunido cara a cara –lo que nunca ha ocurrido durante este proceso– y los mediadores siguen siendo vitales, pero es un avance teniendo en cuenta que en las otras ocasiones habían estado en edificios diferentes.

Detalles del acuerdo

Uno de los puntos clave de las negociaciones es cuántos y qué presos palestinos retenidos en prisiones israelíes serán liberados a cambio de los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre de 2023. El posible acuerdo que hay sobre la mesa prevé tres fases en las que se irían liberando gradualmente a los rehenes y culminaría en la reconstrucción del enclave y el establecimiento de un nuevo gobierno. Según varios medios, la primera fase de implementación del acuerdo permitiría liberar a 33 rehenes clasificados en el grupo humanitario, incluidos mujeres, criaturas, hombres de más de 50 años y enfermos. Por su parte, Israel liberaría a un millar de presos palestinos, principalmente mujeres y menores, durante la primera fase, que tendría una duración de seis semanas.

Associated Press ha obtenido una copia del borrador y ha desgranado algunos detalles más. Entre los 33 rehenes liberados habría cinco mujeres soldado: cada una de ellas sería intercambiada por 50 prisioneros palestinos, incluidos 30 condenados que cumplen cadena perpetua en prisiones israelíes. Al final de la primera fase, todos los cautivos civiles, vivos o muertos, habrían sido devueltos a Israel. Durante esta primera etapa, de 42 días, las fuerzas israelíes se retirarían de los núcleos de población, los palestinos podrían empezar a volver a su casa en el norte de Gaza y habría un aumento de la ayuda humanitaria, con unos 600 camiones entrando cada día en el enclave.

En la segunda fase se liberarían el resto de rehenes vivos, principalmente soldados, y se culminaría la "completa retirada" de las fuerzas israelíes de Gaza. Los detalles de esta fase tendrán que negociarse durante el primer mes y medio de implementación del acuerdo. Son los puntos más difíciles de resolver, y es ahí donde existe el peligro de que vuelvan los ataques, ya que el acuerdo no incluye garantías de que el alto el fuego se mantendrá hasta que se llegue a un entendimiento. Por eso, se teme que Israel pueda reanudar la ofensiva militar una vez terminada la primera fase.

Finalmente, según el borrador, durante una tercera fase se devolverían a Israel los cuerpos de los secuestrados muertos durante la guerra, a cambio de un plan de reconstrucción del enclave, con un plazo de entre tres y cinco años y bajo supervisión internacional.

El texto sobre el que se ha negociado en las últimas horas se basa en la propuesta que se debate desde hace ocho meses. Sin embargo, hasta ahora no había habido avances relevantes. El sprint final de las negociaciones se ha producido a pocos días del 20 de enero, cuando Donald Trump volverá a tomar posesión del cargo de presidente de Estados Unidos. Por un lado, Joe Biden se esfuerza en cerrar el acuerdo antes de marcharse del Despacho Oval, mientras que a Trump también le interesa empezar el mandato sin esa patata caliente encima de la mesa.

El republicano ha avisado de que si no hay un acuerdo para liberar a los rehenes israelíes se desatará un "infierno" en Gaza, donde en estos quince meses de guerra han muerto más de 46.600 palestinos y donde los que siguen allí viven en unas condiciones catastróficas. Mientras los rumores conforme se intensifican, también lo hacen los bombardeos israelíes. Durante el día de ayer, al menos 61 palestinos murieron, y hoy han sido 15 (10 en Deir al Balah y cinco en Rafah), según el recuento del ministerio de Sanidad de Gaza, mientras que en los días anteriores, la cifra había oscilado entre los 20 y los 30 fallecidos diarios.

Una "rendición" a Hamás

Sin embargo, Netanyahu ha recibido fuertes presiones internas para rechazar el acuerdo. " de Israel frente a Hamás. "Durante el año pasado, utilizando nuestro poder político, pudimos evitar que este acuerdo se aprobara, una vez y otra", ha reivindicado el líder de Poder Jueu en un vídeo difundido en redes sociales. Y ha insistido en que si acaba aprobándose el pacto, su partido abandonará el gobierno.

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, líder de otro partido ultranacionalista socio minoritario de Netanyahu, también dejó claro ayer que rechaza el entendimiento, que consideró una "catástrofe para la seguridad nacional del Estado de Israel". Con todo, no se comprometió a abandonar la coalición de gobierno, como le ha pedido Ben-Gvir.

El primer ministro se reunió el fin de semana con ambos por sondear su posición sobre el acuerdo. Walla, el equipo de Netanyahu cree que Ben-Gvir abandonaría el gobierno en caso de que se aprobara el pacto, pero no está tan claro que el partido de Smotrich también lo hiciera. Por eso, el dirigente israelí está intentando convencerle de que se limite a votar en contra de la propuesta sin abandonar la coalición para evitar así elecciones anticipadas.

Pese a su postura contraria a pactar con Hamás, algunos analistas apuntan a que los sectores más radicalizados son conscientes de que tendrán más opciones de conseguir sus objetivos expansionistas con Trump y que, por tanto, no les sería conveniente abandonar el gobierno, a pesar de haber amenazado con salir si hay tregua.

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