El análisis de Antoni Bassas: 'Y ahora, la negociación de la mesa del Parlament'

Los abrazos son fruto de la emoción del momento, pero son significativos en estos días de negociación para la composición de la mesa del Parlamento; uno de los negociadores decía "es pronto para decir nada, todavía"

La amnistía está aprobada y todo el mundo la está digeriendo. Es normal. Es una ley histórica conseguida por carambola, gracias a una mayoría parlamentaria precaria ya las necesidades de un presidente que perdió las elecciones pero que si quería ser presidente debía aprobar precisamente esa ley que le proponían partidos independentistas que van a la baja electoral .

Pero no duden en que la peor digestión la están haciendo la derecha y la ultraderecha españolas (valga la redundancia). Y si no, pasen y vean. En La Razón vuelven a poner a Puigdemont en portada, y que si ahora exigirá a Sánchez que Isla facilite la investidura del presidente en el exilio. En elAbc vuelven a sacar el coche que la Guardia Civil dejó abierto y con armas en la puerta de Economía. Y El Mundo ya advierte que ahora vendrá un referendo de autodeterminación de Catalunya. Estamos en campaña, y los corazones mediáticos del PP y Vox necesitan presentar a Sánchez como un traidor. Ésta es la versión del brazo mediático, el de la prensa de estado. El brazo judicial ya lo ven, los fiscales del Proceso se oponen a aplicar la amnistía. Son los mismos fiscales que acusaron de rebelión armada a los presos políticos y que les preguntaban “¿Es usted socio de Òmnium?” como si ser socio de Òmnium fuera un elemento probatorio de ningún delito. El aparato judicial español hará gruar a los amnistiables la libertad que les ha otorgado la ley. Una vergüenza, porque los jueces deben ser neutrales, y ya me van a explicar qué neutralidad hay aquí.

La jornada de ayer nos proporcionó imágenes de abrazos de Junqueras con Turull, ambos presos, y, en general, entre los diputados de Esquerra y Junts. Los abrazos son fruto de la emoción del momento, pero son significativos en estos días de negociación por la composición de la mesa del Parlament, que, recuerden, será en dos lunes. Preguntado hoy, uno de los negociadores decía "es pronto para decir nada, todavía".

En este sentido de qué margen tienen Esquerra i Junts, y la CUP, que han perdido la mayoría parlamentaria, hoy publicamos un artículo de Artur Mas en el que les dice: si desea ir a repetición electoral enfrentados como siempre, sacará el mismo resultado de siempre o peor, porque la gente está cansada; si quiere evitar un gobierno en minoría de Isla sólo del PSC, fuerce la repetición electoral, vaya juntos en una plataforma, gane y le ofrezca estabilidad a Sánchez en Madrid (con inversiones y reformas) y él le garantiza estabilidad en Catalunya. Teniendo en cuenta lo celosos que han sido de sus respectivos espacios los dos partidos, no creo que la propuesta de Mas salga adelante. Aparte de que tanto Puigdemont como Junqueras creen que ellos todavía tienen recorrido político, lo que les aboca más a la rivalidad electoral que a la colaboración. Pero si Esquerra y Junts quieren seguir marcando la agenda (como ayer con la amnistía), deben hacer cosas nuevas y ser coherentes con la idea de que ahora pueden volver a hacer política sin ser víctimas de la represión del Estado.

Buenos días.

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