Francia

Le Pen, preparada para la gran victoria en las europeas

Uno de cada tres franceses votará a la extrema derecha de Reagrupament Nacional, que estudia cambiar de grupo político en la Eurocámara

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Marine Le Pen durante el mitin en París / AFP

ParísSi aciertan las encuestas, la extrema derecha de Marine Le Pen –Reagrupamiento Nacional (RN)– no sólo ganará por goleada las elecciones europeas en Francia sino que obtendrá el mejor resultado de su historia en unos comicios europeos. Uno de cada tres franceses votará a RN: los sondeos otorgan a la lista liderada por el eurodiputado y presidente del partido, Jordan Bardella, entre un 31% y un 33% de los votos, muy distanciada de la segunda fuerza, la del presidente Emmanuel Macron (Renacimiento). La lista presidencial está encabezada por una casi desconocida Valérie Hayer, que obtendría entre un 15% y un 17%, seguida de cerca por el Partido Socialista (PS), que podría alcanzar el 14% de los votos.

El ascenso de la extrema derecha es espectacular. Ha pasado de poco más del 6% en las europeas de 2009, cuando aún mantenía el nombre de Frente Nacional, a una más que probable victoria en 2024 con alrededor de un 32% de los votos. La estrategia de desmonización que ha llevado a cabo Marine Le Pen en los últimos años funciona. Hace tiempo que le da buenos resultados la táctica de maquillar, esconder o disimular las posiciones más extremas para ensanchar la base electoral y hacer verosímil que lo que hace 15 años era imposible, que Le Pen gobierne Francia.

La líder de Reagrupament Nacional hace ya tiempo que ha suprimido de sus propuestas electorales un referéndum para salir de la Unión Europea. Ahora prefiere destruir el club europeo desde fines, haciéndose fuerte en la Eurocámara y luchando por devolver competencias a los estados miembros y restablecer los controles fronterizos para luchar contra la inmigración clandestina. La envoltura cambia –y convence a bastante gente– pero la esencia sigue siendo la misma: la obsesión por la inmigración.

Carrera presidencial

Para Reagrupament Nacional, las europeas son un test para las próximas elecciones presidenciales. No es ningún secreto que a Le Pen le importa relativamente poco el Parlamento Europeo, pero una victoria ante el presidente de la República le puede dar un impulso para conseguir llegar al Elíseo en el 2027, cuando el actual presidente, Macron, ya no se podrá presentar de nuevo.

Ni Le Pen ni Macron se presentan en las elecciones europeas, pero en la campaña las dos figuras son omnipresentes. Ambos se han arremangado para ganar votos para las listas respectivas. La líder de extrema derecha apareciendo en los grandes mítines y en los carteles electorales junto a Bardella. Macron, haciendo grandes discursos europeístas y también poniendo en los carteles electorales con Hayer.

Matteo Salvini y Marine Le Pen en un acto el pasado septiembre.

En su estrategia de moderar el discurso y alejarse de los postulados antisemitas de su padre, Marine Le Pen ha dado un paso clave esta semana rompiendo con la extrema derecha alemana. Diferentes polémicas protagonizadas por Alternativa para Alemania (AfD) –la última, blanqueando al nazismo–, han servido a RN para anunciar la rotura. "Tendremos nuevos aliados después de las elecciones europeas y no nos sentaremos más junto a AfD", aseguró Bardella. Exactamente, lo mismo que ha hecho el partido de Matteo Salvini, la Liga Norte italiana, muy cercano a Le Pen. Los tres comparten grupo, Identidad y Democracia (ID), en la Eurocámara.

Un único gran grupo de extrema derecha

Ni el cabeza de lista de Reagrupament Nacional en las europeas ni Marine Le Pen han querido concretar si cambiarán de grupo en la Eurocámara a raíz de la rotura con Alternativa para Alemania, pero lo que está claro es que se abre la posibilidad de que los 18 eurodiputados de Le Pen –que después de las elecciones serán más– pasen a formar parte del otro grupo de extrema derecha del Parlamento Europeo, Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, en sus siglas en inglés), donde se encontraría con los Hermanos de Italia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con Vox y con el otro partido ultraderechista francés, Reconquista, liderado por Éric Zemmour.

También existe la posibilidad de que Le Pen y Salvini creen un nuevo grupo parlamentario. En cualquier caso, las palabras de RN asegurando que no se sentarán junto a la extrema derecha alemana aleja la posibilidad de crear un pelotón con todos los partidos populistas y de extrema derecha europeos, una de las ideas que la líder de Reagrupament Nacional ha tenido siempre presente. Lo que está claro es que Marine Le Pen no quiere revelar sus planes antes de las elecciones ni cierra por completo la puerta a ninguna posibilidad.

Pese al intento de suavizar su imagen y su discurso, los aliados europeos de Le Pen prueban que la desmonización sólo es una operación de marketing. La hija del fundador del Frente Nacional, la antisemita Jean-Marie Le Pen, se dejó ver la semana pasada en Madrid, en el encuentro organizado por Vox con otros partidos de extrema derecha, populistas y ultraconservadores. En el acto participaron figuras como el ex primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, o el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que estuvo a través de una videoconferencia. También realizó una intervención telemática Giorgia Meloni. Fue un nuevo acercamiento de Le Pen al grupo parlamentario de los Conservadores y Reformistas Europeos.

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