Los jóvenes y el catalán

¿Se puede ser 'cool' en catalán?

¿La generación Z se pasa al castellano porque muela más que el catalán? ¿Es más difícil ser 'malote' en catalán?

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Barcelona"Es muy difícil ser malote en catalán", dice la sociolingüista Marina Massaguer. ¿Por qué? ¿No hay referentes malos? ¿O es que no se produce suficiente jerga juvenil? O todo es un tópico boomer?

El catalán arrastra el prejuicio de ser una lengua institucional, normativa, escolar, porque estos son los ámbitos donde está más normalizada. Esto hace que, para los jóvenes que no hablan catalán habitualmente, parezca que carece de registros informales, porque simplemente los desconocen. Pero es que para los jóvenes catalanohablantes no es tan diferente: "Como somos hablantes de una lengua minorizada a menudo tenemos una relación tensa y problemática con los registros coloquiales, porque desde la escuela nos han enseñado a tener una actitud en la defensiva con todo lo que no aparece en el diccionario", afirma el escritor y filólogo Xavier Mas Craviotto. Todo ello puede llevar a los jóvenes a pensar que "el catalán no sirve de forma espontánea para socializar con sus iguales, si el contexto no les lleva a hacerlo", apunta el sociolingüista Avel·lí Flors Mas. Sólo con mayor uso y en más registros se ensancha la lengua. "Hay que perder el miedo a ser creativos y sacar definitivamente el catalán de la vitrina. Si queremos una lengua normal, no debe haber sólo un catalán", dice Mas Craviotto, coautor del manual de catalán juvenil ¡Petémoslo!

El listón de la corrección

Los jóvenes critican que se les corrija demasiado cuando hablan catalán y los puristas esgrimen "la espada de Damocles del riesgo de asimilación lingüística", como llama Mas Craviotto. ¿Qué pasaría si el catalán se abriera más a expresiones juveniles, de argot, poco puristas y castellanizadas? "Que se creara una jerga propia sería una magnífica noticia. Debemos aceptar que los registros vulgares y coloquiales a veces no son normativos, y asimilar que cierto grado de castellanización es normal por el nivel de contacto entre lenguas, igual que de anglicismos", dice Massaguer. Flors Mas pone más peros: "Una lengua que se somete de forma unilateral a la interferencia masiva de una lengua dominante es una lengua en riesgo". Como siempre, todo es cuestión de medida: "La lengua debe ser porosa y aceptar préstamos e interferencias, porque es cómo funcionan las lenguas, pero también potenciar ejemplos de creación léxica, de terminología y expresiones basadas en recursos genuinos. Se pueden potenciar ejemplos de creatividad lingüística en catalán, como hace La Competencia, y no perseguir tiktokers", concreta Flors Mas. "El problema [con el castellano] es que la hibridación es unidireccional y desproporcionada", apunta Massaguer.

Flors Mas descarta que el coolímetro del catalán tenga un impacto relevante en los usos: "Yo tiendo a pensar que los aspectos estructurales, como la demografía, las posibilidades de socialización que te ofrecen las lenguas o la necesidad que tienes de saberlas, todo esto pesa más que las cuestiones ideológicas o algunos argumentos que son la racionalización de ciertas prácticas. Nadie dice que no se habla castellano porque existe la RAE. A veces estos discursos circulan más sobre las lenguas minorizadas porque se entiende que deberían estar en su reducto de uso y no intentar conquistar cierta hegemonía social", sentencia el profesor.

The Tyets es el camino

Hay algo claro: "Nunca influirás sobre los usos lingüísticos de los jóvenes con productos centrados en la lengua: la lengua debe ser el vehículo con el que se hacen cosas que interesan a los jóvenes. Por eso debe haber de todo, en catalán: reality shows, programas de citas, reggaeton... Si no ofreces en catalán lo que triunfa entre los jóvenes, lo consumirán en castellano o en inglés", dice Mas Craviotto. "Ahora pagamos haber cerrado el 3XL", critica Massaguer. Así pues, por un lado defienden que es necesario generalizar referentes lingüísticos que utilizan el catalán de manera desacomplejada, informal e irreverente, camino que ha iniciado el 3Cat con nuevos programas y creadores de contenido. "Y no debemos cargarles el peso de salvar al catalán o con la responsabilidad de reconducir los usos lingüísticos de quien les sigue", avisa Mas Craviotto, porque "el catalán que hablan estos referentes es un reflejo de la situación sociolingüística actual" . Por otro lado, es necesario generar espacios en los que el catalán sea la lengua de socialización entre iguales, con gente con la que tenemos afinidades. "Es más difícil ser bro en catalán, por falta de estos referentes. Se deben crear. Porque, como joven, lo que quieres es estar integrado en tu entorno y si percibes que el catalán no es suficientemente guay, quizás eres visto como un perfil demasiado académico o quizás se relaciona con un tipo de ocio más normativo, esto es una carga que una parte de jóvenes catalanohablantes no quieren llevar", apunta Massaguer. Es necesario que el catalán se asocie con actividades y productos atractivos, tanto en el entorno audiovisual y cultural como en la vida cotidiana. El éxito de la música urbana actual, de Mushkaa en The Tyets, lo está demostrando.

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