“El amor nace todos los días y se abre todas las noches”
La historia de amor de la dibujante Marika Vila
La dibujante Marika Vila conoció a su pareja, Jaume, en el estudio del escritor y guionista Andreu Martín. Martín estaba montando una revista y eran muchos los que se encontraban en esa casa. Jaume y la dibujante habían coincidido varias veces y está segura de que se gustaron desde el primer momento, aunque se resistieron un poco. Vila recuerda especialmente un día que estaba en Portal de l'Àngel y desde lo alto de la plaza vio una moto y Jaume que la llamaba: “¡Marika! Marika!»” Todo el mundo le miraba alucinado, pero a él no parecía importarle, y pensé que era un tipo estupendo".
Ambos empezaron a verse cada vez más a menudo, hasta que “nos enamoramos locamente o dejamos de resistirnos”, afirma Vila. "Yo creo que creamos una relación basada en el amor, la libertad y la construcción día a día". “En nuestra casa pensamos que el amor nace todos los días y se labra cada noche. El amor es un trabajo diario, un trabajo bonito, constructivo y libre. No debe forzarse y debe tener la base en la amistad”, reflexiona.
Si al principio Vila se resistió, fue porque se había casado muy joven, a los 20 años. A los 22 había tenido una hija y los 24 se había separado. Cuando conoció a Jaume, él enseguida se hizo muy amigo de Verónica, que entonces tenía seis años. “Verónica estaba siempre conmigo, me la llevaba al trabajo, a las manifestaciones y en todas partes. Estaba siempre con adultos, jóvenes pero adultos, y Jaume fue su primer amigo de los mayores”.
A partir de ahí, explica, fueron "un equipo de tres". "A Jaume le hizo ilusión casarse porque nunca se había casado y cuando volvimos del viaje de boda, Vero, que ya tenía 18 años, dijo que ella también quería casarse con nosotros y que quería cambiarse los apellidos y que Jaume la adoptara. Fue un juicio muy bonito, complicado pero bonito, su padre había sido Jaume y la jueza le dio la razón", recuerda Vila. Ahora ya llevan 46 años juntos, y una de las cosas que más le gustan de Jaume es “que su cabeza siempre necesita alimento, igual que la mía”. Cada uno tiene su trabajo, pero comparten estudio y cada día trabajan codo con codo mientras escuchan música.
Para la dibujante, el amor es la base de todo. “El amor debe ser para todos, no sólo para la pareja o los hijos. Para mí el amor es una actitud en la vida. A mí la vida me despierta amor, me despiertan amor las personas, los seres vivos, todas las reacciones naturales de la gente y también los bichos, las plantas que dan una flor y todo lo que está vivo”.