Bruselas propone que los estados miembros compren gas conjuntamente
Rusia dice que está preparada para exportar a través de una rama del gasoducto Nord Stream 2
BruselasFinalmente, después de muchos tira y afloja entre los Veintisiete y de la dura oposición de Alemania y los Países Bajos, la Comisión Europea cede a la demanda de la mayoría de los estados miembros y el martes 18 propondrá poner en marcha una plataforma de compra conjunta de gas el próximo año para adquirirlo a un precio más barato. "Queremos utilizar el poder de compra de toda la economía de la Unión Europea para obtener seguridad de suministro para el invierno que viene [el del 2023-2024], que puede ser incluso más crítico que este", ha defendido la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, en la rueda de prensa posterior al encuentro entre los ministros de energía de los Veintisiete celebrada este martes y miércoles.
Alemania y Holanda, que hasta ahora se habían mostrado en contra de crear una plataforma conjunta de compra de gas de la Unión Europea, ahora lo aceptarían con el objetivo de evitar la medida que más temen y que hace tiempo que piden la gran mayoría de los Veintisiete: que se acabe aprobando un límite al precio de todo el gas que llega a la Unión Europea, sea ruso o no. Eso sí, según la propuesta de Berlín y Amsterdam a la que han tenido acceso diferentes medios de comunicación, por primera vez los dos países estarían dispuestos a negociar sobre un tope al precio del gas que sea de origen ruso.
Otra de las iniciativas que pondrá encima de la mesa la Comisión Europea es la creación de un nuevo índice de referencia que marque el precio del gas en Europa para sustituir al actual, el TTF de los Países Bajos, porque desde que empezó la guerra se ha disparado y no se ha adaptado al precio real. Está previsto que los ministros discutan de manera formal estas propuestas, que conformarían la segunda parte del plan de choque energético de la Unión Europea, en el Consejo de Energía del 25 de octubre en Luxemburgo y, si fuera necesario, en uno extraordinario a inicios de noviembre para dar el visto bueno definitivo.
Por otro lado, ha pasado a segundo plano la opción que estudiaba Bruselas de ampliar la excepción ibérica al resto de la Unión Europea. Es decir, solo limitar el precio del gas que se utiliza para generar electricidad, tal como ya se está haciendo en los estados portugués y español. Con esta medida, en cierto modo, se querría romper con el mercado marginalista de la electricidad, que establece que la última tecnología que entra en el mercado eléctrico –que es la más cara y casi siempre es el gas– marca el precio de toda la generación de energía. Así, se paga a precio de gas la electricidad generada con tecnologías mucho más baratas, como la hidráulica y las renovables.
Dependencia del gas
Alemania es uno de los países que se opone más firmemente al tope al precio del gas (sea ruso o no) porque es un gran consumidor y, aunque la Comisión Europea asegure que los Veintisiete ya no temen las amenazas de Moscú de cortar los grifos del gas, el canciller alemán, Olaf Scholz, se quiere asegurar el suministro. De hecho, según Gazprom, el gigante gasístico ruso controlado por el Kremlin, la Unión Europea podría sufrir un déficit de gas de 800 millones de metros cúbicos en un caso de alta demanda por oleadas de frío extremas. "Durante un periodo breve de tiempo se pueden congelar ciudades enteras", ha amenazado el consejero delegado de la compañía energética, Alexei Miller.
También lo ha aprovechado para poner el dedo en la llaga el presidente de Rusia, Vladímir Putin, que ha asegurado que Rusia está preparada para retomar el suministro de gas a través de la rama del gasoducto Nord Stream 2 que sigue operativa. "La pelota está en el tejado de la UE. Si quieren, solo tienen que abrir el grifo", ha dicho en el foro internacional de la Semana de la Energía de Rusia.