La muerte de Gorbachov

Miles de personas despiden a Gorbachov en un funeral sin honores de estado

Putin se excusa por motivos de agenda en una ceremonia sin prácticamente ningún líder mundial por culpa de la guerra en Ucrania

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Funeral del último presidente de la Unión Soviética, Mikhaïl Gorbatxov.

BarcelonaMiles de personas han pasado este sábado por la histórica Casa de los Sindicatos de Moscú, en el centro de la capital rusa, para rendir homenaje a Mijaíl Gorbachov, el último líder de la Unión Soviética, que murió el martes a los 91 años y a quien Rusia ha despedido en una ceremonia popular y sin honores de estado. Desde primera hora de la mañana ya había rusos esperando para entrar en la Sala de las Columnas, reservada a personalidades ilustres del país, que se ha abierto a las 10 de la mañana (hora local). La previsión era que el acto de despedida se alargara durante dos horas, pero la insistente cola de ciudadanos que querían dar el último adiós a Gorbachov ha hecho que la ceremonia haya acabado durando más de cuatro horas.

El féretro ha entrado cubierto con la bandera rusa y los guardias de honor lo han dispuesto en el centro de esta sala, donde se han celebrado otros funerales históricos, como el de Stalin. En este caso, sin embargo, el Kremlin no ha elevado la despedida a funeral de estado, como sí que hizo con el expresidente ruso Borís Yeltsin, que tomó las riendas de Rusia después de la caída de la URSS.

Las diferencias entre las despedidas de los dos líderes son evidentes: Gorbachov ha recibido una guardia de honor militar, pero no ha tenido un funeral de estado. En la ceremonia –más parecida a un velatorio que a un funeral– ni siquiera ha asistido el presidente actual del país, Vladímir Putin, que se ha excusado alegando motivos de agenda. En cambio, cuando Yeltsin murió en 2007, Putin declaró un día de luto nacional y asistió, junto con varios líderes mundiales, a un gran funeral de estado en la catedral del Cristo Salvador de Moscú.

La frialdad del Kremlin con la muerte de Gorbachov es una muestra evidente del distanciamiento que los hombres de Putin han querido marcar con el legado de Gorbachov, el mandatario que, según muchos rusos –seguramente también según Putin–, fue el responsable de la humillación que supuso la caída de la URSS, un hecho que el presidente ruso considera "la catástrofe geopolítica más grande del siglo XX".

En esta ocasión, los líderes mundiales han sido prácticamente inexistentes, a consecuencia de la invasión rusa de Ucrania. El único que ha participado ha sido el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que también es uno de los únicos mandatarios occidentales próximo a Putin. Orbán ha llegado a la Sala de las Columnas hacia las 11 de la mañana (hora catalana) y ha dejado un ramo de rosas blancas a los pies del féretro de Gorbachov. Después de unos segundos derecho ante el ataúd, se ha acercado a saludar a la hija de Gorbachov, Irina Virganskaya, y se ha ido. También se han despedido de Gorbi los embajadores de Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania.

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en el funeral de Mijaíl Gorbachov.

Asimismo, ha asistido a la ceremonia de despedida el subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, uno de los máximos aliados de Putin y también un firme defensor de la guerra en Ucrania. También se ha llegado el jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Yuri Borísov, y el presidente de la patronal rusa, Boris Titov.

El subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, en el funeral de Mijaíl Gorbachov

La hilera de ciudadanos que iban pasando por delante del cuerpo de Gorbachov no se ha parado en ningún momento; muchos de ellos han estado dos horas haciendo cola para poder entrar en el edificio histórico y depositar rosas y claveles ante el féretro. El ataúd ha sido custodiado por dos guardias de honor; detrás, una gran bandera rusa con un lazo negro y coronas de flores. De vez en cuando, los soldados tenían que ir retirando la gran cantidad de flores que se acumulaban.

Opositores políticos

La hija de Gorbachov ha estado durando todo el rato sentado en unas sillas dispuestas en un lateral del féretro, acompañada de otros familiares y de personalidades próximas al político, como por ejemplo el periodista ruso y premio Nobel de la paz Dmitri Murátov –un reconocimiento que también recibió Gorbachov en 1990–, muy crítico con el Kremlin. En el funeral también han participado otras figuras de la oposición política rusa, como Grigori Yavlinski, que fue vice primer ministro del último gobierno de Gorbachov.

A las 14 horas (hora local), cuando se ha dado por acabada la ceremonia, y unos 20 minutos más tarde, ha salido el féretro de Gorbachov, transportado sobre los hombros de seis guardias de honor. Afuera, lo custodiaban una veintena de soldados, uno de ellos sosteniendo una bandera de la Federación Rusa. El ataúd ha ido precedido, significativamente, por Murátov, que ha sido el primero en salir del edificio, mostrando una fotografía en blanco y negro del líder soviético.

Enseguida se ha introducido el féretro en el coche fúnebre, que estaba justo junto a la puerta por donde han salido el cuerpo de Gorbachov y sus familiares; unas vallas metálicas los separaban de los vehículos que circulaban por la vía, donde el tráfico ha seguido circulando. Este sábado por la tarde, el líder soviético ha sido enterrado en el cementerio de Novodévichi, en Moscú, junto a su mujer, Raísa Gorbachova.

El periodista ruso y Nobel de la paz Dmitri Murátov mostrando una foto de Mijaíl Gorbachov a la salida de su funeral.
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