El mundo pequeño de...

Daniela Brown: "Durante el rodaje era la abadesa, y no volvía a ser Daniela hasta que llegaba al hostal"

Actriz

Júlia Bagué
4 min
La actriz Daniela Brown.

JuiàPara ir a casa de Daniela Brown, el visitante aparca justo en la entrada del pueblo de Juià. Atravesando una pequeña puerta metálica, bajo el rótulo de “Restaurant Juià”, las mesas y sillas a ambos lados del patio dibujan un pasillo que conduce hasta la entrada del establecimiento. Una vez dentro una gran barra de madera preside el comedor de un restaurante pequeño pero acogedor. El hecho de tener que atravesar este restaurante cada vez que quieren entrar en su casa, en el segundo piso del establecimiento, y trabajar desde muy jovencitas, ha dado a las hermanas Brown la habilidad social que se valora tanto en el mundo de la interpretación y la música. Y la teoría no falla: las casas de los artistas, como la de Daniela y Nicole Brown, una actriz y otra cantante, son casi siempre lugares llenos de gente, de movimiento y de vida. Este viernes, 22 de marzo, se estrena la película La abadez, dirigida por Antonio Chavarrías y protagonizada por Daniela Brown, una actriz de 26 años nacida en Barcelona pero criada y arraigada en Juià.

Celrà como clúster cultural

Ya durante su infancia en Barcelona, ​​donde se había familiarizado con el teatro durante su formación en la Escuela Naví de Vallvidrera, Daniela encontró en la interpretación "un espacio de libertad donde todo vale". Más adelante, en el Institut de Celrà coincidió con el profesor Josep Maria Uyà, que entre otras asignaturas también impartía la de teatro. La gran capacidad pedagógica de Uyà encaminó su formación hacia la dramaturgia, que siguió en la escuela El Galliner de Girona, cursando el bachillerato de artes escénicas en el Instituto Sobrequés de Girona y finalmente en el Instituto del Teatro, en Barcelona. Desde entonces, Daniela ha tenido una actividad constante: “Hay gente muy formada que después de los estudios espera. No esperes, nadie te vendrá a buscar, nadie te llamará a la puerta. Tú haz cosas”, dice. Este carácter proactivo se ha acentuado gracias al fácil acceso que ha tenido a la diversa y rica actividad cultural de Celrà, pueblo junto a Juià, y cercanías. La existencia de espacios como la escuela de danza, el Ateneo y, sobre todo, el grupo de creación escénica Mal Pelo, a la vez colaboradores de actos culturales como La recogida, juegan un papel decisivo en la formación artística de los jóvenes del pueblo.

Abadesa en el castillo de Loarre

Actualmente vive en Barcelona por su participación en la teleserie del mediodía de TV3 Como si fuera ayer, pero explica que es una ciudad que le genera amor-odio a partes iguales. En Barcelona existen las oportunidades, y la ciudad le permite seguir su constante formación: “Voy al cine o al teatro semanalmente”. Pero también confiesa que sube a Juià casi todos los fines de semana para escapar del ritmo frenético y sobreproductivo de la ciudad. Algo que valoraba mucho del rodaje de La abadez fue el espacio: el castillo de Loarre, en Huesca. La actriz explica que allí el nivel de concentración era altísimo porque no había distracciones. “El móvil ni lo tocaba. Durante el rodaje era la abadesa, y no volvía a ser Daniela hasta que volvía al hostal”.

Daniela Brown durante el rodaje de 'La abadesa'.

La abadez es su segundo papel protagonista de una gran producción. En el reparto se encuentra Carlos Cuevas. El primero, remarca Daniela, fue con 8 años en una obra de la escuela que se titulaba El gato presumido. Para ella, el grado de implicación debe ser siempre el mismo incluso con proyectos no remunerados. “Durante los meses que no tengo trabajo, me lo creo yo, o me apunto a cursos. La cuestión es no estar detenida”. Actualmente está moviendo una obra de creación propia, junto con Eduard Paredes, que presentaron en El Animal a la Espalda, y asegura que debido al vínculo emocional con el proyecto podría ponerse "más nerviosa para hacer una obra de teatro en el Ateneo de Celrà que para ir a rodar La abadez”.

Daniela Brown y Carlos Cuevas en el rodaje de 'La abadesa'.

En el restaurante es "la chica de la tele"

Con esta misma dedicación la podemos ver cada mediodía interpretando a Naiara en la serie Como si fuera ayer: "Una serie diaria es un canal directo para que la gente te vea trabajar", admite. Se han convertido en rutinarias las interacciones de los clientes del restaurante que, entre ensaladas y entrecot, se avecinan y preguntan si es la “chica de la tele”. Pero también hay quien la conoce como Ana, la hija de Francesc Orella en la serie Días mejores, de Amazon Prime. Ambos proyectos forman parte de lo que ella llama "una buena racha", y dice que le han abierto puertas a propuestas como La abadez. Sobre las teleseries diarias, Brown confiesa que, aunque alguien las cuestiona, en el mundo de la interpretación se ve con buenos ojos el trabajo del actor de este tipo de producciones. “Los procesos son rapidísimos. Tienes que aprender el guión con tiempo récord y tienes muy pocas tomas para repetir una escena, y si sales bien puede que te llamen por otras cosas”.

El síndrome de la impostora

La película de Chavarrías es un drama histórico que relata el ascenso a abadesa de una monja de 17 años, en un contexto de territorios fronterizos que es necesario cristianizar y dentro de un sistema profundamente patriarcal. “Fue un trabajo. En la película transcurren cuatro años durante los cuales la protagonista debe crecer de golpe, y todo esto debes interpretarlo con dos meses”. Daniela Brown explica que es la primera vez que le cuesta tanto verse, y confiesa que le ha salido un poco el síndrome del impostor. En el cine, el resultado final es la última capa de un trabajo que tiene muchas.

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