Pobre Soraya, que pasaba por allí
La enigmística es sabia, así que el hecho de que un anagrama posible de "Cristóbal Montoro" sea "Róbanos todo el oro, y cómo" ya sugería lo que la investigación apunta, que es el enriquecimiento personal como objetivo de la presunta corrupción del exministro. Este tipo de escándalos nunca llegan en buen momento, pero el PP pone los ojos en blanco de que estalle precisamente ahora, cuando le parecía tener bien apretado Pedro Sánchez gracias a su bota mediática. Si ayer veíamos cómo El Mundo intentaba engañarle el pollo a Mariano Rajoy, hoy podemos disfrutar de otra estratagema desesperada: simular que Feijóo está siendo implacable con las derivadas de este asunto. O, al menos, eso es lo que intenta La Razón con el críptico titular "La imputación de Montoro agita la guerra de Génova con el sorayismo". A ver, Soraya Sáez de Santamaría entró en el consejo de administración de Cepsa –no se podía saber– y antes formaba parte de la dirección del bufete Cuatrecasas por un sueldo, según el diario Hispanidad, de medio millón de euros anuales, más uno y medio máximo de variables. Diría que sus ganas de bronca en el partido son entre cero y nulas. Pero al diario de Planeta le sirve como chivo expiatorio para cubrirla de un barro que así no aterriza sobre la cabeza de Feijóo. Lo hace, además, con propina de insulto de fuentes anónimas, tal y como dice este subtítulo ortigoso: "El exministro militaba en el grupo de la exvicepresidenta que la nueva dirección ha marginado: "Mala hierba"".
O sea: le cargan el muerto y lo aprovechan para salvar a Feijóo, ya que en el subtítulo se apresuran a decir que "no hará gestos de solidaridad y apelará al respeto absoluto a la acción de la justicia". Uau, qué gran estadista. Ahora sólo hace falta que deje de estar desaparecido, cuando una semana atrás todo eran fotos sonriendo con los históricos del PP que la máquina mediática de la derecha ahora ha empezado a trinchar.
