Los primeros evacuados de Azovstal llegan a territorio bajo control ucraniano

Las tropas rusas retoman los ataques a la siderúrgica de Mariupol, que todavía refugia a unos 200 civiles

Un grupo de civiles evacuados de Mariúpol en un convoy dirección a Zaporíjia.
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BarcelonaTres días después de haber conseguido escaparse del infierno de Mariupol, un centenar de civiles evacuados de la planta Azovstal han llegado este martes a Zaporiyia, ciudad bajo control ucraniano. La operación de rescate, coordinada por las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja, empezó el sábado, pero los convoyes se dirigieron hacia el este, a territorio controlado por las fuerzas rusas. Moscú aseguró que los que quisieran ir hacia zonas bajo dominio ucraniano podrían hacerlo. El trayecto ha sido largo, pero finalmente han llegado a un destino relativamente seguro, a pesar de que no muy alejado de los combates.

La ONU ha detallado que 101 personas han podido ser evacuadas de la planta siderúrgica de Mariupol, una enorme fortaleza de más de 11 kilómetros cuadrados llena de búnkeres y laberintos subterráneos que ha servido de refugio para un millar de civiles y unos 2.000 soldados desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, hace ya más de dos meses. Además de los que han podido salir de Azovstal, el convoy humanitario también ha evacuado a 58 civiles que estaban al distrito de Manhush, a las afueras de la ciudad. En total, hoy han llegado a Zaporiyia 127 personas, "donde están recibiendo atención, incluyendo tratamiento sanitario y psicológico", ha indicado el representante de la ONU en Ucrania, Osnat Lubrani, que ha añadido que "algunos de los evacuados" han decidido no unirse al convoy hacia Zaporiyia.

La Cruz Roja ha afirmado que, mientras el convoy de autobuses y ambulancias salía de la ciudad, algunas personas se han incorporado para hacer el camino de forma segura. "Se necesitan con urgencia acuerdos similares entre las partes para aligerar el inmenso sufrimiento de la población civil", ha remarcado la organización, que ha recordado que en el complejo de Azovstal todavía quedan civiles, unos 200 según el alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko.

La evacuación de civiles de la planta asediada supone el primer pequeño éxito diplomático desde que Rusia empezó la guerra en Ucrania. La operación de rescate empezó la misma semana que el secretario general de la ONU, António Guterres, visitó Moscú y Kiev, y consiguió la garantía del Kremlin de que pararía los ataques a la zona para facilitar una evacuación segura.

"No me puedo creer que lo hayamos conseguido; solo queremos descansar", decía Alina Kozitskaia a Reuters, una vez ya a Zaporiyia. Los hospitales de la ciudad han sido reforzados con voluntarios para prepararse para la llegada de desplazados. "Estamos preparados para quemaduras, fracturas y heridas, y también diarreas, infecciones respiratorias... o por si hay mujeres embarazadas, o niños con desnutrición", ha explicado Dorit Nizan, responsable de incidentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también a la agencia británica.

Entre los evacuados, mayoritariamente mujeres, niños y gente mayor, algunos alertaban del peligro que corren los que todavía quedan en la fábrica de Azovstal, sobre todo los combatientes del regimiento de Azov, integrado en el ejército ucraniano. "Tenemos miedo de que después de la evacuación de civiles, ellos se queden allá. No vemos ninguna señal de ayuda", decía Ksenia Chebsheva, que tiene a su marido en la planta. "No tienen comida, ni agua ni municiones", ha alertado.

Vuelven los bombardeos a Azovstal

De hecho, este martes Rusia ha confirmado que ha retomado los ataques al complejo de Azovstal, argumentando que los soldados habían utilizado el alto el fuego para reposicionarse. "Los soldados del regimiento de Azov y del ejército de Ucrania, que están estacionados en la planta, lo aprovecharon [el alto el fuego]. Salieron de los sótanos y ocuparon posiciones de tiro en el territorio y en los edificios de la fábrica", ha dicho el ministerio de Defensa ruso, que ha indicado que el ejército y tropas prorrusas "están utilizando artillería y aviación para destruir estas posiciones".

El capitán Sviatoslav Palamar, líder de los combatientes de Azov en la planta, ha hecho otro llamamiento urgente desde la siderúrgica para evacuar a los civiles que todavía están adentro. "Hoy, 3 de mayo, la artillería naval y la artillería terrestre enemiga han atacado toda la noche el territorio de la planta de Azosvstal. Se han lanzado bombas de gran tonelaje. Como resultado de estos actos criminales, dos mujeres civiles han muerto, y unos diez civiles han resultado heridos de diversa gravedad. En estos momentos está teniendo lugar un poderoso asalto contra el territorio de la planta con el apoyo de vehículos blindados, tanques, e intentos de asalto con barcos y un gran número de unidades de infantería", ha resumido.

Humareda sobre la planta Azovstal de Mariupol, este martes.

Mientras tanto, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha vuelto a hablar por teléfono con su homólogo ruso, Vladímir Putin, a quien ha pedido que permita que sigan las evacuaciones de civiles de Azovstal. La última vez que los dos mandatarios hablaron fue el 29 de marzo. Aun así, la conversación, que ha durado más de dos horas, no ha dado como resultado ninguna esperanza de conseguir un adelanto significativo de cara a un proceso de paz en Ucrania. Según el Kremlin, Putin ha reprochado "el caso omiso que hacen los países de la UE a los crímenes de guerra que cometen los militares ucranianos, los bombardeos masivos de ciudades y pueblos del Donbás", a la vez que ha insistido en decir que Occidente está influyendo con el suministro de armas a Ucrania. La llamada llega después de que Macron hablara hace tres días con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien le aseguró que Francia continuará dando ayuda militar a la resistencia.

Apoyo a Suecia y Finlandia

En territorio comunitario, este martes ha habido otro contacto diplomático: las primeras ministras de Finlandia y Suecia, Sanna Marin y Magdalena Andersson, han participado en un encuentro con el gobierno alemán y se han reunido con el canciller, Olaf Scholz, que les ha transmitido el apoyo de Alemania si finalmente deciden pedir la adhesión a la OTAN. En una rueda de prensa conjunta, Scholz ha considerado que no se puede descartar que Moscú quiera ir más allá de Ucrania: "No podemos asumir que Rusia no atacará otros países".

Finlandia y Suecia están en la recta final de un debate interno para decidir si solicitan entrar en la Alianza Atlántica y están intensificando los contactos, sobre todo para garantizarse que los socios de la OTAN proporcionarán medidas de seguridad a los dos países nórdicos mientras dure el proceso hasta la aprobación definitiva, que podría tardar hasta un año. A pesar de que ninguno de los dos países ha anunciado todavía la decisión de incorporarse a la OTAN, las próximas dos semanas serán clave, y se espera que el anuncio se haga conjuntamente en la tercera semana de mayo.

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