Ucrania asegura que ha recuperado toda la región de Kiev

La ONU eleva a 1.325 los civiles muertos en la guerra, 120 de ellos son niños

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Cossos en una calle de Bucha, al noroeste de Kíev, después de la retirada rápida que las fuerzas rusas están haciendo en las zonas norteñas alrededor de Kiev y la ciudad de Chernigiv

BarcelonaUna semana después de que Rusia redujera su objetivo militar al Donbás, se empieza a hacer realidad la marcha atrás. Sobre todo en Kiev, donde las fuerzas ucranianas aseguran haber recuperado el control de toda la región. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha advertido aun así que las tropas rusas dejan minas mientras se retiran –algunas imágenes también testimonian muertos civiles encontrados después de la marcha de las tropas– y que no se detienen los bombardeos en otros lugares del país: este sábado el Kremlin ha dicho que había destruido 67 objetivos, entre los que hay dos aeródromos militares en Poltava. Según los gobiernos locales, los ataques han afectado a barrios residenciales.

Los combates se centran en el sur del país, lo que lleva al Gobierno ucraniano a pronosticar que Rusia "se retirará de todos los territorios excepto en el sur y en el este", donde Moscú intentará "atrincherarse", según el consejero Mykhailo Podoliak. Las ciudades del sur han sufrido unos cuantos ataques, como una bomba de dispersión en Krivói Rog que ha causado dos muertes civiles. Pero el epicentro de la guerra sigue siendo Mariupol. El viernes se pudieron evacuar a 700 civiles, pero un convoy de la Cruz Roja sigue intentando llegar sin suerte. Este sábado se han anunciado siete corredores humanitarios que, según las autoridades ucranianas, han permitido evacuar a 4.217 civiles, la mayoría de la región de Lugansk. Todo ello el mismo día que la ONU ha elevado a 1.325 los civiles muertos en la guerra, 120 de ellos son niños.

El silencio de Occidente

Esta situación ha empujado a Zelenski a criticar el "silencio" de Europa ante la "catástrofe" de Mariupol. La respuesta de Occidente ha llegado en forma de sanciones, que la Unión Europea se ha abierto a ampliar, pero descarta que vayan dirigidas al sector energético. Lo ha dicho el comisario económico, Paolo Gentiloni, después de que el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, reclamara un endurecimiento argumentando de que las sanciones actuales ya no afectan a la economía rusa. La economía ucraniana, en cambio, sí que nota el efecto de la guerra y su gobierno prevé que en 2022 caerá un 40% el PIB.

En un día en el que no ha habido grandes novedades sobre las conversaciones de paz, Vladímir Putin ha encontrado un aliado en la negociación: ha coincidido con su homólogo de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, en la importancia de llegar a un acuerdo que dictamine una Ucrania neutral, no alineada y libre de armas nucleares.

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