Media

Periodistas de grandes medios occidentales denuncian presiones para aplicar un sesgo proisraelí

Trabajadores de la CNN, la BBC y cabeceras australianas han hecho saber su malestar

4 min
Un control israelí en los territorios ocupados de Palestina.

BarcelonaLa cobertura de la guerra de Gaza está rodeada de polémica desde su inicio, como también ocurre con el conflicto histórico entre Israel y Palestina. Esta semana un reportaje del Guardian ha sacado a la luz el malestar de parte de los trabajadores de la CNN por cómo la cadena está informando sobre la guerra en Oriente Próximo. Algunos periodistas de la televisión estadounidense aseguraron a la cabecera británica que dentro de la cadena hay "un sesgo sistemático e institucional pro Israel". Según el diario, la CNN tiene unas directivas muy estrictas en cuanto a la cobertura de la guerra de Gaza, entre ellas la restricción de la perspectiva palestina o de citar a Hamás.

Mientras una parte de los trabajadores de la CNN aseguran que se está informando de forma distorsionada, la cadena realiza una defensa cerrada de su cobertura. "Rechazamos totalmente la idea de que la cobertura que hemos hecho de las consecuencias del ataque del 7 de octubre no haya sido justa. Hemos buscado de forma activa voces de Gaza y de la perspectiva palestina, incluida la de Hamás, además de voces israelíes, durante los últimos cuatro meses", han asegurado a través de un comunicado.

Los trabajadores que han hablado con el Guardian, sin embargo, remarcan que no se ha entrevistado a ningún representante de Hamás desde octubre. "No es periodismo decir que no hablaremos con alguien porque no nos gusta lo que hace. La CNN ha hablado con muchos terroristas y enemigos de Estados Unidos a lo largo de los años. Hemos entrevistado a Muamar el Gadafi. Incluso hemos entrevistado a Osama bin Laden. Entonces , ¿qué es diferente esta vez?", dice un empleado de la CNN.

Buena parte de las críticas de los trabajadores de la CNN apuntan al nuevo consejero delegado y editor jefe de la cadena, el británico Mark Thompson, que se incorporó al canal el 9 de octubre, dos días después del inicio de la guerra. Según el Guardian, Thompson, que anteriormente había sido director ejecutivo del New York Times y director general de la BBC, habría enviado un memorando de dos páginas a los trabajadores de la cadena indicándoles que cuando se informara del conflicto se tuviera en cuenta el contexto histórico y "siempre se recordara a la audiencia la causa del actual conflicto, el ataque de Hamás y la matanza y el secuestro de civiles". Uno de los trabajadores de la cadena decía al diario: "¿De qué otra forma lo leerán los editores que no sea como una instrucción que, independientemente de lo que hagan los israelíes, Hamás es en última instancia el culpable? Cada acción de Israel –tirar bombas masivas que arrasan calles enteras, la eliminación de familias enteras– se cubre de manera que la narrativa resultante es «Se lo merecen»".

Tensión en la BBC

El conflicto en Oriente Próximo también ha tensado las redacciones de la BBC, tanto interna como externamente, con numerosas quejas de los espectadores. Pocas semanas después de que empezara la guerra, la televisión pública explicaba que había recibido mensajes tanto de espectadores que señalaban un sesgo proisraelí como espectadores que detectaban un sesgo propalestino. Según Deadline, desde el 7 de octubre la BBC ha recibido 8.000 quejas, divididas prácticamente a partes iguales entre quienes consideran que la pública favorece las tesis israelíes y quienes creen apoyar la causa palestina.

En enero el director general de la televisión pública, Tim Davie, se reunió con parte de la plantilla de la cadena para intentar remediar el malestar por cómo se está tratando la guerra de Gaza. La reunión se celebró después de que dos docenas de trabajadores, entre ellos presentadores veteranos, se quejaran de que las informaciones de la cadena tienen una posición antipalestina. Entre otras cosas, se señaló que la cadena utiliza lenguaje "deshumanizador" cuando hace referencia a los fallecidos de Gaza y que no trata algunas historias que sí han cubierto medios como Channel 4 y Al Jazeera. Esta última cadena hacía público en noviembre que había recibido una carta firmada por ocho periodistas británicos trabajadores de la BBC –que querían mantenerse en el anonimato– que argumentaban que la cadena no está contando la guerra de forma cuidadosa. En la carta, argumentan que palabras como masacre o atrocidad se han reservado "sólo para Hamás, enmarcando al grupo como el único instigador y autor de la violencia en la región, y eso es inexacto, pero se alinea con la cobertura general de la BBC".

Al mismo tiempo, sin embargo, también hay trabajadores que sienten que la cadena tiene un sesgo antiisraelí y Davie también se reunió con ellos para hacer frente a sus preocupaciones. Una veintena de trabajadores judíos han presentado quejas por antisemitismo y por las opiniones en las redes sociales de Gary Lineker, que en un post ya borrado pidió que no se permitiera la participación de Israel en eventos deportivos.

En Australia los periodistas también se han organizado para llamar la atención sobre cómo se está cubriendo el conflicto. A finales de noviembre más de 270 periodistas de medios como la televisión pública ABC y de diarios como Guardian Australia y The Sydney Morning Herald firmaron una carta en la que, entre otras cosas, pedían a los editores que ejerzan también fiscalización en las fuentes del gobierno israelí, tal y como se hace con las de los terroristas de Hamás. "Aplicad el mismo escepticismo profesional cuando se priorice o se confíe en fuentes militares y gubernamentales israelíes no corroboradas para dar forma a la cobertura como se hace con Hamás. El gobierno israelí también es un actor en este conflicto, con pruebas crecientes de que está cometiendo crímenes de guerra y un historial documentado de intercambio de información errónea. La versión de los hechos del gobierno israelí nunca debería comunicarse textualmente sin contexto ni verificación de los hechos. Esta es nuestra responsabilidad básica como periodistas", dicen.

stats