Stephen Colbert no afloja con Donald Trump
Este lunes por la noche, el comediante Stephen Colbert abría su late show mojando pan en los correos electrónicos de Jeffrey Epstein que los demócratas han hecho públicos. Muchos de los mensajes evidenciaron la relación entre el magnate y Donald Trump, que el presidente siempre ha negado. También que Trump conocía la existencia de las chicas jóvenes de las que abusaba el círculo de influencia del predador sexual. El presentador destacaba algunas de las frases más reveladoras. Por ejemplo, una de Epstein en la que opinaba sobre la calidad humana de Trump: "He conocido a gente muy mala. Pero nadie tan malo como Donald Trump. No hay una sola célula decente en su cuerpo". Colbert, desbordante de satisfacción, comentaba, socarrón: "Debe de doler que alguien como Jeffrey Epstein te diga que eres mal tío".
El humorista, a continuación, hacía referencia a uno de los correos que, durante el fin de semana, había generado más rumores, bromas y chismes. Añadía un cierto suspense con sarcasmo, consciente de que todo el mundo sabía a qué comentario se refería: "Uno de los que ha sacudido los corazones y pensamientos de toda la nación". Burlón, se hacía de rogar: "Venga... ya sabéis cuál es...". El público lo aplaudía y reía, impaciente por lo que diría a continuación. Colbert se refería a un correo del 2018 en el que Mark Epstein le escribía a su hermano Jeffrey pidiéndole que consultase algo a su amigo Steve Bannon: "Pregúntale si Putin tiene las fotos de Trump haciéndola una felación a Bubba". La petición es un poco críptica. De ahí el revuelo social que ha provocado. Y Colbert, que bajará la persiana el próximo año por culpa de las presiones de Trump, sabe que no tiene mucho que perder. Primero hacía ver que se portaría bien y que no hablaría de algo tan delicado para evitar más problemas, pero después confesó que no podía resistirse. El "blowing Bubba" de la frase es una expresión metafórica que puede ser interpretada en un sentido sexual, y más si, supuestamente, hay de por medio unas fotos de Putin que podrían comprometer a Trump. Colbert jugaba con la ambigüedad del mensaje: "¿Quién es ese Bubba tan afortunado?". Primero insinuaba que se trataba del sobrenombre de Bill Clinton: "¡Ahora ya sabemos de dónde ha sacado Trump el gusto por la política!", exclamaba. Y después recordaba que Bubba era también el nombre del caballo de Ghislaine Maxwell, la mujer de Epstein. "¡Una lástima, Bubba habría podido ser la relación más estable de Trump!".
La realidad política en Estados Unidos está pasando por unos momentos delirantes. Los correos alimentan sospechas que hace años que corren y confirman los vínculos de Epstein, su impunidad y su poder. Habrá que ver si finalmente se liberan los documentos, cómo reaccionará Trump y cuáles serán las implicaciones legales de todo ello. Pero, curiosamente, los monólogos de los humoristas son los que hacen circular de una manera más rápida, clara y eficaz el escándalo político.