El año sin invierno en Cataluña
Las temperaturas han sido muy altas para la época, con varios récords de calor
BarcelonaEl invierno meteorológico de este año, que comprende los meses de diciembre, enero y febrero, pasará a la historia por unas temperaturas extraordinariamente elevadas. Un ambiente cálido para la época, más propio de la primavera que del invierno. Pese a que ha habido algunas irrupciones puntuales de aire frío, han sido escasas y en ningún caso se han vivido situaciones excepcionales que recuerden la crudeza del invierno. De hecho, en estos meses tradicionalmente invernales han sido más destacados los picos extraordinarios de calor que los de frío.
Según los datos facilitados por el Meteocat, ha sido el invierno más cálido desde que se tienen registros en varios lugares del Pirineo, el Prepirineo, el prelitoral y lugares del litoral y de las mesetas centrales, con anomalías que superan los 2 o 3 grados respecto a la media. Estamos hablando de récords confirmados en observatorios de estas zonas. A la espera del balance sobre la temperatura media del conjunto de Catalunya, el ARA ya ha tenido acceso a algunos de estos récords de calor.
Récord en Barcelona
El histórico Observatorio Fabra de Barcelona, uno de los más antiguos de Cataluña –con cerca de 110 años registrando datos oficiales y situado a unos 400 metros de altitud en Collserola–, ha registrado el invierno más cálido desde el inicio de la serie, en 1914. En concreto, la temperatura media de estos tres meses invernales ha sido de 12,2 °C, 3 grados por encima de la media registrada entre los años 1991 y 2020, que es de 9,2 °C C. Sin embargo, la anomalía es más importante si la comparamos con años atrás.
Este invierno ha sido 3,7 grados más cálido que la media entre 1961 y 1990 y hasta 4 grados por encima de la media de toda la serie de 110 años, que es de 8,2 °C. Estas cifras evidencian los rápidos efectos del cambio climático y el calentamiento global. Entre ellos cabe destacar los extraordinarios 23,5 °C de máxima del 4 de febrero en el Observatori Fabra. El invierno entre 2015 y 2016 fue el segundo más cálido, con 11,5 °C de media, y el tercero fue el registrado de 2019 a 2020, con 11,3 °C. Son datos totalmente excepcionales pero cada vez más recurrentes.
Récord en el Ebro y el Montseny
El también histórico Observatorio del Ebro, en Roquetes (Baix Ebre), recoge datos desde 1905 y nunca había registrado un invierno tan suave como éste, con una temperatura media de 13 °C. Los datos demuestran que queda 2,6 grados por encima de la media de toda la serie (que es de 10,4 °C), pero hasta 2,9 grados por encima de la media declarada entre 1961 y 1990 y unos 3,5 grados por encima de las temperaturas de los inviernos de principios de siglo. Este año supera ya el invierno 2015-2016, cuando se alcanzaron los 12,9 °C de media.
También se ha registrado el invierno más cálido en la estación meteorológica de Puig Sesolles, a 1.668 metros de altitud en el macizo del Montseny. Según datos del Meteocat, la media de temperatura de todo el invierno ha sido de 5 grados, unos 3,3 grados por encima de la media del período 1991-2020. En esta zona se toman datos desde 1950.
Más récords de calor
Según los datos de las estaciones del Meteocat, en cinco series que cuentan con cifras desde 1950, este invierno ha sido el más cálido de todos. Además de la estación meteorológica del Montseny, destacan los récords alcanzados en Figueres-Cabanes (Alt Empordà), Igualada-Òdena (Anoia) y Caldes de Montbui y Granollers (Vallès Oriental).
Aunque no han sido de récord, éste también ha sido el segundo invierno más cálido desde que se tienen registros en las estaciones de Tivissa y Flix-Vinebre (Ribera de Ebro), El Pont de Suert (Alta Ribagorça) y Vic (Osona) -donde ha sido igualado con el del 2019-2020-, y el tercero más caluroso en Artés (Bages), Girona (Gironès) y Nerets-Tremp (Pallars Jussà).
Cabe destacar que todos los meses de invierno han registrado temperaturas por encima de la media, pero destaca especialmente en febrero, cuando más del 20% de las estaciones del Meteocat registraron el más cálido desde que se tienen registros. En cambio, las frecuentes nieblas en Ponent han mantenido los termómetros a raya.