Contemplando una esperanzadora puesta de 'Sun'

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El último balance de la filial de diarios británicos de News Corp, la poderosa empresa mediática de Rupert Murdoch, valora en cero libras esterlinas el valor de Sun. El tabloide se convirtió en el diario más vendido en el Reino Unido en 1978, nueve años después de ser comprado por el magnate, pero el año pasado fue destronado por el Daily Mail. El covid ha hecho el resto: la facturación en anuncios se ha desplomado un 23% y las pérdidas se han más que triplicado y ya se acercan a los 200 millones de libras. Y, todavía más preocupante, sin perspectivas de volver a números en negro en un futuro a corto o a largo plazo. El diario soporta, además, el peso de tener que hacer frente a indemnizaciones astronómicas por el escándalo de haber pinchado teléfonos de numerosas celebridades para obtener información: fueron 52 millones de libras en 2020, el doble que las satisfechas durante 2019.

Una de las polémicas portadas de 'The Sun'

Más allá de la desgracia sobre esta cabecera concreta –que continúa siendo una bestia informativa de 546 trabajadores–, las cifras permiten preguntarse si se está introduciendo un cambio, un movimiento tectónico. La prensa amarilla apela a la compra impulsiva y se sirve del sensacionalismo, pero paga un precio importante en prestigio. En una sociedad que va tomando conciencia de la vulnerabilidad que comporta no defenderse de las manipulaciones e intoxicaciones, los diarios de calidad están consiguiendo que los lectores mantengan las cabeceras y suplan la bajada publicitaria. Los tabloides no pueden seguir este camino, así que el rigor quizás acaba ganando la batalla sobre el ruido. Y ve que la crisis de determinadas cabeceras españolas, que tienen no pocos paralelismos con la prensa sensacionalista del Reino Unido, no tenga que ver con la dificultad de rentabilizar un periodismo que no se hace a favor de la gente, sino de la agenda política.

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