Derecho a la información

Asuntos Internos de los Mossos investiga la bala de foam disparada contra el fotoperiodista Joan Gálvez

El reportero estaba cubriendo la huelga general por Palestina, identificado como miembro de la prensa

Joan Gálvez, siendo atendido por los servicios de emergencia
27/10/2025
3 min

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han abierto una investigación interna para despejar el disparo con bala de foam que recibió el fotoperiodista Joan Gálvez mientras cubría la manifestación del pasado 15 de octubre ante el consulado de Israel en Barcelona. El caso corrió en las redes sociales porque un vídeo capta el momento en que la víctima recibe el impacto del proyectil con tanta fuerza que lo tumba en el suelo. De hecho, según se asegura en su declaración como denunciante ante Asuntos Internos de los Mossos, la escopeta se disparó a tan sólo siete metros de distancia. La página web del cuerpo explica que el rango de utilización de estos proyectiles es de 5 a 25 metros. En todo caso, el disparo le impactó en el brazo, cuando la normativa indica que debe apuntarse siempre de cintura hacia abajo: teniendo en cuenta la poca distancia y la precisión de la escopeta utilizada, todo apunta a que se apuntó al torso del joven.

Según se ve en el vídeo, Gálvez y otras personas ya estaban abandonando los alrededores de la manifestación, a paso tranquilo, sin que se observara ninguna situación de tensión, altercado o cotejo. El fotoperiodista estaba convenientemente acreditado con el lema "Press" claramente impreso a ambos lados del casco para identificarse como profesional de la información. Y, sin embargo, recibió un disparo desde atrás que, según uno de los testigos, se disparó de cerca. Minutos antes, un agente que no se ha podido identificar si es el propio autor del disparo, al ver que le capturaba con su cámara, le espetó: "Vigila con la fotito".

Impacto de foam recibido por el fotoperiodista Joan Gálvez

Las balas de foam que utilizan los Mossos son del fabricante suizo Brugger & Thomet (B&T), de 46x40 milímetros. Se trata del modelo SIR, que es una versión menos contundente que las SIR-X, unas balas que las unidades antidisturbios de la policía catalana utilizaban antes de que las prohibieran. Pero sus efectos pueden ser también graves si golpean zonas sensibles.

"Noté un golpe muy fuerte en el brazo y caí al suelo por el impacto, con un dolor insoportable –explicaba al ARA el fotógrafo–. Estaba consciente, según me han explicado, pero sin reaccionar a los estímulos y retorcido de dolor". El joven, nacido en Argentona en el 2001, está recibiendo acompañamiento psicojurídico de Irídia, que prepara una denuncia penal por los hechos.

Gálvez necesitó varias visitas a centros médicos, ya que, más allá del azul provocado por el hematoma, tenía también una herida abierta que empezó a infectarse. En su declaración ante los Mossos, aportó los informes médicos del mismo día, así como del 17 y 18 de octubre. Y al dolor físico se suma también lo emocional: hace dos años ya sufrió una situación de trastorno de estrés postraumático a raíz de una experiencia vivida mientras cubría el terremoto de Marruecos del 2023 como fotoperiodista.

Joan Gálvez muestra la herida por impacto de bala de foam. El reglamento indica que es necesario disparar por debajo del abdomen.

A raíz de este incidente, el reportero gráfico explica que se le han reactivado los síntomas, como pesadillas, recuerdos recurrentes, hipervigilancia, ansiedad, agorafobia y dificultad para dormir. De hecho, la próxima semana tenía que embarcar con una ONG de rescate en el Mediterráneo para documentar su labor, pero ha decidido no hacerlo porque no se encuentra todavía emocionalmente estable o físicamente operativo, ya que las molestias en el brazo le impiden trabajar con el equipamiento fotográfico con normalidad. Gálvez había trabajado para las agencias Sipa Press y Anadolu, y trabajos suyos se han publicado en medios internacionales como The Times, National Geographic, Politico o Reuters.

Ton Mansilla, abogado del servicio de atención y denuncia de Irídia, considera que los hechos son "especialmente graves, ya que se trata de un rasgo totalmente antirreglamentario, efectuado por encima de la cintura, sin que se diera ninguna circunstancia que habilitara al agente para utilizar las agentes para utilizar las agentes para utilizar las agentes para utilizar las agentes para utilizar las agentes para utilizar las bazas". Para el letrado, parte de la gravedad radica en que "se realizó contra un periodista que en ese momento estaba ejerciendo su labor". La entidad reclama, asimismo, que los Mossos erradiquen este tipo de balas: "Hemos logrado prohibir los proyectiles SIR-X por su peligrosidad, pero casos como éste evidencian que los proyectiles SIR también pueden ser peligrosos, especialmente si se utilizan, como ha ocurrido, de forma antirreglamentaria".

Contactados por el ARA, los Mossos confirman que han abierto una investigación reservada sobre los hechos, de la que no facilitan los detalles.

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