Finlandia y Suecia aceleran los pasos para una posible entrada en la OTAN

El Kremlin reitera las amenazas y avisa de que la ampliación de la Alianza "no traerá estabilidad" a Europa

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Militars suecos en la ciudad de Oso karshamn.

La invasión rusa de Ucrania ha provocado un giro radical en el debate público en Finlandia y en Suecia sobre la entrada en la OTAN. El aumento radical del apoyo de los ciudadanos a la adhesión ha provocado cambios de postura insólitos en el ámbito político, y la decisión podría llegar incluso antes del verano, teniendo en cuenta que la Alianza Atlántica tiene programada una cumbre clave para su futuro a finales de junio en Madrid. Esta semana, Finlandia comenzará el proceso para debatir su futura política de seguridad. El gobierno de Sanna Marin presentará el miércoles en el Parlamento un informe sobre los pros y contras de una entrada en la OTAN, el pistoletazo de salida para un debate parlamentario que tendrá que acabar con una decisión que estará en manos, en última instancia, del ejecutivo y del presidente finlandés, Sauli Niinistö. "Es una semana importante", ha dicho este lunes el ministro de Exteriores, Pekka Haavisto, desde Luxemburgo, donde ha asistido a una reunión con sus homólogos de la UE.

La semana pasada ya avanzó que el proceso en Finlandia sería rápido y que la decisión llegará en las próximas semanas. También detalló que los miembros de la OTAN se han ofrecido a ayudar a Finlandia a garantizar su seguridad durante el tiempo que dure el proceso de solicitud, que podría ser de entre cuatro meses y un año.

Finlandia, que comparte 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, se ha mantenido alejada de cualquier alianza militar desde la Segunda Guerra Mundial, pero la invasión rusa de Ucrania ha generado un cambio de 180 grados en la opinión pública. Según los últimos sondeos, más de un 60% de los finlandeses están ahora a favor de que el país entre en la OTAN, mientras que los últimos años el apoyo se movía por debajo del 25%.

La primera ministra, Sanna Marin, no ha manifestado su postura respecto a la entrada en la alianza militar, pero ha subrayado que la amenaza rusa es más evidente: "Rusia no es el vecino que pensábamos que era", dijo en una reunión hace diez días con delegados del Partido Socialdemócrata, en la que dijo que es hora de que Finlandia reconsidere seriamente su posición sobre la neutralidad militar. "La situación puede empeorar; por lo tanto, tenemos que tomar una decisión esta primavera", dijo el sábado en una entrevista en la televisión pública Yle. Además, este fin de semana, la presidenta del Partido de Centro, hasta ahora contrario a la entrada en la OTAN, cambió oficialmente su postura y pidió a la formación apoyar la adhesión, hecho que contribuiría a asegurar una mayoría parlamentaria.

En Suecia, el proceso va a un ritmo más lento, y hasta ahora ha dejado que Finlandia tome la iniciativa. Este lunes, sin embargo, el Partido Socialdemócrata sueco –que gobierna en solitario y en minoría– ha anunciado que ha abierto un proceso de diálogo interno para valorar la entrada en la Alianza, mientras que se había opuesto históricamente. También ha habido movimientos en la derecha: el partido Demócratas de Suecia ha anunciado que apoyará a la adhesión si Finlandia lo hace. Este cambio supone que ahora mismo hay una mayoría parlamentaria a favor de unirse a la alianza militar, a pesar de que sigue siendo esencial el apoyo de los socialdemócratas.

Este miércoles Sanna Marin viajará a Estocolmo para reunirse con la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, con quien discutirá "el actual debate sobre la política de seguridad" en los dos países, según ha informado el gobierno finlandés. Ante todos estos movimientos, el Kremlin ha reiterado este lunes sus amenazas. "Hemos dicho repetidamente que la Alianza continúa siendo una herramienta orientada a la confrontación y su posterior expansión no aportará estabilidad al continente europeo", ha afirmado el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

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