Vox se estrena en la comisión de la CCMA: "Más pronto que tarde cerraremos esta corporación del odio"

BarcelonaEl verde es el nuevo naranja. El Parlament ha reactivado las sesiones de control a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) y Vox ha asumido –en versión corregida y aumentada– el discurso más contrario al ente público que, hasta el momento, encarnaba Ciudadanos. Así, si el partido liderado por Lorena Roldán ha pedido recientemente que se recortara hasta la mitad el presupuesto de TV3 y Catalunya Ràdio, el joven diputado de extrema derecha Alberto Tarradas exigía directamente su clausura, en su estreno este viernes. "Tenga claro que más pronto que tarde cerraremos esta corporación del odio y el derroche. TV3 es un brazo más de este entramado criminal y mafioso en el que los políticos fijan objetivos. Ustedes señalan a los disidentes y los terroristas de la calle les hacen el trabajo sucio", ha dicho, en castellano. La actitud de los responsables de la Corporació con las intervenciones de Vox ha consistido en contestar con el mínimo de palabras posibles y evitar entrar en ningún debate.

En comparación, el discurso de Ciudadanos ha resultado más tibio, o al menos más suave en las formas. También se estrenaba en el cargo Anna Grau, que ha marcado distancias con Vox y ha preferido la ironía al tono exaltado. "Nosotros queremos a Catalunya Ràdio, TV3 e incluso lo quiero a usted, señor Sanchis, que ha sido uno de mis maestros. Es un gran periodista... cuando quiere", ha asegurado la diputada, redactora en el Avui durante mucho años, cuando lo dirigía Sanchis. En su intervención, Grau ha considerado que TV3 ha desvirtuado su papel de explicar las cosas en clave catalana: "Ha pasado del «Sue Ellen, ets una meuca» al «Puta Espanya»".

La parte más confrontacional en Cs la ha asumido Roldán, convirtiendo en caballo de batalla del hecho de que TV3 se refiera a Pere Aragonès como 132º president de la Generalitat cuando, según ella, tendría que considerarse el undécimo. Vicent Sanchis le contestó que primaba "un criterio que no es político, sino historiográfico" aceptado de manera amplia.

El documental de Mediapro sobre el juicio ha centrado algunas de las intervenciones más críticas. Grau ha criticado su coste y lo ha comparado con la magra retribución que, a su parecer, ha recibido como tertuliana. Y, de nuevo, ha tirado de ironía: "Quizás es que a mí se me aplicaba el tipo hiperreducido por botiflera", ha dicho, en alusión a su trayectoria como columnista. Por otro lado, la socialista Beatriz Sánchez Silva ha denunciado que la compra de este contenido, por 440.000 euros, había estrangulado la posibilidad de comprar otros documentales, puesto que TV3 gastaba menos de 200.000 euros al año para este concepto. Sanchis, sin embargo, lo ha corregido: el presupuesto no salió de documentales, sino del área de series. El PSC le ha recriminado, en todo caso, el carácter "de parte" de la obra y el director de TV3 le ha lanzado un desafío: "Si conoce alguna propuesta con un punto de vista diferente, me lo dice. Y cuando venga, lo analizaremos".

También el 30 minutos dedicado a los negocios de la familia Pujol –una antigua reivindicación de varios grupos de la cámara– ha recibido críticas. Silva considera que se dio demasiado espacio a la tesis defendida por la familia, según la cual sufren una persecución de los poderes del Estado. La diputada ha asegurado que TV3 no ha cumplido con el reportaje "ni la misión de servicio público, ni el propio libro de estilo de la Corporació ni la resolución de este Parlament" que instaba a dedicar un contenido específico al caso. La presidenta en funciones del ente, Núria Llorach, ha respondido que "no se ha blanqueado la figura de Jordi Pujol porque se han dedicado centenares de horas a informar sobre el caso".

Aparente entendimiento

En esta comisión, también tenía interés constatar si Junts y ERC evidenciaban sus diferencias, tal como habían hecho el curso anterior. De momento, se ha escenificado concordia. Las preguntas de Junts al director de Catalunya Ràdio –Saül Gordillo, un nombre impulsado por ERC– han sido más cordiales que la legislatura pasada y, simétricamente, también lo fueron las de los republicanos a Sanchis, escogido con el apoyo de Junts.

Una de las preocupaciones que se va repitiendo de sesión en sesión es la lengua de los colaboradores habituales. Junts y ERC piden que los medios no olviden su obligación de normalizar el catalán. Gordillo, en este caso, ha aportado los datos de un día concreto: de las 41 personas externas que se oyeron en las cuatro emisoras del grupo, solo 3 se expresaron en castellano. Y ha defendido los casos de Ernesto Ekaizer y Carlos Enrique Bayo como dos nombres que valía la pena tener, puesto que disponen de fuentes valiosas y esto los hacía difícilmente sustituibles.

La preocupación por el público infantil y juvenil es otro de los mantras que los partidos catalanistas expresan en casi cada sesión de control. En este caso, Sanchis ha querido matizar el titular de una entrevista que le habían hecho, en la que había calificado de "nostalgia idiota" querer recuperar el modelo del extinto canal 3XL. "Lo llamaría nostalgia estéril. El adjetivo tapó lo que yo quería decir: que no ganaremos nada mirando modelos ya pasados. La programación infantil y juvenil ha cambiado muchísimo en los últimos años. Cuando vas a comprar al mercado internacional, topas con una competencia inaguantable. Tiene que cambiar la manera de ver todo esto. Y el camino pasa por generar contenidos. Que lleguen a TV3 pero a otros muchos soportes". El directivo ha afirmado que el proyecto de nuevo canal avanza pero está condicionado al dinero. "Es un problema de presupuesto. Cuando lo tengamos, volverá este canal propio".