España sitúa a Suecia y Finlandia como los principales escollos del catalán en la UE

Rumanía apoya la oficialidad de la lengua catalana porque es una cuestión "muy importante" para el gobierno español

José Manuel Albares, Ministro de Exteriores españoles.
19/03/2024
3 min

BruselasLa oficialidad del catalán en la Unión Europea lleva tiempo en punto muerto y, tal y como indican diferentes fuentes diplomáticas consultadas por el ARA, "nada hace pensar" que la última propuesta presentada por España este martes en el Consejo de la UE pueda "hacer avanzar" la iniciativa. ¿Quién tiene la culpa? El gobierno español se lava las manos y señala al PP y, por extensión, algunos de los gobiernos populares del resto de estados miembros del bloque europeo, como los de Finlandia y Suecia.

En este sentido, el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, ha vuelto a instar a la oposición española a apoyar la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera. Considera que, si la derecha española se sumara, "permitiría" que los países gobernados por los conservadores acabaran votando a favor con "facilidad". "Las reticencias ahora son políticas", ha insistido Sampedro en declaraciones a los medios en la entrada del Consell de este martes.

En este sentido, uno de los ministros de Exteriores y Asuntos Europeos que se ha vuelto a mostrar más escéptico respecto a la iniciativa ha sido el finlandés, el popular Anders Adlercreutz, quien ha recordado que vivió en Cataluña y entiende " la situación lingüística" del país, pero teme las "repercusiones" que pueda tener la oficialidad del catalán en la UE para las minorías lingüísticas de Finlandia. Este posicionamiento ha contrastado con el de la ministra rumana de Asuntos Exteriores, la socialdemócrata Daniela Grigore, quien ha apoyado la propuesta de España porque es "muy importante" para el gobierno español.

Pese a las reticencias de algunos socios europeos, fuentes diplomáticas españolas insisten en que la última propuesta presentada al Consell este martes al mediodía es "muy convincente" y "pedagógica", si bien la exposición sólo ha durado entre cinco y diez minutos, según fuentes presentes en la reunión. La realidad es, sin embargo, que España, a estas alturas, tal y como ha avanzado el ACN y ha confirmado el ARA, no ha pedido ningún informe técnico a los servicios jurídicos del Consejo de la UE, tal y como piden el resto de socios europeos para poder evaluar de forma adecuada las consecuencias de la oficialidad y avanzar en la iniciativa.

La última propuesta de España, a la que ha tenido acceso el ARA, no contiene ningún nuevo argumento respecto a las anteriores, que ya fueron insuficientes para convencer a los socios europeos. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, se limita a añadir una carta dirigida a sus homólogos, en la que reivindica los idiomas cooficiales (catalán, gallego y euskera) reconocidos en la Constitución como parte de la "identidad nacional de 'España'. "Es un refrito de lo que ya teníamos hasta ahora, no hay nada nuevo", critica una fuente diplomática.

Además, Hadja Lahbib, la ministra de Exteriores de Bélgica, país que ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE, ha dejado en el aire que en el próximo encuentro ministerial sobre Asuntos Generales se discuta otra vez sobre la oficialidad del catalán y se ha limitado a recordar que todos los estados miembros tienen derecho a pedir que se ponga en la agenda un punto que consideran prioritario.

El PP también atasca el catalán en la Eurocámara

Fuentes diplomáticas españolas también responsabilizan a los populares de que la petición de la Moncloa al Parlamento Europeo de permitir hablar catalán en la Eurocámara lleve estancada más de año y medio. De hecho, apuntan que así se lo ha admitido la propia presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, que pese a ser también conservadora tendría cierta sensibilidad por las lenguas minorizadas por ser maltesa.

Ahora bien, diferentes fuentes europarlamentarias favorables a la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera en la Eurocámara acusan al PSOE de no considerar esta iniciativa una prioridad y no presionar lo suficiente para que salga adelante. En este sentido, recuerdan que no fue hasta que los socialistas necesitaron el apoyo de Junts, Esquerra, el PNV y el BNG para investir a Pedro Sánchez en que la familia socialdemócrata europea logró que la mesa del Parlamento Europeo pidiera un estudio sobre qué consecuencias jurídicas y económicas podría acarrear la medida.

Estas mismas fuentes, además, apuntan a que el hecho de que Ciudadanos esté en vías de desaparición y haya perdido influencia en la Eurocámara facilita que el PSOE logre aprobar la iniciativa. En todo caso, el tipo de evaluaciones técnicas que ha pedido la mesa de la Eurocámara suelen ser una táctica conocida en las instituciones europeas para sacar el balón adelante y, al mismo tiempo, simular que se está avanzando.

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