10 monólogos imprescindibles de la última hornada en las plataformas
Humores feminista, negro, activista confesional, musical o costumbrista, entre las propuestas seleccionadas por el ARA
BarcelonaLos servicios de vídeo a demanda no solo se alimentan de series y películas: también han sido una herramienta fundamental para revivir el género del monólogo humorístico. Esta es una selección de los especiales de comedia más destacados del último año, cubriendo diferentes estilos y aproximaciones pero con el rasgo común de asegurar una buena tanda de carcajadas.
Marc Maron: 'From bleak to dark' (HBO MAX)
Apóstol del ateísmo y célebre por su podcast WTF, claramente alineado a la izquierda, el cómico Marc Maron trata varios temas existenciales en su último especial de comedia, como la relación tóxica con su padre, afectado en los últimos tiempos por la demencia. También reflexiona sobre la muerte reciente y repentina de su novia, de una leucemia no diagnosticada. “Es lo peor que me ha pasado en la vida. Bueno, y a ella también”, suelta. Sin embargo, tras las diatribas y el humor negro hay una calidez innegable y el nihilismo de algunos gags no consigue ocultar que, tras su ademán descreído, hay un humanista que sabe apreciar el éxito tardío que finalmente le ha llegado. Y amigo de los gatos. Tan amigo, dice, que los cogió sabiendo que, un día, debería someterlos a una eutanasia.
Joe Pera: 'Slow and steady' (YouTube)
El movimiento slow también llegó a la comedia, con ejemplos locales brillantes como Andrés Fajngold. Quienes se saturan con la locuacidad endemoniada de algunos monologuistas pueden probar suerte con este especial de Joe Pera, una de las voces más singulares del panorama americano. Habla, gesticula y viste como un abuelo –o como su cliché–, pero es capaz de llevar al auditorio entero a una risa descontrolada tan solo contando una anécdota mundana de cómo un día en el parque puso a prueba la capacidad de un ardilla ofreciéndole un pan de pita entero para comer. Cuesta saber dónde acaba la persona y dónde empieza el personaje, pero Pera sabe jugar muy bien la carta de resultar peculiar y algo incómodo de ver, mientras cada inflexión de voz y cada gesto subraya la comicidad inherente de la vida.
Jacqueline Novak: 'Get on your knees' (Netflix)
Una de las ramas de la comedia feminista ha consistido en espectáculos donde se habla de sexualidad de la forma más gráfica posible como herramienta de empoderamiento. Es lo que hace Jacqueline Novak, que dedica casi hora y media a analizar una práctica sexual muy concreta: la felación. Como suele ocurrir, mirar algo tan de cerca y técnicamente acaba siendo cualquier cosa menos erótica y la risa surge de la incomodidad de analizar racional y mecánicamente lo que, por definición, es impulsivo e inefable. Con Natasha Lyonne y John Early como directora y productor, respectivamente, el espectáculo no es solo una deconstrucción graciosa por parte de alguien que piensa las cosas mucho más allá de lo estrictamente necesario: existe también un discurso sobre el sexo heterosexual y las dinámicas que se generan.
John Mulaney: 'Baby J' (Netflix)
El regreso triunfal de uno de los golden boys de la comedia americana, forjado en las filas de guionistas del Saturday Night Live. Cuatro años después de su último monólogo para Netflix, John Mulaney se centra en el proceso de rehabilitación que le ha permitido seguir en el mundo del humor (y, más en general, en el mundo a secas), después de sus problemas de adicción. El viaje que propone comienza con su necesidad de atención constante, que le hizo desear la muerte de uno de sus abuelos, para poder recibir la sentida conmiseración de sus compañeros de escuela. A lo largo de una hora y cuarto, Mulaney detalla las desventuras de su estancia desintoxicándose siendo una celebridad reconocida por algunos de sus compañeros de penurias.
Jim Gaffigan: 'Pale dark '(Prime)
Uno de los cómicos de humor blanco por excelencia del panorama estadounidense se adentra en esta vez por caminos más oscuros. Católico con un humor lo suficientemente apto como para haber hecho de telonero del papa Francisco, y padre de cinco hijos, las experiencias de paternidad siguen nutriendo su actuación, pero en este especial hay un punto de inflexión evidente y, a raíz de las incertidumbres de la pandemia, Jim Gaffigan habla abiertamente de la muerte y de la fantasía de poder asistir a su propio funeral. Todavía hay fragmentos sobre franquicias de comida y bebida –considera a los Starbucks “oficinas del paro de lujo”– y las tribulaciones del dios vengativo que envía plagas para hacer llegar su mensaje son hilarantes, pero el material de este último show es más maduro, reflexivo y autorreferencial.
