Europa cierra el espacio aéreo a Bielorússia

Los líderes europeos aprueban más sanciones contra el régimen de Lukashenko por el "secuestro" de un avión

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La presidenta de la Comisión  Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Parlamento  Europeo, David Sassoli, y el presidente portugués, António Costa.

BruselasLas aerolíneas de Bielorússia no podrán sobrevolar el espacio aéreo europeo ni aterrizar en ninguno de sus aeropuertos. Así lo han decidido los jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea este lunes reunidos por primera vez en cumbre presencial desde diciembre. La Unión Europea arrincona así al régimen de Aleksandr Lukashenko, que este domingo forzó el desvío de un avión comercial de Ryanair que volaba de Atenas a Vilna, la capital de Lituania, para detener al periodista Roman Protasévich. Y no es la única represalia emprendida ante lo que algunos líderes europeos han calificado de "secuestro" o "escándalo internacional". También impedirán que las aerolíneas europeas sobrevuelen Bielorrusia y ordenan sancionar lo antes posible a "los individuos y entidades considerados responsables, además de ir más allá en las sanciones económicas contra el régimen".

El mensaje de la Unión Europea es de fuerza, de condena, como ya habían anticipado sus principales líderes antes de llegar a la cumbre este lunes. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, avisó rápidamente de que se estudiarían "todas las consecuencias", y el primer ministro belga, Alexander De Croo, fue uno de los primeros en pedir cerrar el espacio aéreo al país que preside Lukashenko. Además, antes de sentarse a la mesa con los Veintisiete, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recordaba que la UE mantiene congelados hasta 3.000 millones de euros en inversiones previstas para Bielorrusia y que la UE no tiene previsto dejarlos ir hasta que el país "sea democrático".

De hecho, algunos estados ya habían puesto la directa a la espera de la discusión en Bruselas. La aerolínea letona AirBaltic, la escandinava SAS, Avia Solutions de Chipre, la polaca LOT y la húngara Wizzair ya han avisado de que dejarían de utilizar el espacio aéreo de Bielorrusia. Lituania y el Reino Unido también habían tomado las mismas medidas. En respuesta, Bielorrusia ha expulsado a todo el personal de la embajada de Letonia en Minsk. En su comunicado, los líderes europeos reclaman la liberación inmediata de Protasévich y su pareja además de que se garantice su libertad de movimiento y muestran su solidaridad con Letonia.

En el ámbito diplomático la Unión ha llamado el embajador bielorruso, Aleksandr Mikhnevich, a través del Servicio de Acción Exterior de la UE que dirige Borrell, para trasladarle en persona la contundente y homogénea respuesta de las autoridades europeas y todos sus representantes. "El incidente no quedará sin consecuencias", avisaba ya el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un comunicado el domingo al atardecer. El vuelo desviado era de la compañía irlandesa low-cost, que calificó la acción de "piratería", unas palabras que también usó el gobierno irlandés. El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, también calificó el episodio de secuestro "de estado" porque en el avión también había agentes de la KGB, según dijo a la cadena de radio Newstalk. El ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, confirmaba después que fueron "cinco o seis personas" las que abandonaron el avión.

"Creo que si la Unión Europea no da una respuesta firme y directa, Bielorrusia podría interpretarlo como una muestra de debilidad", añadió Coveney, que anticipaba así las represalias adoptadas este lunes. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, también tildaba el incidente de "inaceptable" al pisar la estera del Consejo Europeo. De entrada, lo primero que anunció el alto representante de la Unión Europea fue la apertura de una investigación oficial, cosa que tanto los líderes europeos como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, han apoyado. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que se encargará de esta investigación, avisaba de que el desvío del vuelo viola las normas del Convenio de Chicago, que data del 1944 y es el tratado más importante en relación al derecho público internacional aeronáutico.

Segunda ronda de sanciones

La Unión Europea ya estaba estudiando una segunda ronda de sanciones contra el régimen de Bielorrusia antes de este incidente, según había explicado Borrell en declaraciones a Efe a finales de la semana pasada. En octubre pasado, los líderes de la Unión Europea sudaron para pactar sanciones contra 40 miembros del régimen de Lukashenko, en un debate envenenado por las demandas de reciprocidad con Turquía por parte de Grecia y Chipre. La Unión no reconoció el resultado de las elecciones de 2020 en el país y acusó a Lukashenko de haber manipulado los comicios. Además, las instituciones comunitarias también acogieron varias veces a la opositora Svetlana Tikhanóvskaia, que pidió más contundencia contra la represión vivida en su país.

Esta cuestión, pues, se ha convertido a última hora en uno de los platos fuertes de la cumbre que ha arrancado este lunes y que sigue hoy. Los líderes han abordado Bielorrusia como primer punto de una comida en la que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, les ha hecho dejar todos los dispositivos electrónicos fuera de la sala. Al conflicto con Minsk han dedicado unas dos horas y después han continuado, también sin teléfonos, para hablar de Rusia, otra de las piedras en el zapato de las relaciones exteriores de la UE, que encabeza el exministro español, Josep Borrell.

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