Viajes, mercancías y trabajo, los cambios más sustanciales del post-Brexit desde el 1 de enero

Entra en vigor un nuevo sistema de inmigración para poder establecerse en el Reino Unido

Quim Aranda
2 min
Un transbordador britànic al port alemany de Cuxhaven

LondresLa presunta nueva libertad acabada de adquirir por los británicos desde las 00.01 h de este 1 de enero del 2021 obliga a todo tipo de ajustes. A continuación destacamos algunos de los más importantes, que impactan tanto a los ciudadanos del Reino Unido como a los comunitarios que residen ahí, y también a los nacionales de la Unión Europea que quieran trasladarse a las Islas Británicas.

Más previsión

Los viajes requerirán más planificación

El pasaporte de los británicos que quieran viajar a la UE tendrá que tener una vigencia mínima de seis meses, con la excepción de los que se desplacen a la república de Irlanda. En principio, la tarjeta sanitaria europea no será válida en el Reino Unido y los británicos deberán asegurar sus desplazamientos. Los comunitarios del Reino Unido sí que tienen derecho a una nueva cobertura de sanidad cuando viajen a la UE, en virtud de los acuerdos de retirada. Los animales domésticos también necesitarán un pasaporte especial. Y cualquier consumidor de los Veintisiete o británico tendrá que comprobar si los operadores de móviles vuelven a imponer gastos de roaming. No harán falta visados entre un lado y otro del canal de la Mancha, siempre que no se pretenda hacer una estancia superior a los tres meses.

Se acaba la libre circulación

Emigrar de un lado a otro ya no será tan fácil

Entra en vigor en el Reino Unido un nuevo sistema para permitir la inmigración, basada en puntos para los ciudadanos extranjeros (excepto los irlandeses) que quieran trasladarse al Reino Unido. Londres tratará los nacionales de la UE y de fuera de la UE del mismo modo. El objetivo es atraer a los que puedan hacer una contribución positiva a la economía del Reino Unido. El lenguaje de la administración británica es muy discriminatorio: hablan de trabajadores cualificados y no cualificados, a pesar de que cualquier trabajo necesita una calificación. El coste del sistema es también bastante caro: 385 euros para solicitar un visado de estudiante desde fuera del Reino Unido o 525 para ampliar o cambiar el estatus una vez dentro del Reino Unido. Los visados para trabajadores costarán entre 674 euros y 1.560 por persona, salvo que el candidato sea considerado esencial para el país.

Un comercio diferente

Sin aranceles, pero con más formularios que nunca

Importadores y exportadores tendrán que hacer declaraciones aduaneras a partir de mañana. Además, algunos productos, incluidos plantas, animales vivos y algunos alimentos, necesitarán licencias y certificados especiales. Sin embargo, a causa o con la excusa de la pandemia, el gobierno británico ha atrasado seis meses la implementación de los controles totales sobre las mercancías que entran a la Gran Bretaña. La situación será muy diferente con Irlanda del Norte, donde en virtud del protocolo que garantiza que no haya una frontera entre el norte y el sur de la isla, el comercio desde la UE con la provincia continuará como lo ha hecho hasta ahora.

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