Dígitos y Andróminas

Un festival de trastos absurdos, o no tanto

La electrónica de consumo quiere demostrar su creatividad inventando gadgets que quizás nunca se acabaran utilizando en la vida real

Una chica con el robot mascota Casio Mofflin
28/09/2025
4 min

BarcelonaEl mercado de electrónica de consumo ha entrado en una fase de exuberancia creativa que hace dudar si los ingenieros han perdido completamente el contacto con la realidad o si somos nosotros los que no entendemos hacia dónde va el mundo. En los últimos meses hemos asistido a un desfile de aparatos electrónicos que oscilan entre el pintoresco y el distópico.

Mascotas robot con mutua médica

El Casio Moflin (429 dólares) viene a ser el Tamagotchi de la era IA: una mascota robot peluda que desarrolla emociones propias después de cuidarle durante 50 días y requiere suscripción al Club Moflin para servicios de hospitalización cuando se estropea. Efectivamente: puede pagar 44 euros anuales por servicios médicos de un robot que parece un conejito de Indias. La empresa incluso ofrece servicios de resurrección para revivir mascotas "muertas" a partir de las copias de seguridad, tratando los errores del dispositivo con la gravedad de la muerte de una mascota en serio.

Pese a una autonomía de sólo 5 horas comparada con el "funcionamiento 24 horas" de las mascotas reales –siempre que dispongan de suficiente pienso–, el Moflin ganó un premio a la innovación en el CES de Las Vegas y agotó la producción inicial de entre 10.000 unidades y entre mujeres en Japón: 45 años, lo que demostró una demanda genuina de compañía artificial que ha llevado a Casio a expandirse a los mercados americano y británico.

Gafas que graban y espían para Meta

Meta ha ampliado su gama de gafas inteligentes con tres categorías distintas: las Ray-Ban Meta Gen 2 (379 dólares), con grabación Ultra HD 3K y 8 horas de autonomía; las deportivas Oakley Meta Vanguard (549 euros), con 9 horas de batería e integración con Garmin y Strava, y las inquietantes Meta Ray-Ban Display (799 dólares), que incorporan en uno de los cristales una pantalla controlada por el brazalete Neural Band, que lee impulsos musculares. Éstas graban audio continuamente para entrenar la IA de Meta –sí, la que se niega a hablar catalán– después de que la empresa eliminara las opciones de exclusión, prometiendo reducir el tiempo de uso de pantallas mientras te pone literalmente una frente al ojo. En Harvard ya han demostrado cómo utilizarlas para identificar a personas en tiempo real con reconocimiento facial. Recordemos que tanto el Humane AI Pin como el Rabbit R1 han demostrado cómo la promesa de una IA revolucionaria puede acabar en fracaso.

El desfile berlineso de aparatos innecesarios

Muchos de estos inventos pudieron contemplarse a principios de septiembre en la feria IFA de Berlín, donde marcas de todo el mundo compiten por presentar las soluciones más creativas a problemas que la humanidad desconocía que tenía. Es una paradoja curiosa: el mercado mundial de electrodomésticos está valorado en casi medio billón de euros y ha crecido un 4,78% interanual impulsado por la demanda digital, pero se siguen celebrando macroferias presenciales dirigidas a los compradores de las grandes cadenas de tiendas, mientras los consumidores se muestran cada vez más cómodos comprando por internet,8 el pasado año.

Ciberseguridad para lavadoras

Ya habíamos visto Samsung poner micrófonos en sus lavadoras para que podamos atender las llamadas de trabajo mientras miramos cómo los calzoncillos giran dentro del tambor. Ahora, sus electrodomésticos de gama alta incorporan Knox Matrix, el propio sistema de seguridad de los teléfonos Galaxy. Puede parecer un exceso dotar a la lista de la compra del mismo nivel de protección que las fotos familiares, pero una lavadora o nevera conectadas y no protegidas pueden ser una puerta de entrada de los ciberdelincuentes a la red doméstica, con todo lo que ello conlleva.

Robots que aspiran, rozan y juegan a pelota

Después del Saros Z70, que Roborock presentó en Las Vegas, ahora llega el robot cortacésped Master X Series de NexLawn, con un brazo mecánico de 77 centímetros que no sólo corta el césped, sino que cosecha objetos, poda y puede arrojarle pelotas al perro. Dyson ha mostrado su primer robot combinado Spot+Scrub AI, que aspira y roza simultáneamente, además del purificador de aire HushJet Compact, cuyo difusor simula la turbina de un avión de reacción.

Pantallas que deslumbran y otros utensilios pintorescos

El televisor Hisense de 116 pulgadas alcanza las 8.000 noches de brillo máximo, una cifra que hace plantearse si lo que buscamos es ver la televisión o simular una aurora boreal en el comedor. Los proyectores Xgimi Horizon 20 Max ofrecen 5.700 lúmenes ISO, para jugar a videojuegos a pleno día como de noche. Otra cosa es si no debemos estar pasándonos utilizando cualquier superficie como pantalla.

La videoconsola Legion Go 2 de Lenovo con pantalla OLED de 8,8 pulgadas promete la experiencia de un PC en el bolsillo, pero con un precio de más de 1.000 euros parece un sustituto algo caro de una Game Boy. La misma marca ha presentado el ThinkBook VertiFlex, un portátil con pantalla giratoria que optimiza la experiencia de leer noticias deprimentes en formato vertical. Tiene un soporte de sobremesa capaz de seguirte por la habitación, a modo de webcam gigante.

Kirin insiste en la cuchara de sal eléctrica que electrocuta ligeramente la lengua para hacer que la comida tenga un sabor más salado sin añadir sal. La puerta suiza para gatos con IA Flappie utiliza la visión por computador para evitar que los gatos entren en casa con un ratón o un gorrión en la boca. Cuesta unos 400 euros, pero es necesario añadir 9 euros mensuales para tener todas las funciones.

La economía de suscripción invade los objetos físicos

Este último producto, como la citada mascota de Casio, es un caso más de la tendencia creciente a los modelos de suscripción para algunas funciones de los electrodomésticos. Es un cambio fundamental: los consumidores pagan precios premium por aparatos inteligentes, después deben suscribirse para acceder a capacidades ya incorporadas. La alternativa son las neveras Family Hub de Samsung, que muestran anuncios en pantallas que el consumidor ya pagó; otros fabricantes bloquean funciones existentes detrás de pagos mensuales.

El mercado del absurdo necesario

La IA se ha convertido en el ingrediente secreto que justifica cualquier precio, desde auriculares que no cubren las orejas hasta monitores de 39,7 pulgadas con resolución 5K para videojuegos. La pregunta no es si necesitamos estos dispositivos, sino si estamos preparados para un futuro en el que cada objeto de nuestra casa tendrá mayor capacidad de procesamiento que los ordenadores que nos llevaron a la Luna.

Y nosotros seguimos aplaudiendo mientras insistimos en que lo que realmente necesitábamos era sólo que las cosas funcionaran bien, sin conexión a internet.

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