Sasheer Zamata: 'The first woman' (YouTube)
El texto de la especial de comedia que Sasheer Zamata ha querido compartir gratis en YouTube no es especialmente revolucionario: se trata de una reivindicación feminista que otros camaradas suyos han tratado con mayor mordacidad, originalidad o pura rabia. Ahora bien, la puesta en escena es exquisita y esta exmiembro del Saturday Night Live compone un personaje de mujer empoderada muy redondo y bien trabado. Sea hablando del autodescubrimiento de los genitales femeninos, de las pioneras de la aviación, de por qué las brujas se representan con escoba o de la sororidad que establece con su masajista mientras tiene el covid, la humorista sabe crear un ambiente en la sala de complicidad que atraviesa la pantalla. Y que no sea especialmente vanguardista o atrevida no va en contra de su capacidad de hacer reír, que es mucha y pegadiza.
Kike García: 'Último show' (FilmIn)
Codirector de El Mundo Today e impulsor junto a su pareja, Abi Enrech, de la librería especializada en humor La Llama, Kike García ofrece su primer y último especial de comedia, grabado en diversas localizaciones. De constitución pequeña y dicción nerviosa, su puesta en escena puede recordar la del temprano Woody Allen: es evidente que es alguien con el cerebro disparado, carburando a muchas revoluciones por minuto. Eso sí, no existe el elitismo cultural del neoyorquino, sino un discurso terrenal y cotidiano, firmemente anclado en el precariado. Los miedos a convertirse en padre a los 40 años, reflexiones sobre la naturaleza del humor y anécdotas de su trayectoria profesional hacen de este espectáculo un pequeño tesoro donde, en el espacio de poco más de una hora, se recogen las inquietudes de uno de los currantes del humor en Barcelona más brillantes.
Ricky Gervais: 'Armageddon' (Netflix)
El cómico británico Ricky Gervais ha reorientado su comedia a un discurso combativo contra el intento de imponer límites al humor. Su tesis es que unas palabras, una opinión, no deberían comportar la muerte social o laboral de nadie. Por eso, en Armageddon aborda temas delicados –raza, discapacidades, pedofilia, identificación sexual– con el ánimo evidente y declarado de causar controversia. La contradicción, claro, es que el discurso sobre “ya no se pueden hacer chistes de nada” queda anulado por el hecho de que –como el propio Gervais reconoce– los suyos son los especiales de comedia más vistos de toda la plataforma. Sin embargo, el despliegue de recursos cómicos y la capacidad de imaginar situaciones extremadamente incómodas los sigue teniendo intactos, así que, aunque sea para discutir, sigue siendo un show que excita las neuronas.
John Early: 'Now more than ever' (HBO MAX)
Medio monólogo, medio falso documental, medio actuación musical. Sí, la suma da más que uno, pero es que John Early contiene multitudes: es una de las voces más exuberantes de la comedia cantada. Su voz queer se hace sentir alta y clara en este montaje que ha entusiasmado a los críticos. Excesivo se mire por donde se mire, la pieza tiene mucha parodia de los estereotipos del rock'n'roll, subvertidos convenientemente por un narrador que sabe transicionar de la crítica afilada al momento de intimidad confesional con mucha pericia. Now more than ever puede verse también como un cabaret posmoderno, lleno de juegos de seducción con la audiencia, que aborda los temas de identidad y libertad personal. La recreación de cuando era adolescente y quería hacer creer a los demás que le gustaban las chicas tiene un trasfondo doloroso, pero, en cambio, se sirve aquí envuelta de un humor que claramente le empodera.
Beth Stelling: 'If you didn't want me then' (Netflix)
“Siento como si el único momento en que los hombres creen a las mujeres es cuando mentimos sobre tener ya los dieciocho años”. Beth Stelling se aproxima a la comedia haciendo que su personaje sea invisible: el espectador puede tener la tentación de que está con alguien ordinario, de a pie, con quien tiene un sentido de familiaridad inmediato. Su último monólogo, confesional, detalla dos relaciones con personas de mayor edad que ella y, en general, aprovecha esta experiencia para dibujar un retrato irónico del difícil proceso de pasar de la adolescencia a la edad adulta. Pasa cuentas con la familia, para bien y para mal, y acaba reivindicando a Daytona, la pequeña ciudad de Ohio donde creció y que acaba representando la parte más discreta de Estados Unidos, sin el glamour de las grandes urbes de ambas costas. El miedo a crecer es una constante sutil de la prenda, salpimentada de momentos que quieren romper la trascendencia, como cuando asegura que si, con los años, acaba operándose será de una lobotomía.