Putin sobre Ucrania: "Rusia no amenaza a nadie, son los EE.UU. los que vienen con misiles"
El presidente ruso celebra la rueda de prensa anual en un momento de alta tensión con Occidente y con la ómicron reavivando la pandemia
MoscúGran expectación en el histórico edificio Manege de Moscou, donde medios rusos e internacionales han asistido a la rueda de prensa anual del presidente Vladímir Putin, que durante casi 4 horas ha respondido a decenas de preguntas. Las tensiones entre Occidente y Rusia por Ucrania han sido el gran tema de la jornada y el motivo por el que su comparecencia era especialmente esperada. “Dejemos claro que la expansión de la OTAN hacia el este es inaceptable”, ha afirmado el líder ruso. Putin ha querido viajar hasta principios del siglo XX, cuando en Occidente algunos apostaban por dividir Rusia en varios territorios. "Y pasó a finales del siglo XX, ¿que más quieren?", ha añadido. "Creen que Rusia es demasiado grande porque los países europeos son pequeños". Y, como se esperaba, el tono más duro lo ha utilizado para referirse a los Estados Unidos, con los que, a pesar de haber mantenido una videollamada reciente con Joe Biden, tiene una relación cada vez más tensa. "Rusia no amenaza a nadie. Son los Estados Unidos los que vienen a nuestra casa con sus misiles. ¿Hemos puesto nosotros misiles cerca de la frontera con los EE.UU.? No, claro que no", ha dicho Putin, que después se ha preguntado: "¿Cómo reaccionarían los norteamericanos si, de repente, desplegáramos nuestros misiles en la frontera entre Canadá y los EE.UU.?".
Washington teme una invasión o un ataque de Moscú sobre territorios ucranianos, especialmente en la región del Donbass, que el gobierno ruso considera potencialmente de su dominio. Putin tiene una fijación especial con Ucrania. Considera que rusos y ucranianos forman parte de un "solo pueblo", pero el problema rae, según el mandatario, en el hecho de que Kíev está gobernada por personas que quieren convertir el país en "antiruso" y consolidarlo como un territorio a merced de los intereses de Occidente, en particular de los de la Casa Blanca. Esta idea inquieta al Kremlin, que no quiere renunciar del todo a su vecino.
Putin ha recordado que el empeoramiento de las relaciones con Ucrania no ha explotado este año a raíz de la concentración de tropas rusas en la frontera. "Fue en 2014", ha subrayado, en referencia a la revolución del Euromaidan –una oleada de protestas en la que los ucranianos exigían una mayor integración europea–. "Hace años que Occidente quiere crear un país anti-Rusia con el permanente suministro de armas y el lavado de cerebro de la población". El presidente ruso ha criticado que se hable tanto de "guerra" y ha exigido a Occidente y los Estados Unidos "garantías inmediatas" para rebajar la tensión en la frontera. Esto determinará las futuras acciones de Moscú, que no está dispuesta a dar marcha atrás.
Problemas en casa
Pero encima de la mesa Putin tenía otras muchas cuestiones. Empezando por la crisis energética que vive Europa, en la que Rusia ha adoptado un papel relevante por el hecho de ser uno de los grandes suministradores de gas del continente. Hace unos meses, algunos gobiernos insinuaron que el Kremlin estaba restringiendo el acceso al gas para favorecer la inestabilidad política dentro de la Unión Europea. Moscú siempre lo ha negado. “Gazprom suministra todo el volumen solicitado por nuestras contrapartes respetando los contratos existentes e incluso aumentó los suministros en un 12% o incluso un 20% a países que no pertenecen a la CEI, y también aumenta los suministros a Europa”, ha reiterado Putin.
Preguntado por los periodistas –que han tenido que pasar un estricto control antes de entrar en el recinto: tres PCR con resultado negativo y haber sido desinfectados en un túnel–, el presidente también ha hablado del que es, probablemente, el preso más mediático de Rusia: el opositor Alekséi Navalni, envenenado en verano de 2020. “Rusia no puede ser derrotada, solo se puede destruir desde dentro. Es lo que pasó en la Primera Guerra Mundial y en los 90”, ha sentenciado Putin. “¿Quiénes fueron los responsables? Personas que, desde dentro, servían a intereses en el extranjero. Usted (corresponsal de la BBC Pyotr Kozylov) ha hablado, por ejemplo, del hombre que supuestamente fue envenenado”, ha dicho Putin, que, una vez más, no se ha referido a Navalni por su nombre.
Covid-19 y economía
Y como no podía ser de otro modo, la pandemia también ha sido uno de los grandes temas. “Todo el mundo lucha contra el covid y la guerra continúa”, ha asegurado Putin. La vacuna Sputnik V, un caramelo geopolítico para Moscú, no ha generado mucha confianza entre la población rusa y muchos no han querido ponérsela todavía: el 44% de los rusos tienen la pauta completa. Pero el mandatario ha hablado de un 59,4% de inmunidad colectiva, en referencia a aquellos que se han vacunado y a aquellos que, según los cálculos del Kremlin, han pasado la enfermedad. En el país cada vez son más los casos de personas que intentan conseguir certificados de vacunación falsos para poder acceder a establecimientos limitados para las personas inmunizadas. Se sabe, de hecho, que como mínimo medio millón de habitantes de Moscú y la región habrían comprado certificados falsos. "Se tiene que luchar contra las violaciones de la ley, contra la falsificación de certificados”.
Putin también ha hablado del impacto del covid-19 en la economía, uno de los temas que más preocupa a los rusos. “Nuestra economía, al enfrentarse a los retos del covid y las restricciones económicas y sociales, ha resultado estar más movilizada y preparada para estos choques que otras economías desarrolladas del mundo”. Aún así, ha admitido que en Rusia se ha duplicado la inflación, no sin recordar que en los Estados Unidos se ha triplicado.