"Es más fácil ligar con catalanes que con madrileños"

La pareja de Lucía Etxebarria que más le duró es la que más odia, así que prefiere explicar cómo conoció a algunas de las conquistas que más recuerda de sus visitas a Barcelona. “Tengo que decir que yo no soy de parejas. Cosas que antes tenías que ocultar, como que eras muy promiscua, ahora no importan, puedes decirlas tranquilamente: yo iba a Barcelona y me liaba con todo lo que se movía”.

Le quedó especialmente grabada la noche que ligó con un famoso actor británico, o la noche en la discoteca Arena, donde la sedujo una mujer de metro ochenta “increíble”. “Ella sabía quién era yo, pero era muy lista y simuló que no. Acabamos liándonos no sé ni dónde. Esto fue en 1990 y después siguió siendo una de mis mejores amigas”, relata Etxebarria.

La escritora explica que hay algo cultural que hace que para una persona que ha vivido en Madrid sea muy fácil ligar en Barcelona. “En Madrid, si estás esperando en la barra de un bar, es de mala educación que no hables con el de al lado. No es que estés obligado a hacerlo, pero si no lo haces eres un rancio. En cambio, si tú llegas a Barcelona y le dices al de al lado: «Oye, cómo tarda la camarera», el otro dará por sentado que estás ligando”. Cuando has sido socializada en Madrid y vas a Barcelona, dice Etxebarria, "te conviertes sin quererlo en una máquina de ligar". “Es más fácil ligar con catalanes que con madrileños. Es muy fácil ligar con catalanes, y con catalanas ya ni te cuento”, asegura. "Obviamente, ahora soy una persona muy mayor y ya no hago estas cosas, pero me lo he pasado muy bien".

Lucía Etxebarria opina que “tener pareja ya no tiene demasiado sentido cuando tienes dinero y puedes vivir solo”. “Yo tengo una hija y esto me garantiza una fuente de amor siempre, tengo dos perros, y me tengo a mí misma. Mucha gente no se tiene, mucha gente no es capaz de aguantarse a sí misma. Y también tengo mis amistades, claro. Las personas que vivimos solas creamos una red de amistades muy fuerte”.

La escritora asegura que cada vez ve a más mujeres que prefieren vivir solas. “A las consultas de los psicólogos los hombres van por problemas con los padres o el trabajo, y las mujeres por problemas amorosos. A los hombres se los educa para la proyección social y a las mujeres se nos educa para dar importancia al amor de pareja”, reflexiona. Etxebarria, que cree que cada vez más mujeres se deshacen de esta idea, opina que “la única manera de que una pareja pueda funcionar es si se quita la cabreza la idea del amor romántico”. "Lo que funciona son los compañeros de vida", dice.